Cuatro partidos, cinco reválidas
Con sus futuros en el aire, a Nacho, Ceballos y Asensio les quedan 360 minutos para alzar la voz. En cuanto a Mendy y Hazard, la urgencia es convencer.
Hablar ahora, o tal vez callar para siempre. Para Nacho, Ceballos y Asensio, la situación es un no va más. Sus contratos acaban este 30 de junio y, a esta hora, con ninguno se ha dictaminado sentencia. “Digo lo de siempre: seriedad y profesionalidad. Están hablando y decidirán cuando quieran”, fue lo único que apuntó Ancelotti en rueda de prensa. Casi lavándose las manos, como Poncio Pilatos. Lleva meses dejando claro que personalmente, cuenta con los tres, pero que son ellos -y el club- quienes deben decidir. Así que en el tira y afloja, quien quiera presentar sus últimas enmiendas, tiene 360 minutos para ello. Ni uno más. Valencia, Rayo, Sevilla y Athletic: cuatro partidos y cinco reválidas. Así están las situaciones.
Nacho
Rápido de resumir: los términos de la renovación están pactados desde octubre. Entonces, su agente y el Real Madrid dejaron por escrito un contrato hasta 2024 (un curso más), manteniéndole el estatus salarial. Y así, hasta hoy: es el futbolista quien debe decidir si firma, o no. Él y nadie más. Desde el club se dejó claro que no habría prisa, que se respetarían sus tiempos. Y así se está haciendo. Al futbolista le han llegado cantos de sirena de la Premier, con ofertas de hasta tres temporadas y mismo sueldo. Pero de momento, nada. Sigue pensando, con todo en stand by. Esta temporada ha ido de menos a más, hasta rozar los 2.500 minutos. En su caso, el asunto es más de reflexión interna, que de demostrar. Ahora bien, de salir, lo haría fuera de España: no quiere enfrentarse al Real Madrid de manera regular. Eso es inamovible.
Ceballos
En cuanto al utrerano, el sendero es más laberinto. Complejo. Quiere sentirse importante, pero la llegada de Bellingham lo complicaría todo. En ese ‘importante’ no va intrínseca una titularidad, ni mucho menos: él se siente cómodo en el rol de primer recambio. Pero vuelta al quid: un fichaje sería un obstáculo... y el club va a por el inglés. Ya tiene su “sí” y lo único que le separa de la firma, es llegar a un acuerdo con el Dortmund, que pide 150 millones, cuando los blancos pusieron su límite en 100. Ante esas, Ceballos se lo piensa. Y encuentra en estos cuatro partidos una oportunidad para alzar la voz y gritar que no es tan necesario tirar la casa por la ventana en el mercado. Que está él. No pide más dinero ni lo pedirá: su decisión se ciñe a una cuestión deportiva.
Asensio
Asunto similar para el balear, que lo tiene más encaminado. Al menos en lo personal: está decidido que quiere quedarse. Tras atravesar meses de dudas y runrún; de pensar que tal vez, lo mejor sería marcharse, ha ido ganando protagonismo y espantando fantasmas. Su principal inconveniente es que el club... no está tan seguro de su continuidad. Lo ve con buenos ojos, pero aún no hay oferta, sólo conversaciones. El entorno del jugador transmite “optimismo”, buena sintonía, pero por si las moscas, estos cuatro partidos sí son una reválida para dar un golpe sobre la mesa y ganarse un contrato. Ante el Getafe, una noche muy discreta, acabó siendo clave para encaminar la victoria. Ese es el camino.
Mendy
No ha sido su año y lo reflejan los números: ha estado más partidos lesionado, que convocado. De 57 duelos, ha participado en 26 (apenas el 46%). Las lesiones le han azotado y la irrupción de Camavinga, ha sido una venda... pero para la temporada que viene, le toca. Y estos cuatro partidos deben servirle para recordar que sigue aquí, recuperar sensaciones y presentar credenciales. Acallar el runrún de una posible salida (la llegada de Fran García hizo al club plantearse que ante una buena oferta... podría ser traspasado) y gritar que tiene mucho por gritar. Ancelotti le echó un capote en rueda de prensa: “Obviamente quiero que se quede. La pasada demostró una solidez defensiva de alto nivel y ahora que está recuperado, volverá a ser importante. Porque lo es”.
Hazard
Es un caso aparte y a la vez, el caso. Acaba contrato en 2024... y no quiere marcharse, por lo que estos cuatro partidos también son una oportunidad para demostrar que la insistencia de diestro y siniestro en su traspaso, no está justificada. Intentar convencer de que lo que tiene en su cabeza, no es un utopía. Su gran problema es que apunta a tener pocos minutos, porque no habrá grandes rotaciones. Y la paupérrima actuación frente al Getafe, justo cuando recibió la oportunidad de correr por su anhelada banda izquierda, no remó a favor. No cuenta y cuesta 30 millones por temporada. El Madrid insiste en darle salida, pero sabe que será casi imposible. Así que si va a quedarse, que sume. Y si quiere minutos, que exprima los que reciba en... los tres últimos partidos. Porque a Mestalla, no viaja.