Contrato millonario para Brahim
El malagueño dispara su caché con su rendimiento deportivo y, según ha podido saber AS, cambia de marca con un lucrativo acuerdo que potenciará su estatus mediático.
Con una mano en el pecho en señal de agradecimiento. Así se marchó del derbi, en medio de la ovación cerrada del Santiago Bernabéu, Brahim Díaz. El MVP de la noche, tras descorchar el duelo ante el Atleti y casi sentenciarlo con una jugada de dibujos animados (”me voy con el coraje de no haber marcado la última”), caminaba hacia el banquillo sobre sus Nike. No fue un paseo más. Escondía tintes a despedida. Porque, según ha podido saber AS, el malagueño cambia de marca. Tras 14 años con la multinacional estadounidense, Brahim pasará a ser una de las imágenes potentes de Adidas. Un contrato millonario, mucho, que colocará al 21 del Madrid en una nueva dimensión mediática. Brahim regateará sobre The Three Stripes (las tres rayas) a partir de ahora.
Este miércoles Brahim ha comenzado a testear sus nuevas armas en el entrenamiento del equipo. Y, si todo sigue el curso esperado y el camino previamente trazado, el partido contra el Girona del sábado (18:30 horas) está marcado en rojo como el día esperado para el estreno. No ha sido una decisión sencilla. Nike ha apretado y pretendía renovar el vínculo. Pero la apuesta de Adidas ha sido muy fuerte. Primero, por el tamaño del acuerdo. Titánico. Después, por el importante escalafón al que elevarán al atacante blanco dentro de la constelación de estrellas de la empresa alemana. “Para dejar Nike después de 14 años...”, contextualizan fuentes conocedoras de los detalles del proyecto a este periódico.
Leo Messi, Mo Salah, Karim Benzema, Pedri, Dybala, João Félix... y ahora Brahim Díaz. El nuevo integrante de una galaxia, la Adidas, con su compañero y amigo Jude Bellingham (también les une su estupenda relación personal) como icono de la marca en Europa. El aterrizaje del inglés en el equipo blanco le colocó en una nueva dimensión. Ídem con el malagueño, con quien buscan crear un vínculo irrompible entre jugador y marca. Una relación que entrelace los valores de ambos. Aunque si Adidas ha luchado por echar el lazo a Brahim es porque ya hay una identificación bidireccional.
“Hacer fácil lo difícil”
Del Impossible is nothing al ”con trabajo siempre se consiguen las cosas”. Lo primero, el lema que sirve de leitmotiv para la firma de las tres rayas. Lo segundo, el significado de la celebración de los goles del mediapunta. “Hacer fácil lo difícil”. Un modo de vida convertido en encogimiento de hombros por cada tanto anotado. Ya lo ha hecho en siete ocasiones este curso. Una filosofía donde reblar no es una opción. Sobre esa capacidad de crecerse ante los obstáculos cimenta Brahim su crecimiento en el Real Madrid. No torció el gesto cuando la temporada empezaba empinada. El objetivo tras sacar nota en su Erasmus en San Siro era asentarse en el Madrid. Reto complejo. Brahim era (y es) consciente.
Las oportunidades se resistían y optó por mantener el pie en el acelerador en los entrenamientos hasta que llegase la ocasión de meter sexta sobre el verde. Lo hizo. Gol en su primera titularidad (a Las Palmas en el Bernabéu) a pesar del hombro luxado (aún le molesta). Y ha seguido sumando hasta participar en diez tantos (a los siete anotados suma tres asistencias) en 1.066 minutos. Cada 106,6′ aparece en la foto del festejo. Si Ancelotti albergaba alguna duda cuando amanecía la 2023-24, para el tramo final considera a Brahim una vértebra clave en la búsqueda del Dorado. Su fútbol sigue destilando calle, pero “ha vuelto tras sus años en Milán con más conocimiento a nivel táctico y con más piernas, es más potente. Trabaja mucho. Lo hace bien donde le ponga”. Palabra de Carletto. Según Olocip, empresa que aplica la IA al fútbol en un análisis que valorar la calidad de la acciones y no sólo la cantidad, el malagueño ha sido el mejor futbolista del Real Madrid en 2024. El más decisivo y desequilibrante. Ya toca la puerta de la titularidad. También la de la Selección. Un crecimiento que le ha hecho disparar un caché sobre el que pivota la apuesta millonaria por Brahim.