Chen, en la Junta de la credibilidad
Aprobará el Espanyol un ejercicio 2021-22 con pérdidas de 19,9 millones y las prolongará al actual, incluso tras la venta de RdT. El propietario deberá ser convincente desde China.
Martes y 13. Al mediodía. En formato exclusivamente telemático. Y con la obligación de contar con al menos 100 acciones para poder participar. Así discurrirá la Junta de Accionistas del Espanyol, en la que se aprobarán las cuentas de la temporada 2021-22, el presupuesto del actual curso pero sobre todo se dirimirá la credibilidad del proyecto de Chen Yansheng, de Rastar Group, propietario del 99,6 por ciento de las acciones, y envuelto en una nebulosa de venta inminente tan desmentida hasta la saciedad por su entorno como repleta de movimientos cargados de confidencialidad. Se estrenará en este escenario Mao Ye como CEO, en sustitución de José María Durán.
Saneó a un Espanyol tremendamente endeudado Chen en sus primeros años, reduciendo casi a un importe anecdótico (49,3 millones) una deuda neta disparada, e incluso lo llevó a Europa, de forma casi accidental, tras 12 años de ausencia. Pero todo ha cambiado en el último trienio, con un descenso histórico (la peor puntuación de siempre en Primera) y su consiguiente ascenso, la permanencia como único objetivo, la desinversión en fichajes y la previsión de cerrar tres ejercicios consecutivos con pérdidas. En el 2021-22 se aprobarán por valor de -19,9 millones. Y alrededor de otros nueve están presupuestados para la actual campaña. Unos 40 millones negativos en el periodo 2020-2023, aun con la entrada de la ampliación de capital del propio Chen y del préstamo del fondo inversor CVC.
Porque, y he aquí otra piedra en el zapato de la credibilidad, ni siquiera le ha bastado al Espanyol con la salida de su activo más poderoso ya no para generar a partir de ello un nuevo proyecto deportivo, siquiera para cerrar en positivo. Raúl de Tomás se marchó en septiembre al Rayo Vallecano, a razón de ocho millones (más tres en variables). Y todavía debería el club perico traspasar a algún otro futbolista -si es que no se cubrió ya con salidas herméticas como las de Matías Vargas, Wu Lei o similares- para colmar su presupuesto, de 14,16 millones en ventas, para que las pérdidas a 30 de junio del año próximo no sean aún mayores a esos nueve millones. En su favor podrá mostrar renovaciones como la de Sergi Darder, una plantilla que no se desmoronó en plena pandemia o proyectos patrimoniales como la segunda ciudad deportiva que se contempla edificar.
Deberá convencer a los más de 9.400 pequeños accionistas, y en definitiva a la masa social del Espanyol, en el discurso que articulará virtualmente desde China. Y así podría ser indefinidamente, con él o con cualquier otro propietario venidero, ya que también se aprobará este martes la modificación de los puntos 17 y 20 de los Estatutos Sociales de la entidad, lo que a resumidas cuentas permitiría celebrar indefinidamente Juntas de Accionistas telemáticamente. La APMAE (Associació de Petits i Mitjans Accionistes) votará en contra, igual que en la reelección del auditor. La acción, con Chen en la distancia y el resto del Consejo en el RCDE Stadium, comenzará a las 12:00 horas.