Cinco tests y una duda del Espanyol para visitar el Camp Nou
La plantilla blanquiazul regresó este lunes, día festivo en Cataluña, para preparar el derbi del sábado ante el Barcelona. La lesión de Keidi Bare deja descubierta la medular de Diego Martínez.
Después de disfrutar del fin de semana de descanso, tiempo para pasar en familia y desconectar brevemente tras la Copa en La Palma y el inicio de unos días determinantes (Barça, Celta y Girona), la plantilla del Espanyol ha regresado este lunes, día de Sant Esteve (festividad en Cataluña), a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Sant Adrià. Diego Martínez ha diseñado cinco sesiones para focalizarse en la visita del sábado al Camp Nou, en el derbi que cerrará un año infructuoso para la entidad blanquiazul, un 2022 en el que a nivel deportivo el equipo ha estado por debajo de sus posibilidades.
El derbi será uno de los encuentros que cierra la jornada, por lo que el Espanyol ya jugará sabiendo los resultados de los otros conjuntos ubicados en la zona baja, como Elche, Cádiz, Sevilla y Celta, quienes curiosamente se medirán entre sí, estos dos últimos, el viernes. Los blanquiazules, que se encuentran solo un punto por encima del descenso, esperan no acabar en esas tres últimas posiciones para despedir 2022, por lo que se centrarán en estos cinco entrenamientos en preparar bien un derbi ante un Barça sin Robert Lewandowski y que ha tenido menos preparación que los pericos al contar con hasta 17 mundialistas.
A la espera de conocer la evolución de Rubén Sánchez, quien lleva semanas ya integrado al grupo pero todavía no ha jugado, la principal baja para este encuentro es la de Keidi Bare. El mediocentro albanés, que tuvo que pasar por el quirófano, sufrió una rotura del ligamento interno del tobillo derecho, por lo que permanecerá de baja al menos tres meses. Su ausencia trastoca los planes de Diego Martínez, que en las últimas semanas le había dado la titularidad al jugador junto a Vinicius da Souza para equilibrar mejor el centro del campo.
La ausencia de Bare podría suponer que el técnico gallego regrese a la defensa de cinco jugadores para contrarrestar el potencial ofensiva y el juego de posesión azulgrana, un dibujo que ya utilizó en Anoeta (2-1). Con Óscar Gil y Brian Oliván fijos en los costados, una defensa con Sergi Gómez, Fernando Calero y Leandro Cabrera podría suponer ese armazón que se pierde en meciocampo por la ausencia de Bare. Vicente Moreno ya utilizó un sistema idéntico el curso anterior, cuando el Espanyol perdió 1-0 un encuentro que pudo ganar por ocasiones.
Por delante, con Vinicius, Sergi Darder y Joselu Mato como fijos, las dudas se ciernen en quienes será el cuatro y el quinto jugador en función de la disposición definitiva del equipo. Edu Expósito, Martín Braithwaite y Javi Puado serían dos de esos jugadores en función de si Martínez quiere protegerse más o si en cambio utiliza un jugador como el canterano para correr más a la contra. El delantero danés, además, contará con el componente emocional de regresar a su anterior club.