Darder y Kumbulla, un regreso agridulce
Ambos se ganaron el cariño de la afición blanquiazul, pero ambos cambiaron el Espanyol por el Mallorca
El Espanyol buscará este lunes una victoria ante el Mallorca, sería la tercera en cuatro partidos, que le mantenga invicto y en la parte alta de la clasificación. Saben los de Manolo que no será fácil, nunca lo es en Primera, pero llegan repletos de ilusión y confianza. En frente tendrán un Mallorca que ha diferido mal la derrota en el Bernabéu, y un inicio dubitativo, con el afer Dani Rodríguez de fondo. Un Mallorca, además, que llegará a Barcelona con dos ilustres ex-pericos: Sergi Darder y Marash Kumbulla.
Son dos casos, sin embargo, bastante distintos. De entrada el regreso de Sergi Darder como rival al RCDE Stadium no será la primera vez que sucede y, por lo tanto, el jugador ya sabe que le espera. Y no será bueno. El de Artà ya fue pitado, y en menor medida abucheado, cuando jugó con el Mallorca en Cornellà-el Prat. El mallorquín se marchó joven a la cantera del Espanyol y tras pasar por Málaga y Olympique de Lyon regresó al primer equipo blanquiazul. Jugó seis temporadas, con un descenso incluído, pero el segundo fue demasiado para él. Buscó una salida y dejó dinero en el club, marchándose al Mallorca en verano de 2023.
En el caso de Kumbulla sí será la primera vez, lógicamente, que entre en el vestuario visitante. El central jugó la temporada pasada en el Espanyol formando una gran pareja defensiva junto a Cabrera y convirtiéndose en uno de los pilares de la permanencia. Tanto, que no es ningún secreto que el club trató de firmarle este verano. Una operación complicada y que se cayó cuando el Mallorca entró en escena. Con mayor potencial económico que los pericos, hizo una oferta a la que Garagarza ni pudo ni quiso llegar. Y Kumbulla hizo las maletas rumbo a la isla.
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Cómo les recibirá la afición es, en cierta medida, una incógnita. La herida abierta tras la marcha de Darder, que siempre ha tenido buenas palabras hacia el club, quizás ya ha empezado a sanar y los pitos que recibió antaño se convierten en indiferencia o en algún tímido aplauso. En el caso de Kumbulla está también por ver. Por un lado el jugador dejó una impronta importante en el club, pero por otro prefirió irse al Mallorca ante la posibilidad, real, de continuar en el Espanyol.
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