Rayo Vallecano

De Frutos: “Ser un currante me ha llevado a jugar en Europa”

El extremo (Navares de Enmedio, Segovia, 1997) fue el gran protagonista de la primera jornada y participó en los tres goles de la Franja en Montilivi. Pólvora para Europa.

De Frutos posa para AS antes de viajar a Hungría.
Juan Aguado
Maite Martín
Redactora de fútbol del Diario AS desde 2007 y licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. El fútbol modesto y las historias que esconde son su pasión. Por eso el Rayo la atrapó y el deporte paralímpico la enamoró.
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A Jorge de Frutos se le encuentra tras una enorme sonrisa. No es para menos. El pichichi rayista de la pasada campaña —y también de esta pretemporada— ha comenzado el curso marcando. Está de dulce, de extremo y de nueve. Es el arma franjirroja para soñar con la Conference. Eso con lo que fantaseaba siendo un niño, mientras jugaba en el frontón de su pueblo. Desde bien pequeño aprendió de sus padres Faustino y María Jesús la importancia del trabajo, del esfuerzo... valores que ahora transmite a su hijo Adán. Un enamorado de cómo suenan los goles en Vallecas, muchos de ellos con su apellido, el De Frutos de su padre.

—¿Cómo viven las horas previas a la Conference?

—Con mucha ilusión. Más ilusión que nervios por ahora. Vimos el Neman Grodno-Klaksvik en Girona y esperamos poder pasar. Jugar en Europa es un sueño hecho realidad.

—¿Cómo influye empezar LaLiga goleando en Montilivi?

—El vestuario sabía que con el calendario de agosto era muy importante empezar ganando. Se pone todo un poco más de cara. Lo hicimos la pasada temporada en Anoeta y queríamos seguir esos pasos.

—Fue el MVP con gol, asistencia, provocando un penalti… ¡Está en un momento dulce!

—Me tocó jugar de delantero y nos salió un buen partido a todos. Gracias a las condiciones del césped y a esa presión alta conseguimos marcar tres goles en la primera parte.

—¿Dónde está más cómodo: de extremo o de delantero?

—El míster decide y nos dice que todos debemos saber jugar en varias posiciones. Llevo prácticamente toda la vida de extremo, aunque alguna vez me habían probado de delantero. El míster me da indicaciones de lo que quiere...

—¿Y qué le pide Iñigo?

—Él quiere que yo sea un delantero en la presión alta, no desaprovechar ninguna carrera, buscar espacios… Intentamos movernos todos los de arriba para generar ocasiones. A veces, solo con el cambio de posición les hacemos dudar.

—Fue pichichi la pasada campaña, esta pretemporada y empieza la 2025-26 marcando… ¿Es su mejor racha goleadora?

—Sí (risas). Estoy disfrutando. Este año intentaré ser otra vez el pichichi, algo que sería bueno para el Rayo y para mí.

—Tuvo ofertas para salir. ¿Se queda? ¿Es feliz aquí?

—Sí, estoy muy feliz en Vallecas. Esto es como una familia. El otro tema lo lleva mi agente. Cada uno hace su trabajo y el mío está en el terreno de juego.

“Iñigo pide presión alta, aprovechar las carreras, buscar espacios...”

De Frutos

—¿Qué tiene Vallecas de especial?

—El vestuario, la convivencia… Somos una piña y esa unión también existe con la afición. Vallecas se parece a mi pueblo. Sales por la calle y la gente te conoce, te saluda, te pide fotos…

—Al campo suele ir su mujer y su pequeño, Adán.

—Disfruta mucho en los partidos. Tararea la canción que suena cuando marcamos y la canta en casa con la bufanda todo el día. Se nos cae la baba con él.

—¿Y para cuándo el pregón en Navares de Enmedio?

—He hablado con el alcalde para darlo este año en las fiestas de la Virgen del Pilar, que es nuestra patrona. Cada vez que voy, el recibimiento es increíble.

—¿Es Iriondo quien más le ha marcado?

—Sí. Llegué al Rayo Majadahonda en juveniles y sin la base de ninguna cantera. Él puso los cimientos para que haya podido llegar donde estoy. Irme al Castilla fue una decisión importante, pero el paso fue acertado por todo lo que aprendí allí.

—Coincidió con Vinicius…

—Cuando llegó al Castilla ya se veía que era diferente y nos duró tres o cuatro partidos. Subió con el primer equipo y ya no volvió a bajar. Le recuerdo tranquilo, muy tímido, con personalidad… Más bien introvertido.

—¿Qué objetivo se marca a nivel para este curso?

—El del Rayo sigue siendo mantenerse en Primera y disfrutar de lo que venga. Esta temporada es muy bonita con la vuelta a Europa. Intentaremos dar las máximas alegrías a la afición. A nivel personal, me quedo con una frase de Iriondo: “El objetivo debe ser mejorar cada día”. No me marco un número de goles o asistencias. Que vayan viniendo y cuantos más sean, mejor.

—¿Y la Selección?

—Es otro de los grandes sueños de mi infancia. Si hago las cosas bien, ya veremos qué pasa. Me centro en el Rayo.

—¿Qué significa para Vallecas volver a Europa?

—Es un chute de adrenalina para un barrio obrero. Se merece una alegría así tantos años después. Nuestra gente está en las buenas y en las malas, siente al Rayo. Bajarte del coche en el estadio y recibir tanto cariño es algo que solo pasa aquí. Eso hace especial al club. Ojalá podamos clasificarnos para que los aficionados viajen por Europa.

“Ya nos han contado batallitas; ojalá tengamos las nuestras”

De Frutos sobre la UEFA de la 2000-01

—¿Les han hablado de aquella UEFA de la 2000-01 el doctor Beceiro, el fisio Marcos y los utilleros Kiko y Vargas?

—El año pasado, cuando íbamos subiendo en la clasificación, nos contaron sus aventuras de Moscú. Ojalá podamos viajar y tener nosotros también nuestras propias batallitas.

—¿Son conscientes de que han hecho historia?

—Vas jugando partidos e imagino que, a la larga, nos daremos cuenta. Cuando ya salgamos de esta vorágine. Hemos conseguido algo muy bonito.

—Vienen tres competiciones...

—Es un reto ilusionante. Vamos a ir al cien por cien en cada partido. Queremos llegar lo más lejos posible en Conference, en Copa y hacerlo bien en Liga para continuar un año más en Primera.

—¿Qué le diría a ese niño, que jugaba en el frontón con unas piedras como portería?

—Que luche por sus sueños porque con trabajo y sacrificio se llega lejos. Mis padres trabajaban en el bar toda la semana. Yo no tenía los mismos medios que los chicos de Madrid que iban a canteras y sus padres les llevaban a entrenar cada día. Yo lo hacía algún viernes. Luego me vine a Madrid y me fui a casa de una tía y después, de alquiler. Son etapas que he ido quemando y las he vivido con sacrificio.

—¿Con qué palabra se definiría?

—¡Currante! Mis padres me han enseñado a ser buena persona y currármelo todo. Eso me ha llevado a jugar en Europa con el Rayo.

—¿Está haciendo un curso de gestión deportiva?

—Sí, el fútbol acaba muy pronto y tienes que formarte, porque no sabes lo que te puede venir en el futuro. También tengo otros proyectos deportivos, como gimnasios.

—Hábleme de su celebración pellizcándose los mofletes...

—Así agarro cariñosamente a mi mujer y mi hijo, por eso hago ese gesto en la celebración de los goles. Es algo que viene de la etapa del Rayo Majadahonda. Ellos son los pilares de mi vida.

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