De Jong, ‘fiscalizado’
A su bajo rendimiento deportivo esta temporada, también cuestionado en la selección de Países Bajos, se unen las dudas físicas. El Barça vigilará en qué condiciones arranca la Eurocopa con el tobillo derecho tocado.
Frenkie de Jong (12-5-1997) ya no es el jugador que despertaba unanimidad cuando el Barça lo fichó, en medio de una euforia generalizada en enero, (aunque se incorporó al verano siguiente), en una operación relámpago cerrada en Amsterdam por Josep Maria Bartomeu, entonces presidente azulgrana. Cuando se esperaba un jugador dominante, el mismo que asombró Europa en la Champions de la temporada 2018-19 con el Ajax, el neerlandés se ha ido empequeñeciendo al punto de convertirse en un jugador intrascendente contra todo pronóstico. Sólo cuajó un curso convincente, en la 2020-21, con Koeman. Xavi nunca estuvo muy convencido de él y el club, con Laporta en primera persona, lleva intentándolo vender tres años y recibiendo calabazas del jugador, que vive cómodo en Barcelona. Esas ganas de traspasarlo del go, que antes era contestada por muchos socios, ahora ya no tiene tantos contestatarios. En general, la venta del neerlandés se asumiría porque no ha terminado de rendir como crack. Las dudas se han extendido incluso a su país. Gullit dijo el otro día que jugaba como “un fantasma” para explicar su influencia en el juego- De Jong no ha entrado al trapo. Se limitó a decir que él no puede pensar, fabricar y marcar el gol; y que el fútbol más allá de las estadísticas. Pero no cabe duda de que está bajo sospecha.
A las dudas sobre el rendimiento futbolístico se han unido las físicas. De Jong ha sufrido tres lesiones en su tobillo derecho esta temporada, en la que menos ha participado. En Barcelona no sentaron bien, e hicieron saltar las alarmas, unas declaraciones a comienzos de la semana en las que se mostraba dispuesto a “asumir ciertos riesgos” para jugar la Eurocopa. Lo importante para el centrocampista es que las sindesmosis que ha padecido en el tobillo derecho no se conviertan en una lesión crónica. En sus últimas declaraciones en su país el jugador ha asegurado a SBS6 que su tobillo “está bien. Espero estar ahí para el primer partido, pero tiene buena pinta. Mi objetivo es jugar el primer partido de la fase de grupos. Cuando estás lesionado eres constantemente consciente de ello, cuando me despierto en mitad de la noche y voy al baño, compruebo cómo se siente mi tobillo”.
Pero el Barça se ha puesto en guardia porque, más de mes y medio después de retirarse del Clásico, no ha vuelto a jugar un partido y piensa vigilar en qué condiciones empieza un campeonato en el que Países Bajos no tiene un primer grupo sencillo. En el grupo D, junto a los neerlandeses, que seguro recuerdan cómo ganaron en Alemania la Eurocopa de 1988 y que arrastrarán miles de aficionados, están Francia, Austria y Polonia.
De Jong se ha perdido 22 partidos esta temporada. Casi todos por sus lesiones en el tobillo. Pero uno de ellos, por fiebre, muy controvertido. Fue en el famoso partido ante el Amberes en el que Xavi rectificó la convocatoria por ‘consejo’ de Laporta para hacer ‘team building’ en el viaje a Bélgica… De Jong, cuya relación con Laporta no es la mejor, había sido padre sólo semanas antes y no viajó a Bélgica. En cualquier otro caso, podría decirse que este será un verano largo, pero De Jong insiste en su idea de seguir muchos años de azulgrana. Ahora, con Hansi Flick, que será su quinto entrenador en el Barça en cinco años después de Valverde, Setién, Koeman y Xavi (antes, interinidad de Sergi Barjuán).
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