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ATLÉTICO DE MADRID

Cuando Jesús Gil quiso comprar una escudería de F1

Nada más llegar a la presidencia del Atlético, el empresario se lanzó a por otro proyecto en el automovilismo: adquirir el equipo de Ecclestone con ayuda del Gobierno español con el fin de promocionar la marca España y con Ayrton Senna como estrella.

18-12-02 DESPACHO JESUS GIL EN EL CALDERON ENTREVISTA DE NAVIDAD
A.APARICIODIARIO AS

Este fin de semana empieza el Mundial de Fórmula 1, un mundo del que pudo formar parte, allá por los años 80, Jesús Gil. Efectivamente, el entonces presidente del Atlético se enamoró del automovilismo en un fin de semana y coqueteó con tener su propia escudería, hasta el punto de entrevistarse con Bernie Ecclestone y tratar de involucrar al Gobierno español en un ambicioso proyecto que incluía al mismísimo Ayrton Senna.

Gil ganó las elecciones a la presidencia del Atlético a finales de junio de 1987 y su llegada supuso un terremoto, para el club y para el fútbol español. Su misión de que el equipo peleara inmediatamente por títulos pasaba por encontrar ingresos extra y pronto se puso manos a la obra. Por ejemplo, negociando para llevar a Madonna a actuar al Manzanares. Otro ejemplo, con nuevos patrocinadores. Para ello, contactó con Alex Mellon, máximo responsable de la exclusividad publicitaria de la F1. Y ahí empezó todo.

La Fórmula 1, un amor a primera vista

El último domingo de julio era el GP de Alemania y Jesús Gil fue invitado a pasar el fin de semana en Hockenheim. El presidente alucinó con todo lo que se encontró y tomó nota: era un mercado inmenso en el que había que entrar. Pero no solo con un patrocinio menor. A su regreso a Madrid lanzó la bomba: “Estoy dispuesto a comprar una escudería de Fórmula 1 si el proyecto tiene la acogida del Gobierno español. Existen negociaciones para ello”. La elegida era Brabham, propiedad de Bernie Ecclestone.

Ampliar

Gil lo explicó en una entrevista con AS: “He comprobado la difusión que tiene esta especialidad, con 49 cadenas de TV emitiendo en directo para que más de 1.500 millones de personas vean el acontecimiento. Me entusiasmó y vi posibilidades de hacer algo. Soy promotor y estos temas me interesan”. Y así fue la ruta de su fin de semana en Alemania: “Hablé con Adrián Campos (piloto español de F1) y él me dijo lo que podía comprar y en qué condiciones. Luego me comentaron de la posibilidad de hablar con Ecclestone. Viendo la proyección que tiene, pensé en los Juegos, la Expo y al llegar a Madrid hice un informe que he presentado a las autoridades españolas”. El plan era adquirir una escudería de Fórmula 1, la Brabham, que patrocinaría el club, pero que se sufragaría a niveles privados e institucionales con el fin de promocionar la marca España. Gil se reunió con Carlos Gracia, presidente de la Española de Automovilismo, volvió a hablar con Ecclestone y empezó a ponerse en contacto con personalidades privadas y oficiales.

Ecclestone confirmó la oferta

El asunto, que para muchos no era más que una fantasía, llegó a la Prensa internacional: The Times, L’EquipeEcclestone confirmó, tras un desmentido de sus colaboradores, que Jesús Gil le había ofrecido 3.000 millones para comprar la escudería Brabham, cifra insuficiente. “Es necesario concretar la suma propuesta”, dijo Ecclestone, propietario de la escudería desde 1971. “Lo más importante serán las condiciones de compra. No habrá posibilidad de acuerdo sin la seguridad de que continuará funcionando como hasta ahora. Hablamos más de eso que de dinero”. Jesús Gil, mientras, tenía claro lo que necesitaba y valoraba tanto la enorme difusión televisiva como el estrato social que se mueve en torno a la F1. Ecclestone aceptó ampliar las conversaciones en agosto y el presidente rojiblanco trataba de reunir diversos factores: escudería, respaldo técnico, grupo de empresas que lo sostuvieran, reforzamiento del piloto español Adrían Campos, fichaje de un superclase…

“Yo veo un vehículo para difundir la imagen de nuestro país. Por eso es necesario hacer una sociedad mixta con el Gobierno que permita desarrollar todo el tema”, explicaba un ambicioso Jesús Gil, que añadía: “Si Ecclestone no me asegura que tendremos los mejores motores, los mejores chasis y los mejores pilotos, no me interesa. Para una proyección como la que pretendo, el coche tiene que ser de los mejores. Tenemos que estar entre los cinco primeros, para ir detrás ya están Minardi y compañía. Estoy tratando el tema a nivel de Ministerios para conocer la viabilidad de este proyecto”.

“Comprar Brabham no será un problema. La clave es fichar a Ayrton Senna y que nos traiga el motor Honda”

El proyecto de Gil

El piloto Adrián Campos no daba crédito: “No me cabe en la cabeza que en España alguien sea capaz de hacer lo que quiere Jesús Gil. Cuando me lo comentó en Alemania me quedé atontado”. Él y Luis Pérez Sala eran las opciones que se barajaban para al menos uno de los volantes de ese futuro equipo. Y el presidente del Atlético seguía apuntando muy alto: “Comprar Brabham no será un problema. La clave es fichar a Ayrton Senna y que nos traiga el motor Honda, pero creo que no estoy muy lejos de llegar a un acuerdo con el constructor japonés”, dijo en L’Equipe, donde cifró la inversión en 20.000 millones.

Alain Prost afeó las intenciones de Gil

Aquella idea de julio se convirtió en una de las comidillas en el circuito. Alain Prost, bicampeón el mundo, fue muy duro con la ilusión de Gil: “No es serio. ¿Cómo se puede dar crédito a declaraciones tan fantasiosas cono que va a fichar a Senna o a conseguir motores Honda? Al gran público se le da una imagen equivoca de la F1. No puede ser que el primero que llegue cargado de millones pretenda apropiarse de este equipo, ese piloto o aquel motor. Son declaraciones megalómanas, pero no es nada de lo que cree ser”. Dentro de la F1 hubo muchas voces en contra como la del francés.

El proyecto, en realidad, no avanzó más. Brabham no corrió al año siguiente, pero sí en 1989. Y Gil tuvo que renunciar a su sueño de entrar en la Fórmula 1 a lo grande, como lo había hecho en el fútbol con el Atlético. El club rojiblanco, por cierto, sí estuvo vinculado años después, ya sin Gil, con el mundo del motor. En 2008 hubo un equipo Atlético de Madrid en la Super League Formula, con María de Villota como piloto.