Ceballos, con pasado en el Sevilla
El centrocampista del Real Madrid, que se fue luego al Villamarín y exhibe su beticismo, jugó varias campañas en el club de Nervión. Monchi y Lopetegui intentaron ficharle.
Después de ser titular en el encuentro de Copa ante el Talavera, Dani Ceballos podría de nuevo tener su ocasión este sábado, ante el Sevilla, también por un asunto de motivación que quizá no pase inadvertido para Xabi Alonso: para Dani, que exhibe cada vez que puede un tremendo beticismo, el encuentro ante los nervionenses se convierte en casi un derbi. Y eso que, antes que en el Villamarín, militó varios años en las categorías inferiores de la entidad blanquirroja.
Tras recalar desde su Utrera natal, Ceballos empezó su formación en las categorías inferiores del Sevilla hasta categoría cadete. En la carretera de Utrera recibió el apodo de Dani Nike, porque lucía un corte de pelo con el logotipo de la firma deportiva. Con 13 años, una bronquitis se llevó por delante su temporada y el Sevilla decidió descartarle. Tras un tiempo en el equipo de su pueblo, el Betis se fijó en él y le rescató para su cantera.
En febrero de 2014 firmó su primer contrato profesional como jugador verdiblanco, para debutar en abril en Primera, a las órdenes de Gaby Calderón. Ya en Segunda, con Pepe Mel de técnico, Ceballos comenzó a despuntar y se hizo indiscutible como pilar del ascenso verdiblanco. En julio de 2017, todavía con 20 años y tras ser elegido mejor jugador del Europeo Sub-21, el Real Madrid acordaba su fichaje y, salvo una cesión de dos campañas en el Arsenal, ha jugado desde entonces en Chamartín.
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Antes de recalar en los gunners, por cierto, el Sevilla negoció con el Real Madrid el fichaje de Dani. Aunque todos los protagonistas acabaron negando los contactos, es sabido que Julen Lopetegui, que le conocía bien por haberle hecho líder de su Sub-21 y tenerle también (unos pocos meses, eso sí) en el Bernabéu, acababa de recalar en el Sánchez-Pizjuán y el entonces director deportivo Monchi intentó reclutarle. Finalmente, quizá también por el lío que hubiera supuesto su demostrado beticismo, no se consumó su llegada a Nervión.
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