Comesaña se cruza con Míchel, el técnico que le hizo creer
El gallego y Míchel quedaron campeones en Segunda, en 2017-18, con el Rayo Vallecano.
Un imberbe Santi Comesaña salió por primera vez de su Nigrán natal, en 2016, para firmar por el Rayo Vallecano. A sus 20 años, le costó adaptarse a la capital y no encontró su sitio en el equipo ni con Sandoval ni posteriormente con Rubén Baraja. El equipo de la Franja no funcionaba, en Segunda, y el club reclutó a Míchel que solo llevaba unos meses como entrenador en el equipo juvenil rayista.
Ese día a Comesaña se le abrió una luz. El hoy técnico del Girona empezó a creer en él en ese final de temporada. “Míchel me da una confianza que no me dieron Sandoval ni Baraja”, dijo en su día el hoy jugador del Villarreal. El curso siguiente, el Rayo se salió, quedando campeón y ascendiendo a Primera de la mano de Míchel, en el banquillo, y Comesaña (33 partidos, dos goles) en el centro del campo.
Fue Míchel, en la temporada siguiente, el que le hizo debutar en Primera, en el Metropolitano, pero las cosas no fueron bien y tras su cese (precisamente después de una derrota contra el Villarreal) apenas jugó 13 minutos más en Liga con Paco Jémez.
Ahí sus caminos se separaron para siempre pero ambos fueron creciendo en sus carreras. Hoy se verán las caras en La Cerámica, con Míchel santo y seña en el Girona de Champions y Comesaña como uno de los puntales del centro del campo de un Villarreal que también aspira a Liga de Campeones (sigue el partido en directo en As.com).
Marcelino, con siete bajas
El Submarino llega tras lograr un meritorio empate en El Sadar y de entrenarse toda la semana en la ciudad deportiva José Manuel Llaneza, sin partidos oficiales. El Girona, con la moral baja, tras perder ante el Sturm Graz y dejarse muchas opciones de seguir adelante en Champions. Por ahí tiene ventaja el Villarreal aunque la historia otorga un halo de confianza al Girona. Ha ganado tres de las cuatro veces que ha visitado La Cerámica. Y la última, tuvo premio gordo porque los tres puntos en Vila-real (1-2), en la jornada 7, le supusieron ponerse líder de Primera División por primera vez en su historia.
El Villarreal llega con lo justo, con siete bajas seguras. El último en caer, el ex del Girona Ramón Terrats. Eso sí, al menos recupera a Kiko Femenía y a Pape Gueye, que apunta a acompañante de Barry en punta. Parejo también estará tras retirarle el Comité la quinta amarilla que vio en Pamplona. Míchel, por su parte, va recuperando efectivos a marchas forzadas. Ya solo quedan en la enfermería Yangel Herrera, que no jugará hasta 2025, y Misehouy. Portu ya se está ejercitando con el grupo y Arnau vuelve, tras ser baja en Champions. Van de Beek, que ha estado con gastroenteritis en las últimas horas, no debería tener problemas para jugar.
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