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BARCELONA

De Jong, volatilizado

El holandés va camino de dejar pasar otra temporada sin convertirse en el líder del Barça. Frente a las diez asistencias de Gündogan, Frenkie no ha dado ni una. Vuelve a haber rumores de traspaso, que esta vez podrían tener la luz verde del jugador.

De Jong, en el calentamiento del partido ante el Granada.
ALBERT GEAREUTERS

Los descorazonadores últimos partidos de Frenkie de Jong han vuelto a dar la razón al círculo de críticos que consideran que, pese a los 80 millones de euros en los que está tasado por la web especializada Transfermarkt, no es un jugador para tanto. La quinta temporada del futbolista holandés en Barcelona le está pasando por delante sin que, tampoco esta vez, haya dado el paso. El asunto va más allá de los números, que ya son preocupantes de por sí. De Jong marcó un gol en el lejano pasado mes de agosto y no ha dado una sola asistencia frente a las diez de Gündogan. Pero puede que lo peor no esté en la estadística, sino en las sensaciones. De Jong se ha convertido en un jugador insustancial. Esta temporada ha sido incapaz de marcar el ritmo de los partidos en el Barça. No arriesga y no empuja. Ha convertido sus partidos en ejercicios burocráticos, lo peor que se puede decir de un jugador obligado a ser, cerca de cumplir 27 años, uno de los líderes espirituales del equipo.

Pero De Jong no parece estar en esa pantalla. La decepción ha empezado a calar también en la afición, que vio su fichaje en 2019, uno de los pocos buenos movimientos de Josep Maria Bartomeu como presidente, como una luz en el futuro. De Jong, que había impresionado esa temporada en el Ajax, era pretendido por PSG, Bayern o Manchester City. Pero quiso Barça, ilusionado por esa línea imaginaria que une Barcelona con Holanda desde los tiempos de Cruyff. Se le ha esperado mucho tiempo…, sin rotundo éxito.

De Jong ha sido un jugador leal al Barça y parecía convencido de triunfar aquí aunque fuese contra viento y marea. Cuando Joan Laporta intentó venderlo en el verano de 2022, se cerró en banda y resistió a todas las presiones posibles. Por encima de todo, quería triunfar en el Barça, donde ha tenido algún momento puntual de esplendor, especialmente en la temporada 2020-21 con Koeman al mando. Junto a Busquets y Pedri formó un centro del campo que alimentó a Messi, conquistó la Copa y peleó la Liga con buenos momentos de fútbol. Con Xavi también se le recuerdan buenos partidos. Un 0-4 en el Bernabéu, un 2-4 en Nápoles… Pero, cinco años después de su fichaje, ya puede decirse que se esperaba más de él.

De Jong no se ha borrado nunca y, durante varias épocas, ha jugado sin estar a tope. Este año también sufrió una lesión en la sindesmosis tibioperoneal distal de su tobillo derecho en el partido contra el Celta. Eso le frenó, pero ya ha pasado bastante de aquello y a De Jong de le ve jugar ahora con cierto aire funcionarial y un aroma extraño. Como, si por primera vez, estuviese planteándose que podría haber acabado un ciclo en el Barça. La pasada semana, Esport 3 informó de que por la cabeza del holandés podría estar pasando dar luz verde a su traspaso. Hoy ‘Jjantes’ habla de una oferta del Tottenham, por valor de 60 millones, incluidos variables, y 4 años de contrato para el holandés. El Barça está deseando. Junto a Lewandowski, es el jugador que más cobra de la plantilla, alrededor de los 20 millones de euros netos este curso. Su adiós sería un respiro para el fairplay financiero y pese a que dentro del club se le valora, habría unanimidad porque es una cuestión de supervivencia y, al contrario de otros casos, De Jong sí ha tenido un tiempo prudencial para triunfar.

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