Cuatro días de bronca
El Atlético tiene cuatro días completos para descansar y preparar el partido en San Mamés. “Hay que convertir esa bronca que sentimos y usarla el jueves”, dice De Paul.
“Tenemos revancha inmediata y no da tiempo más que masticar el partido y convertir esa bronca y usarla para que el jueves sea una gran noche”. Eran las palabras de Rodrigo De Paul a la conclusión del empate del Atlético en Almería contra un colista prácticamente desahuciado y después de ponerse en dos ocasiones por delante en el marcador. El Atlético sabe que se juega media temporada en San Mamés, la gran opción de conseguir un título (también quedaría la Champions) mientras se complica su posición entre los cuatro primeros clasificados de la Liga.
El equipo muestra signos de fatiga tanto física como especialmente mental. Quemado por tanta carga de partidos y tanto pinchazo fuera. Es más, en ocasiones parece intentar administrar esfuerzos durante los propios encuentros y si bajas el pistón, no hay rival pequeño en esta categoría. Así se lo hizo saber el Almería, que no se rindió y respondió por medio de Luka Romero a los goles de Correa y De Paul. El Atlético mostró falta de mordiente en el área rival y especialmente falta de contundencia en la propia. Y así es imposible ganarle a nadie. Cinco puntos de los últimos 24 como visitante antes de jugarse las castañas en un casi inexpugnable San Mamés.
Pero, en el Atlético, cuanto mayor es el reto mayor es la concentración. Esa que le falta cuando el guion es propenso a los de Simeone. Y ahora tiene cuatro días completos antes de afrontar el partido en Bilbao. “Lo único que puedo explicar es que el entrenador prepara mal los partidos de visitante. No tengo otra lectura. Son muchos los partidos, los puntos perdidos y la responsabilidad siempre es mía”, justificaba el Cholo. El problema parece más profundo. En el apartado mental, el ganar duelos, ser intensos, morder... y en el futbolístico. Las rotaciones son necesarias, el equipo sigue inmerso en tres competiciones y lo paga, pero hay mucha diferencia entre los Griezmann, Witsel, Hermoso, Koke, Morata, Lino, De Paul... y sus recambios. Y en una plantilla con tanto veterano, los Griezmann, Morata o Koke vienen pagando los esfuerzos.
El Atlético tiene domingo, lunes, martes y miércoles completos para preparar el duelo contra el Athletic (jueves, 21:30), donde es necesario remontar tras sumar la única derrota del curso en el Metropolitano (0-1). El domingo de descanso, el lunes de vuelta al trabajo por la tarde. La misiva es altamente complicada. Pero hay mayor motivación posible. Todo se juega a una carta. Ganar el partido y avanzar a la final o quedarse sin Copa. No se puede dudar ni pecar de falta de intensidad. En las últimas semanas, solo tuvo más tiempo para preparar el encuentro contra Las Palmas, donde se notó la frescura (5-0). Cuatro días de bronca, respiro, descanso, motivación y reflexión. Convertir la frustración en ganas, la fatiga en ilusión y piernas. Con la gran duda de Griezmann, que tratará por todos los medios de estar en la cita, el Atlético necesita reencontrarse a contrarreloj. Tic tac, San Mamés está en el horizonte. Cada hora cuenta.