LALIGA
Cumbre urgente en LaLiga: suenan tambores de parar Primera y Segunda
Los equipos españoles se reunirán en una Asamblea extraordinaria el 27 de octubre. Se debatirá un cierre patronal por la Ley del Deporte. Se ha enviado una propuesta al ministro.
Los tambores de cierre patronal en LaLiga empiezan a sonar. Aunque ayer todo parecía que se calmaba tras el encuentro entre el Gobierno y los clubes de la Comisión Delegada, el escenario a día de hoy es totalmente diferente. Como se había comprometido la comitiva de los equipos, se envió una propuesta de modificar la Ley del Deporte de manera urgente al Ministerio. Pero la sensación de los clubes es que no va a servir para nada. Por ello, se ha convocado una Asamblea extraordinaria para decidir si se para la competición, como confirman fuentes consultadas por AS.
El cabreo dentro de los clubes es muy grande tras la reunión de ayer. La sensación es que la nueva propuesta de enmiendas a la actual redacción de la Ley del Deporte no va a ser escuchada y temen por la estabilidad del negocio que han creado desde LaLiga. Por ese motivo, la Asamblea del próximo 27 de octubre solo tendrá un único punto: “Decisiones a adoptar ante la Ley del Deporte”. Y según afirman a AS, la decisión es “paramos o no paramos”.
El fútbol español vive horas de tensión en los despachos. Así se escenificó ayer en la sede del Ministerio de Cultura y Deporte. Una comitiva de casi 20 personas (con la presencia de presidentes y directores generales de 14 clubes de Primera y Segunda División, además de la presencia de Javier Tebas) se vieron con Miquel Iceta, ministro. “La nueva Ley nos perjudicaría y no lo podemos permitir”, afirmó tajantemente José Castro, mandatario del Sevilla, a la salida de la reunión. Aunque los tres presidentes que se erigieron portavoces (Amaia Gorostiza, Eibar; Quico Catalán, Levante, y José Castro, Sevilla) intentaron no decir la palabra parón, ninguno quiso descartar esta vía: “Vemos viable una solución dialogada. Nos hemos comprometido con el ministro y en los próximos días vamos a pasar unos textos que aporten valor y partir de ahí, construir”, afirmaba el dirigente granota. Y añadía Castro: “Van a intentar resolver los problemas y si hay que tomar otra decisión la tomaremos, pero no empecemos la casa por el tejado. Hay que hablar”.
En dicha cumbre, el Ministerio se abrió a revisar el texto, como también confirmaba Gorostiza: “Estamos actuando a tiempo. Creemos en la buena voluntad que hemos visto en el Ministerio. El propio PSOE a lo largo de la historia ha puesto sobre la mesa sus propias enmiendas. Todo es posible”. Ahora bien, el ministro les avisó de unas líneas rojas que nunca traspasará. No aceptará legislar contra nadie, al igual que tampoco se le dará a Tebas el poder sancionador contra presidentes de clubes. Y un tercer punto más: la enmienda sobre la Superliga no se discutirá hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre dicho asunto (mediados de diciembre en primera instancia, aunque luego tardará meses en llegar la sentencia definitiva).
La opción dialogada de la que hablan los clubes pasaba por enviar una propuesta para modificar ciertos puntos en la Ley del Deporte que consideran que les hace daño. Pero la sensación, tras enviarla en el mismo día de ayer, es que no va a ser escuchada. Ante esta situación, los acontecimientos están cogiendo velocidad. La próxima semana será clave para el devenir de este conflicto. Primero se reunirá la Comisión Delegada, los mismos que se reunieron con el ministro, y el jueves 27 será la Asamblea Extraordinaria. Según aseguran a AS, esta reunión convocada con carácter “urgente” tiene el fin de “valorar si se para”.
Las claves del conflicto
Leyes contra la Superliga. Una de las principales pretensiones de Javier Tebas y de los clubes españoles era tener el respaldo del Gobierno y de lo partidos políticos para proteger a LaLiga de la posible puesta en marcha de la Superliga. Aseguran que solicitaban medidas similares a las pactadas entre la Premier y el gobierno británico. La intención era establecer que los clubes participantes en competiciones no reconocidas por instituciones como la RFEF, UEFA y FIFA, como es la Superliga de Florentino, no puedan a su vez participar en la Primera División. Es decir, dejar a los blancos y azulgrana sin licencia federativa para jugar en España si llegaran a disputar dicho torneo. Los clubes de LaLiga entienden que su creación pone en peligro las ligas nacionales, aunque Real Madrid y Barcelona aseguran que no es así y podrían convivir. “Contra la Superliga estamos todos, salvo algunos...”, declaró José Castro. Por ahora, el Gobierno no quiere valorar este punto hasta que se aclare en los justicia europea.
Derechos audiovisuales y de explotación. Existe una gran preocupación en los clubes en este punto ya que consideran que sus ingresos podrían estar en peligro. Se pretendía que la nueva Ley reconociese la potestad de LaLiga en la comercialización de los derechos de TV, que fue autorizado en un Real Decreto Ley en 2015. Se pretendía dar mayor claridad a la potestad de la patronal en desarrollar actividades económicas complementarias. Un punto que ha llevado varias veces el Madrid ante la Justicia. LaLiga entiende que si esta enmienda no se incluye, se crea una inseguridad jurídica que pone en peligro los contratos firmados por todo el mundo y también el acuerdo con CVC a 50 años vista. Esto último todavía está en los tribunales, aunque las medidas cautelares solicitadas por Madrid, Barça y Athletic fueron desestimadas.
Poder de la Federación. En una tercera enmienda los clubes piden mantener una exigencia a las Federaciones que sería retirada con la nueva redacción. Consiste en que cada vez que la RFEF haga un cambio estatutario que afecte a LaLiga, se requiera un informe previo y favorable de los clubes para que el CSD dé el visto bueno. La retirada de este artículo preocupa por la continua falta de entendimiento entre Javier Tebas y Luis Rubiales.
Poder sancionador de Tebas. Aunque los tres anteriores son los puntos que más pelean los clubes, entre las siete enmiendas originalmente presentadas hay una que no hace gracia al Gobierno y que consideran “inadmisible”. Se trata de “la potestad disciplinaria sobre sus asociados, y presidentes, directivos y administradores en el caso de tratarse de entidades deportivas”. En otras palabras, de aprobarse la modificación, Javier Tebas, presidente de LaLiga, hubiera tenido capacidad legal para sancionar a los presidentes de los clubes profesionales españoles como parte de sus atribuciones en la organización de la competición. Fuentes del Gobierno confirmaron a este periódico que esa enmienda “es inasumible” y que por eso ambos partidos optaron por retirarla.