“Cuando conocí a Carvajal estaba resignado ante sus lesiones”

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que Dani Carvajal, uno de los principales artífices de la Decimoquinta, no “volaba” por la banda, no marcaba goles ni daba asistencias y no frenaba a los mejores atacantes europeos. Durante dos temporadas (20-21 y 21-22), sufrió un calvario de nueve lesiones, con 69 partidos perdidos y 345 días fuera de combate. En medio de esa tenebrosa espiral de frustración apareció su ángel de la guarda. Itziar González de Arriba (Irún, 1978) surgió como un oasis en el desierto. Fisioterapeuta, osteópata, nutricionista, con varios másteres y una formación brillante, contribuyó de forma decisiva a sacarlo del túnel oscuro y ponerlo de nuevo en órbita. Tras completar la mejor temporada de su carrera, Itziar explica cómo fue su proceso de rehabilitación y comparte su alegría con AS.

¿Qué sintió con el gol de Carvajal en Wembley?

Fue una sensación preciosa, una satisfacción personal increíble, como si fuera una madre orgullosa de lo que ha logrado su hijo con mucho esfuerzo, superando muchas adversidades y levantándose muchas veces más fuerte después de cada caída. Así lo hizo él hasta recuperarse.

Usted fue vital en su recuperación física como jugador y anímica como persona….

Por suerte, las lesiones y los problemas metabólicos quedaron atrás hace tiempo y ahora sólo debo vigilar que todo siga bien y ayudar a los servicios médicos del Real Madrid a intentar mejorar su rendimiento, su velocidad y su fuerza. Ese gol recompensa muchas frustraciones y demuestra que es el mejor lateral del mundo y uno de los mejores de siempre.

¿El gol fue la culminación a una obra que ha supuesto mucho tiempo y esfuerzo?

Algo así. Al ver cómo entraba el balón, sentí una especie de gran paz interior y pensé que por fin lo había logrado todo. Se lo merece, pero esto no para y ya estamos preparando la Eurocopa.

¿Cuándo vio por primera vez a Carvajal y cómo estaba?

Fue en noviembre de 2021, en Madrid. No diría que estaba desesperado sino resignado e incrédulo por su racha de lesiones y por haber probado de todo, incluso varias dietas diferentes. Lo cierto es que se cuidaba mucho y lo sigue haciendo, es muy profesional y siempre ha sido así, pero había algo que no funcionaba bien.

¿Sus continuos problemas musculares eran culpa del gluten?

No debo entrar en detalles ni en temas personales, pero cuando yo lo vi por primera vez ya había eliminado el gluten de su dieta. Lo que hicimos fue un trabajo personalizado en el que cuidamos todos los aspectos de la nutrición y buscamos la regeneración y la correcta expresión de sus genes. La dieta que elaboramos para él era tan específica que no valdría para otro futbolista. Tenía pautas diarias y seguimiento continuo. Ojalá fuera todo tan fácil como quitar el gluten, pero con eso sólo no se arregla todo por arte de magia. Es cierto que fue un factor clave, pero hay mucho más detrás de su recuperación.

Eliminados los alimentos con gluten, ¿por cuáles los sustituyó?

Pautamos lo que debía comer en función de los entrenamientos y de las sensaciones diarias. Nos aseguramos que la carga de glucógeno muscular fuera óptima para minimizar el riesgo de nuevas lesiones. El desayuno era completo, diverso y de digestión rápida. Ha comido mucha verdura y, sobre todo, brócoli. También ha ingerido mucha fruta, legumbres, arroz y más pescado que carne. Cuando había alguna carencia lo acompañábamos de suplementos nutricionales. Todo ello coordinado con los servicios médicos del club.

¿Cuánto empezó a notar mejoría?

En la primera semana ya hubo cambios notables.

¿Le sorprendió su evolución?

Sí, mucho, porque se notó enseguida una mejora en las digestiones, el sueño, la piel, la ausencia de dolor en las articulaciones al levantarse y de los músculos tras un entrenamiento intenso. Mejoró mucho y rápido. Eso favoreció que siguiera confiando en lo que estábamos haciendo.

Le regaló una camiseta en la que escribió que le hizo comer brócoli a todas horas…

(Risas) Sí, fue el alimento bandera de la dieta de Sergio Canales y contra el Covid. A Dani también le viene muy bien, ha sido de gran ayuda y le insisto en que lo coma todos los días si puede. Ha sido un gran aliado. Sin embargo, hay a otros jugadores o personas a los que se lo excluyo de la dieta porque no les va bien. Cada caso es diferente.

Entonces, ¿los alimentos curan?

Lo hacen cuando son capaces de cambiar la mala expresión genética que sufre una persona. Eso se llama nutrigenómica. Yo también soy fisioterapeuta y me especialicé en utilizar esta técnica con mis pacientes. Funciona muy bien para paliar y eliminar ciertos dolores y la mayoría empiezan por problemas del aparato digestivo, que vienen provocados por la mala alimentación que lleva la población en general.

¿Canales fue su primer paciente célebre y su mejor arma publicitaria?

Fue el primero que comenzó a divulgar mi método y mis resultados de forma masiva y sigue haciéndolo para dar esperanza a deportistas que han sufrido tanto como él. Es una gran persona con un corazón inmenso, igual que su mujer.

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A Rodrygo Goes también lo ha tratado…

En este caso debe ser él quien hable de ello. Me alegro mucho de sus éxitos y de sus goles.

¿Usted también jugó al fútbol federado?

Sí. Jugué en División de Honor y era lateral derecha. Metí algún gol, pero ninguno de cabeza (risas).

¿Cuál es el mayor “milagro” que ha visto en sus más de 20 años de profesión?

Muchos. Hay bastantes casos sin explicación médica. Algunas enfermedades degenerativas que he tratado se han resuelto o han mejorado muchísimo. Por ejemplo, casos de Crohn, colitis ulcerosa, esclerosis múltiple, fibrosis hepática, artritis reumatoide, psoriasis, migrañas, problemas respiratorios, osteoporosis, embarazos complicados,…

La fisiogenómica es una aportación suya, ¿en qué consiste?

Yo lo llamo así porque mezcla fisioterapia, nutrición y nutrigenómica. En cada persona tenemos que buscar por síntomas, análisis e intervenciones qué alimentos limitar por producir una mala expresión genética, pero todas las pautas están basadas en la Pirámide de la Dieta Mediterránea. Hay que eliminar alimentos procesados, plásticos, azúcares, embutidos, sal, grasas hidrogenadas, bollería, alcohol, demasiado café, tabaco,…En general, todo el “veneno” que le gusta a la gente (risas). De los elementos naturales, a veces suelo eliminar también la leche.

¿Es cierto que a Marcos Acuña, argentino del Sevilla, le retiró el mate?

Sí. Le gustaba mucho, pero eso le ayudó y por eso me quiere y me odia a partes iguales.

¿Hay algún alimento especialmente recomendable?

Claro. El brócoli. Ya lo dicen Canales y Carvajal. En general, todas las verduras, pero en la cantidad adecuada porque en exceso también pueden perjudicar. De todas formas, no hay dos dietas iguales.

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¿Tiene lista de espera de jugadores profesionales?

Lamentablemente hay más jugadores que quieren ser tratados de los que yo puedo atender por falta de tiempo.

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¿A cuántos jugadores de Primera División trata o ha tratado?

Aproximadamente cuarenta.

¿Le llaman incluso en vacaciones?

¿Vacaciones? Lo he pasado mal porque he visto cómo se me va la vida sin fines de semana libres, festivos o tiempo para desconectar con mi familia en verano o en Navidad, pero me he autoconvencido de que mi trabajo también es mi ocio. Somos esclavos de nuestro trabajo. La recompensa es la interacción con los pacientes, compartir sus alegrías y sus experiencias y emocionarme si en el minuto 74 de una final de Champions uno de ellos es capaz de marcar el gol decisivo y conquistar el decimoquinto título europeo para su equipo.

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