Cristian Herrera ya no es el último de la fila
El delantero grancanario se suma a la larga lista de goleadores de Las Palmas: 10. Marcó en Primera División más de ocho años y medio después.
Diez años después de irse al Elche, Cristian Herrera volvió a Las Palmas para jugar en Primera División, competición que no cataba desde el año 2015 precisamente con el equipo levantino. Su último gol en la categoría, antes de aquel del pasado viernes, fue el 6 de abril de 2015, cuando el propio Elche le arrancó un empate en su campo al Espanyol. Hace tres días lo hizo, por fin, en casa.
Ese grito al lluvioso cielo de Gran Canaria del pasado viernes le supuso al delantero grancanario la mayor de las liberaciones. Ocurre que, por más que se fajara en los entrenamientos, no conseguía hacerse un hueco en el equipo más allá de rellenar las convocatorias. De momento no faltó a ninguna, siempre teniendo por encima a competidores por el puesto como Sandro, Marc Cardona Sory Kaba e incluso Munir, recurso habitual de García Pimienta para ocupar el eje del ataque amarillo.
Sea como fuere, Herrera obtuvo ante el Getafe la mayor de las recompensas tras sustituir a Sandro en el minuto 85, con el partido a punto de consumirse. Se dejó todo lo que pudo, achuchando en defensa como el que más y galopando por el frente de ataque como en el descuento, cuando hizo el 2-0 desde el corazón del área madrileña tras una gran asistencia de Marvin.
Con ese gol, el primero que marca desde que fichara el pasado verano por Las Palmas, su equipo suma ya 10 realizadores. La UD ha perforado 13 veces las porterías rivales, imposible sacar mayor beneficio a tan poca producción ofensiva. También han marcado Kirian (2), Jonathan Viera (2), Marc Cardona (2), Kaba, Araujo (hizo el 1-0 ante el Getafe), Benito, Moleiro, Munir y Coco.
Sin embargo, ninguno optimiza sus minutos como el bueno de Cristian Herrera. El espigado ariete apenas ha jugado 98 minutos, distribuidos así: Real Madrid (90), Getafe (5), Villarreal (2) y Granada (1). Ya alertó García Pimienta de lo injusto que estaba siendo con él. Ahora, ese agónico gol contra el Getafe, aquel grito liberador y esas lágrimas de redención le permiten dejar de ser el último de la fila de Las Palmas.
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