De Jong, 30 recuperaciones en los últimos tres partidos
El holandés, presionado por Laporta para salir en verano, ha hablado en el campo. Su rendimiento crece y se ha ganado la titularidad en el césped. El club aún sopesa venderlo, pero su nivel y el cercano adiós de Busquets pueden cambiar el plan.
Últimamente, Frenkie de Jong aparece por todas partes. En las tres últimas jornadas de Liga ha recuperado 30 balones: nueve contra el Villarreal, ocho contra el Athletic y nada menos que trece contra el Valencia. Si alguien echaba de menos implicación y compromiso en el holandés después de los acontecimientos del verano, se equivocaba. Recuperado de la pequeña lesión que sufrió con Holanda en la Nations League y que le impidió jugar en Milán contra el Inter en el partido que complicó el viaje del Barça en la Champions, se ha multiplicado y se ha ganado la titularidad en el césped. De Jong es, de largo, el centrocampista que más campo abarca en el Barça y ha sido uno de los pocos que se han salvado del mal juego en los últimos días flojos del Barça. De Jong se ha ganado recuperar su estatus en el campo. Recordemos el proceso.
Allá por el mes de mayo, el Barça, con el quórum de Joan Laporta, Mateu Alemany, Jordi Cruyff y Xavi, decidió que Frenkie de Jong sería la gran venta del verano. La primera idea fue reemplazarlo por Carlos Soler, aunque luego apareció la opción Bernardo Silva. Luego, ninguna cristalizaría. Pero, por el camino, De Jong recibió presiones de la directiva que preside Joan Laporta que él mismo ha desvelado recientemente en alguna entrevista. Primero, para que saliese del club, ofreciéndolo al Manchester United. Luego, intentando inventar una tercera vía (la cesión) para ahorrarse su ficha, que el club además filtró a discreción para presionarlo más aún. Y, finalmente, intentando como fuese reducir su salario aunque fuese de manera unilateral. De Jong, además, se encontró una situación desagradable en pretemporada, cuando Xavi decidió colocarlo como central, lejos de su puesto de mediocentro o interior mientras jóvenes como Pablo Torre sí jugaban en su su sitio. El mensaje estaba claro. El Barça quería fuera de De Jong.
Pero el holandés no dio su brazo a torcer. Ni se marchó, ni se bajó el salario… Se dedicó a trabajar. Y como es un futbolista que goza del favor de la afición, que vio en su fichaje procedente del Ajax el comienzo de un tiempo nuevo, se aprovechó de un buen Gamper para intentar girar la tortilla de su lado. De Jong empezó como suplente la temporada, pero se ha cargado de razones en el campo con su juego y su compromiso.
Los datos de sus recuperaciones, acompañados del porcentaje de duelos que gana y de la energía que contagia al equipo, convierten en inevitable el debate sobre su titularidad en la posición de mediocentro en lugar de Sergio Busquets, a quien los partidos se le empiezan a hacer largos y cuyo rol, como a Xavi le pasó en la temporada 2014-15 con Rakitic, podría empezar a cambiar por una cuestión simplemente natural.
El caso De Jong no está cerrado. Desde el club se siguen enviando inputs que sitúan al holandés en la rampa de salida. Y no precisamente por motivos deportivos. El ex jugador del Ajax (60 millones de valor de mercado para la web especializada Transfermarkt) es uno de los jugadores más cotizados de la plantilla y la apuradísima situación económica del club, agravada por la eliminación en la Champions, puede obligar al Barça a deshacerse de una de sus estrellas para no regresar a la regla del uno a cuatro de LaLiga que pudo esquivar gracias a las palancas. Sin embargo, estos partidos de De Jong y el inminente adiós de Busquets pueden hacer cambiar de opinión al póker Laporta-Alemany-Cruyff-Xavi. Igual hasta han tenido suerte.