Cuarenta y cinco minutos que muestran el camino
Cada vez se va haciendo más pequeño en el espejo retrovisor el partido ante el Betis, pero algunas de las conclusiones que Pacheta habrá podido extraer seguro que son clarificadoras. Jugando como el quipo lo hizo en los primeros 45 minutos da la sensación de que este equipo no debería tener problemas para mantener la categoría. En un partido de fuerzas igualadas, once contra once, el Real Valladolid fue mucho mejor que el Betis, lo que pone de manifiesto que hay materia prima, incluso sin la presencia de los jugadores llamados a marcar la diferencia como parecieran ser los casos de Plata, o Kenedy, y si me apuráis de Weissman.
Sin extremos puros, el Real Valladolid cuajó en la primera parte los mejores minutos de la temporada, cierto es que sin crear clarísimas ocasiones de gol, pero la sensación de dominio ante un rival como el Betis fue considerable. Aunque ese asedio no se tradujera en oportunidades manifiestas, sí se saldó con una expulsión que debiera haber sido determinante a nuestro favor, pero no terminamos de aprovechar en la segunda mitad. Y en este punto hago un paréntesis para preguntarte qué prefieres, ¿jugar contra diez sesenta minutos o tener ventaja de un gol contra once y una hora de juego por delante?
Dicho todo esto, a buen seguro el míster habrá extraído conclusiones de lo acontecido en el segundo tiempo. No por superpoblar de delanteros el equipo se asegura el gol. <In medio est virtus> En el justo medio está la virtud, aunque esta es difícil de alcanzar porque el rival también juega, incluso con diez. No voy a esconder que personalmente me gustaría que el Real Valladolid jugara un 4-4-2, pero es que resulta que el planteamiento de Pacheta en la primera mitad fue perfecto, ya que solo la polémica jugada de la expulsión evitó que al descanso fuéramos ganando. Así que vamos a mirar el lado positivo, este equipo le ofrece alternativas al míster, ahora solo hace falta que afine el piano y en cada compás de con la tecla. Estoy de acuerdo con Pacheta: Tenemos muy buenos jugadores y tenemos un buen equipo.
Si, se va haciendo más pequeñito en el retrovisor el partido del Betis, y en el horizonte más próximo se asoma el concierto con el Espanyol de Diego Martínez, que aún no ha ganado en su estadio. Estamos ante una gran oportunidad para dar la nota en Cornellá y que ojalá no desaprovechemos. Miremos hacia atrás para aprender de 45 minutos que nos han mostrado el camino.