REAL MADRID-ATLÉTICO DE MADRID
Cuando el Atlético celebraba sus títulos en Cibeles y por qué pasó a ser madridista
El equipo rojiblanco y la afición festejan los éxitos en la fuente de Neptuno, pero antes fue diferente. Cibeles acogió a los colchoneros en 1962, pero el Mundial 1986 y la Quinta del Buitre cambiaron las cosas...
El Atlético celebra sus títulos en la fuente de Neptuno, pero no siempre fue así. De hecho, la hinchada rojiblanca hizo suya antes a Cibeles como escenario para sus celebraciones. El Real Madrid llegó después. Y luego el sentir de la gente provocó que, festejo tras festejo, cada afición y cada equipo se quedara con una de las fuentes, vecinas entre sí. Todo ha cambiado mucho desde 1962...
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En verdad, el club rojiblanco ya hizo un guiño a la diosa Cibeles tiempo atrás. En 1953 el Atleti cumplió 50 años y para celebrar las Bodas de Oro, como recuerda Alfredo Relaño en un artículo de la serie Memorias en Blanco y Negro, se diseñó un trofeo en el que aparece la estatua de Cibeles, alrededor de la cual cuatro chicos y chicas levantan una bandeja con el escudo del Atlético, presidido entonces por el Marqués de Florida.
El 5 de septiembre de 1962, el Atlético conquistó la Recopa de Europa ante la Fiorentina. Y allí, en la fuente de Cibeles, se congregó por primera vez una multitud de aficionados para celebrar un éxito deportivo. Entonces, la sede del club estaba en la calle Barquillo, muy cercana a la plaza y se improvisó aquella reunión junto a la diosa. Tampoco sabían entonces que estaban abriendo una tradición. Y el madridismo se apuntó a ella. De hecho, durante muchos años Cibeles acogió a su alrededor tanto a una como a otra afición para que celebraran sus triunfos.
El Mundial y la Quinta del Buitre
Uno de los festejos más sonados fue en 1986, con el 5-1 de España a Dinamarca en el Mundial. Muchos hinchas se bañaron en la fuente y se escucharon cánticos como “¡Oa, oa, oa, El Buitre a la Moncloa!” y “¡Se nota, se siente, El Buitre presidente!”. Aquella era una selección muy madridista y la balanza se empezó a inclinar. Fueron además años de éxitos para el Madrid, que ganó cinco Ligas seguidas, celebradas en Cibeles junto a centenares de hinchas. Así, la diosa empezó a asociarse con el equipo blanco.
¿Y qué ocurrió? La afición del Atlético empezó a replantearse el vínculo. En 1991, los rojiblancos ganaron la Copa del Rey al Mallorca (1-0). La final fue en el Bernabéu, así que la inercia de bajar la Castellana invitaba a acudir a Cibeles a celebrar, pero un cambio de guion y los hinchas decidieron avanzar medio kilómetro más, hasta la fuente de Neptuno. El dios del mar y de las aguas fue el centro del festejo y, así ha sido desde entonces. Desde entonces, ya sí, Real Madrid y Atlético tienen su fuente y su divinidad para celebrar sus grandes éxitos.