Craioveanu: “El Madrid está dolido y va a reaccionar”
El otrora delantero, primer goleador ‘groguet’ en Primera con un tanto en el Bernabéu, atiende a AS: “El Villarreal acabará en zona Champions”.
Charlar con él es siempre una delicia. Gica Craioveanu (Rumanía, 1968) nació decidido a afrontar la vida con una sonrisa. El buen humor es su escudo contra la adversidad. Locuaz, afable y siempre divertido, el delantero que llegó a San Sebastián desde Craiova, en 1995, encontró en España su hábitat ideal. Después de tres años en Donosti, aterrizó en Villarreal y se convirtió en el autor del primer gol groguet en Primera al marcar en el Bernabéu, en la jornada inaugural de la 1998-99. Cuatro años de amarillo dieron paso a otros tantos como azulón en Getafe. Ahora paladea y disfruta con calma cada día en Castellón, visita La Cerámica cuando sus obligaciones se lo permiten y sigue muy de cerca cada paso de sus equipos. Y charla con AS.
Entrevista
―¿Sigue manteniendo el restaurante en Getafe?
―Ya no, lo vendimos. Si soy sincero abrí el restaurante, con mi ex compañero Riki como socio, porque no sé cocinar y así tenía un sitio de confianza donde ir a comer (ríe).
―No va mal su Villarreal a pesar de tantos cambios…
―Tercero a un punto del Madrid. Vamos bien. Desde la llegada de Marcelino y un periodo de adaptación, la perspectiva de la afición ha mejorado mucho. El equipo es reconocible, juega bonito y consigue buenos resultados.
―¿Es usted optimista?
―Por supuesto. Al empezar la temporada he apostado que acabará en zona Champions. Lo veo entre los cuatro primeros. El problema es que nadie quiere apostar conmigo, porque casi siempre pierden (ríe).
―¿Le ilusionan los nuevos fichajes?
―Sí, sobre todo Ayoze. Es bueno y listo. Arriba han llegado Barry y Pépé, uno más potente y otro más hábil, pero los dos aportan mucho. Hay buen equipo. Y todavía falta Gerard Moreno, que es el emblema del Villarreal. Es una pena que esté teniendo tantos problemas con las lesiones.
―Ahora llega el Madrid... ¿Cómo lo ve?
―En Lille no me gustó nada. Fue un equipo plano, previsible y poco eficaz, salvo el arreón final. Es una evidencia que no están jugando bien.
―¿Todo se explica por la marcha de Kroos... o hay algo más?
―Kroos era fundamental. Sabía manejar el equipo como nadie. Era un jugador único, no hay otro como él. Sin él, el estilo es diferente. Ha pasado de dominar el juego a robar y correr. Y todo cambio necesita un proceso.
―¿En el medio hay mucho músculo y poca creatividad?
―Sin duda. En Lille al Madrid se le encendieron un poco las luces cuando entraron Modric y Güler, porque Valverde, Camavinga y Tchouameni son fuertes físicamente y abarcan mucho campo, pero no tienen la facilidad de otros para dar el último pase.
―¿El Madrid necesitaba un centrocampista de calidad, antes que a Mbappé?
―Por la confección de la plantilla, es así. Era imprescindible buscar un sustituto para Kroos y Florentino debería haber hecho ambas cosas: Mbappé y un centrocampista top.
―¿Quién podría hacer el papel de Kroos?
―Un jugador como él no lo hay y el Madrid lo nota. Podrían haber ido a Barcelona para fichar a Pedri (ríe). Tal vez el más parecido sea Gündogan.
―¿Y Rodrigo?
―Es un jugador impresionante, pero de características diferentes. Es más dinámico y recuperador, pero Kroos tenía la virtud de la pausa, el balón parado y el último pase. Eso lo echa mucho de menos el Madrid.
―Dice Ancelotti que la derrota en Lille puede venir bien como aviso...
―Estoy de acuerdo. Cuando llevas tantos partidos sin perder llega un momento en el que te relajas, te acomodas y eso no es bueno. Hace falta un toque de atención para recuperar la energía y la motivación.
―¿Espera, entonces una reacción frente al Villarreal?
―Seguro que sí. Están dolidos y van a reaccionar. Además, en el Bernabéu es otro equipo. Yo he jugado muchas veces allí y los partidos se hacen eternos. A muchos jugadores les acojona ese estadio, yo lo he visto. Ese escudo y esa camiseta influyen en la mente de los rivales. Será complicado que el Villarreal consiga dar la sorpresa, aunque tiene argumentos para ello. De hecho, creo que tiene cualidades para ganar a cualquier equipo de Europa si tiene un buen día. Como soy atrevido voy a apostar por un 2-2…
―Usted marcó el primer gol en la historia groguet en Primera…
―¡Y en el Bernabéu! Supe elegir bien. Fue un centro de Moisés, que la puso en el segundo palo para que yo rematase abajo. Illgner no pudo hacer nada. La pena es que acabamos perdiendo 4-1 y yo terminé fuera del partido antes de tiempo por una entrada durísima de Roberto Carlos.
―En el Camp Nou mejoró su actuación. Doblete y victoria por 1-3 ante Van Gaal…
―Fue de los partidos que más prestigio me dio, aunque no de los mejores que hice en España. Recuerdo que al coger el teléfono tenía 222 mensajes... ¡Y eso que no existía aún WhatsApp!
―Aquello acabó en pañolada en Barcelona, pero el final del cuento fue muy distinto...
―¡Y tanto! Después de aquello estábamos empatados con el Barcelona, pero nosotros nos creímos más de lo que éramos y acabamos bajando a Segunda. Estuvimos 14 jornadas sin ganar. El Barça, por el contrario, reaccionó y acabó ganando el título.
―En un derbi valenciano en El Madrigal le felicitó el entrenador del Valencia…
―Ganamos 1-0 con un gol mío justo al final y Ranieri, que era un caballero, entró al vestuario para felicitarme por el gol y por el cumpleaños, porque aquel día cumplí 31.
―¿Qué recuerdos tiene de sus duelos contra el Madrid?
―Me quedo con dos jugadores que me impresionaban. Zidane, por su elegancia, y Ronaldo Nazário. Es el mejor delantero que he visto en mi vida. Aquella arrancada de búfalo era imparable.
―El Villarreal ha cambiado mucho desde que usted llegó…
―De forma radical. Creo que es el club que más ha evolucionado en el mundo. Cuando yo llegué no teníamos ni campo fijo para entrenar y había una caseta con dos duchas para 25 jugadores. Imagine lo que era eso (ríe). Fernando Roig ha hecho un trabajo excepcional. El estadio, la ciudad deportiva y la gestión son de primer nivel.
―Usted fue compañero de Imanol, Unai Emery y Javi Gracia. ¿Quién le ha sorprendido más como entrenador?
―Imanol y Unai, porque como jugadores eran muy tímidos y casi no hablaban. A Javi se le veía de lejos que tenía futuro, porque había estudiado ingeniería, estaba muy preparado para todo y era un buen comunicador.
―¿Quién ha sido su compañero con más talento?
―David Silva. El Chino tenía un talento brutal. Su clase y visión de juego eran impresionantes. Luego me quedaría con Javi De Pedro, que tenía una zurda de lujo... y Hagi, en la Selección.
―¿Y de los rivales?
―Ronaldinho ha sido el mayor talento de la historia del fútbol moderno. Siempre jugaba sonriendo, incluso cuando perdía. Actualmente valdría 500 millones de euros.
―¿Y el defensa más duro que le ha marcado?
―¡Ufff! Xavi Aguado, del Zaragoza, tiene muchas papeletas para ser medalla de oro. Me rompió la nariz de un codazo y todavía me acuerdo de él cuando me cuesta respirar. Pablo Alfaro, Javi Navarro, Andrinúa, Prieto o Martagón eran centrales que, por donde pisaban, no volvía a crecer la hierba (ríe).
―¿Qué supone el adiós de Iniesta para el fútbol?
―Andrés ha sido una maravilla. A veces me he preguntado cómo puede caber tanta clase en un cuerpo tan pequeño. La foto en la que está rodeado por cinco jugadores italianos me entusiasma. La injusticia que se cometió con él no dándole el Balón de Oro en 2010 es inaceptable.