Dani García: “He aprendido a base de golpes”

Los entrenadores de las categorías inferiores de Lezama se han fusionado en unas charlas de interactuación en San Mamés participado en diferentes ejercicios para complementar su formación y repasar la temporada. Los leones Raúl García, Dani García y Aitor Paredes han aportado su experiencia en la cantera. El presidente, Jon Uriarte, junto al director de fútbol, Mikel González, también han intervenido en las ponencias.

Raúl García, que se formó en Tajonar y transitó por el Atlético antes de su amplio periplo en el Athletic, señala que recuerda que le “marcaban puntos individuales y focalizar puntos débiles. En los primeros partidos del filial, estaba sin convocar. En Segunda B aprendí a correr, las categorías te van situando”, relata y rememora que le “pusieron por banda para correr más todavía, me vino muy bien. Valoras que te quieran hacer mejorar. Hay que dar herramientas para inculcar unos valores con los compañeros, el fútbol es la vida”, zanja. “El camino no es recto, no siempre llega el mejor, el que mejores condiciones tiene”, remata el mediapunta navarro.

Aitor Paredes, por su parte, vital este curso con Valverde en el eje de la defensa, añade que sostiene que “es importante saber en qué etapa está cada chaval. Los primeros cuatro años hasta cadetes son un disfrute, pasas bien con los amigos y entrenadores. Notas que te vas acercando y lo tomas como una opción que quieres tener”, subraya el zaguero de Arrigorriaga. Paredes advierte de su experiencia en Lezama que “no es fácil porque el entrenador te dice lo que tienes que mejorar, revisas tus objetivos y estás más pendiente de eso que de otra cosa. Lo recuerdo como días grises. Creo que los que entraban nuevos, en juveniles y cadetes iban a remolque, les costaba por el lenguaje y los ritmos”.

Por último, Dani García, narra que no perteneció a una estructura profesional “hasta la Real juvenil, lo pasé mal en las pruebas porque todos iban a otro nivel. Nadie me vino y me dijo que estuviese tranquilo, a nivel personal me faltó alguien cerca”. El centrocampista de Zumarraga reconoce haber aprendido “a base de golpes. El Getafe B fue un punto de inflexión con gente de mi edad. Desde Eibar, todo ha ido para arriba”, rememora de su escalada desde categorías más bajas hasta la élite, con ascensos en el Eibar. El Athletic ha supuesto un reto: “Ha sido un sueño, no puedo estar en mejor equipo. Hay gente que se deja llevar, por malas influencias, familias… He intentado sobrevivir en mi carrera y me ha ido bien”, significa y lanza una máxima: “Yo sólo le pido al entrenador que trate igual al que juega y al que no juega”.