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BARCELONA - GIRONA

Cuando el Girona-Barcelona iba a jugarse en Estados Unidos…

El 12 de septiembre de 2018, LaLiga anunció que, dentro de un acuerdo con Relevent, el choque sería en Miami. Tebas concedió un 90% de opciones a que el partido se jugase en Estados Unidos y el Barça se alineó con LaLiga, pero luego se bajó del marco.

Los jugadores del Barcelona celebran el 0-1 de Semedo al Girona en la temporada 2018-19.
David RamosGetty Images

Suena lejísimos, pero no hace tanto tiempo que las relaciones entre LaLiga y el Barça tuvieron tal cordialidad que el club azulgrana se puso de parte de Javier Tebas cuando el presidente de la patronal se empeñó en llevar partidos de la Liga española fuera de territorio nacional. Concretamente, a Estados Unidos. Todo, en virtud a un acuerdo con la empresa estadounidense Relevent que, en principio, iba a tener quince años de duración.

El 11 de septiembre de 2018, LaLiga anunció que el Girona-Barça correspondiente a la jornada 21 de la temporada 2018-19 se jugaría en Estados Unidos. Concretamente en el Hard Rock Stadium de Miami. Los clubes se adhirieron a la idea de LaLiga e incluso algunas organizaciones como Aficiones Unidas y la Asociación del Deporte Español se pusieron de parte de una iniciativa controvertido puesto que, como esgrimían AFE y FEF, sacaban la competición de territorio español. Javier Tebas, Josep Maria Bartomeu y Delfí Geli, presidentes de La Liga, Barcelona y Girona, respectivamente, firmaron una carta conjunta solicitando que el partido se jugase en Miami.

El dispositivo para que los aficionados del Girona pudieran ir al partido también se puso en marcha. Se pondrían a disposición de los socios gironís 1.500 plazas de avión. El único requisito sería poner un fondo de 500 euros que se recuperaría después del viaje. Sí había, sin embargo, que pagar 600 euros por el alojamiento los días del viaje. A quien no quisiera viajar, se le ofrecían dos alternativas. Entradas para el Barça-Girona de la primera vuelta más un descuento del 20% del total del abono; o, si tampoco el abonado del Girona tampoco quería ir al Camp Nou, pagarle el 40% del total de abono puesto que se entendía que el partido del Barça era uno de los más importantes de la temporada. La FIFA, después de un encuentro Rubiales-Infantino, se mostró contrario a la idea.

Tebas siguió adelante con la idea y hasta empapeló la portada del Miami Herald con carteles anunciadores del partido con un eslogan que jugaba con las palabras (“Bring US the game”). El presidente de LaLiga llegó a decir que había un 90% de opciones de que el partido se jugase en Estados Unidos. La FEF tenía hasta el 4 de enero para prohibir oficialmente el partido. Pero no hizo falta. Inquieto por posibles sanciones a las que se arriesgaba por seguir adelante con su idea, el 10 de diciembre el Barça desistió del intento “por la falta de consenso existente en aquella propuesta”. LaLiga y Girona aceptaron la decisión del Barça.

La relación entre LaLiga y el Barça haría casi imposible ahora un partido en Estados Unidos aunque la FEF diese el visto bueno, pero el caso es que el acuerdo anunciado con Relevent en 2018, de una duración de quince años, no ha llegado a cuajar en un partido oficial de Liga en territorio extranjero.