REAL MADRID - ESPANYOL | CASILLA
Casilla: “Joan García ha hecho bien quedándose en el Espanyol”
De Courtois a Joan García, con Lunin y Pacheco en la recámara, el Madrid-Espanyol va de porteros. Como Casilla, ex de ambos equipos que charla con AS desde su ¿retiro? Salgamos de dudas.
“Mi carrera da para una serie de Netflix”, bromea Kiko Casilla (Alcover, 02-10-1986), tan poco amigo de darse autobombo que ni ha querido anunciar su retirada. Con esa humildad pasó de La Fábrica al filial del Espanyol, con el que debutó en Primera para irse cedido a Segunda B, asentarse al fin en la elite, convertirse en internacional y de nuevo al Real Madrid, esta vez para conquistar tres Copas de Europa. Pupilo de Tommy N’Kono, excompañero de Iker Casillas, Diego López, Keylor Navas y de Thibaut Courtois, entre muchísimos otros, de la portería de este reencuentro entre blancos y pericos departe con AS.
Pero, en primer lugar, desvanezcamos una duda: ¿Ha colgado Casilla los guantes? “Oficialmente, no. No me veo tan importante como para hacer un comunicado, pero es verdad que no estoy buscando equipo, que incluso estoy descartando algunas cosas que me llegan. Así que estoy retirado, pero tampoco hace falta anunciarlo a los cuatro vientos”, asevera. No en vano, en primavera completó el curso de director deportivo (aunque se ve más de ayudante o en un staff), esta temporada comenta partidos de Segunda en televisión (“este domingo me toca un Cartagena-Cádiz, dos de mis ex equipos, tendré que ir con pies de plomo”, advierte) y planea también sacarse el carnet de entrenador de porteros.
“Estoy retirado, pero tampoco hace falta anunciarlo a los cuatro vientos”
Considera Casilla a Courtois “el mejor o al menos uno de los tres mejores del mundo, está clarísimo. Él siempre aparece. Cuando el equipo pasa una mala racha o no está del todo entonado defensivamente, está preparado. Eso es ser portero del Madrid. Incluso después de una grave lesión, retorna como si no se hubiese ido”. En esa relación de los mejores incluye el catalán “a Ederson, Alisson, Ter Stegen y, por qué no, a Lunin. Hizo una gran temporada”.
Incide el portero (o deberíamos decir exportero) en que lo que obró el ucraniano el curso pasado “tiene muchísimo mérito. Comenzó de suplente, se lesionó Courtois, cuando iba a tener la opción de jugar le fichan a Kepa (Arrizabalaga), que se lesiona… Es muy difícil estar preparado mentalmente como lo estaba él cuando entró. Y acabó haciendo un año muy regular”, remarca. “En el club se lo han reconocido con la renovación. Después, el entrenador tenía que escoger para la final, y cualquier decisión era lícita”, añade.
“Courtois siempre aparece. Eso es ser portero del Madrid”
En la otra portería del Bernabéu se situará este sábado Joan García, otro meta seguido por el Madrid y que, en el reciente mercado estival, estuvo a punto de recalar en el Arsenal. “Yo creo que ha hecho muy bien quedándose en el Espanyol. Te puede fichar el Arsenal, incluso puede que juegues, pero a la mínima duda te quitará y pondrá a otro portero, como hicieron con Ramsdale”, avisa Casilla, quien lo expone: “Se gastaron casi 30 millones para ser importante, luego le trajeron a Raya, pasó un segundo plano y se ha tenido que marchar”.
“Joan es joven, quizá aún no tiene el bagaje suficiente y le irá muy bien ser el portero del Espanyol todo el tiempo que él decida. Porque si le ha llegado una oferta así con los partidos que llevaba, relativamente pocos y en Segunda, seguro que dentro de un año o dos le llegarán propuestas iguales o mejores. Y si no, que se quede toda la vida en el Espanyol, ¡ningún problema!”, exclama entre risas.
“A Joan en un año o dos le llegarán propuestas iguales o mejores. Y si no, que se quede toda la vida en el Espanyol...”
Valora igualmente Casilla la “paciencia” que tuvo Joan, durante cerca de dos años sin jugar, a la sombra primero de Diego López y posteriormente de Fernando Pacheco. Y le encanta “la tranquilidad que transmite, que no le tiembla el pie porque puede jugar un balón por bajo con dos rivales presionándole y el arrojo con el que va a por la pelota. Un portero que es valiente tiene mucho ganado”, sentencia.
En ese sentido, le viene a la cabeza al de Alcover “aquella parada del ángel que hizo Joan en Burgos; fue brutal, demostró que no tiene miedo. Es un portero muy completo para la juventud que tiene. Tommy (N’Kono) le ha dado confianza durante unos cuantos años, y ahora Iñigo Arteaga, al que tuve en el Cádiz, seguro que acaba de pulir detalles. Tampoco hay que olvidar a Pacheco: tenerlo a su lado seguro que le está yendo muy bien”, apunta.
“Cuando debuté en Primera, era joven y creí que esa ya sería la realidad, que ya iba a jugar 100 partidos seguidos”, evoca Casilla, quien a diferencia de Joan no estuvo tanto tiempo sin jugar, sino que bajó dos categorías: “La cesión a Segunda B me fue bien porque me dejó claro que el fútbol no es fácil, que jugar cuatro partidos en Primera no significa nada y que tienes que demostrar lo que vales constantemente. Estuve tres años esforzándome para volver al Espanyol, y ese tiempo fue clave, sobre todo mentalmente, para el resto de mi carrera”, zanja.
“¿Lo de Manolo González? Es muy bueno para el fútbol, nunca hay que darse por vencido”
Y, a modo de recompensa, siempre tuvo claro que, en caso de abandonar el Espanyol, lo haría dejando un buen traspaso: “Claro, no, lo tenía clarísimo. Si me tenía que ir, no quería hacerlo gratis. Y tuve opciones, antes del Madrid y de la última renovación, pero me sentía en deuda con el Espanyol, porque confió en mí cuando salí de la cantera blanca y no era nadie”.
De otro de los personajes pericos de esta visita al Madrid, su técnico, celebra Casilla que “es muy bueno para el fútbol, y el espejo para entrenadores que estén ahora en Primera RFEF o más abajo, demostrar que nunca hay que darse por vencido”.
Porque a Manolo González, que hasta marzo jamás se había sentado en un banquillo profesional, “se le ve que ha sufrido mucho, que ha comido mucho fango, y me alegro mucho de que alguien que ha esperado tanto una oportunidad así, haya podido liderar un ascenso y ahora estar en Primera”, celebra alguien que tuvo como entrenadores de JIM a Zinedine Zidane, de Marcelo Bielsa a José Bordalás.
“No he tenido más relación con Iker Casillas por vergüenza; tenía pósters suyos en la habitación”
Y, aunque no quiere el catalán conversar sobre nada que se le parezca ni de lejos a un homenaje por su trayectoria, sí acepta hablar de los guardametas que más le han marcado. “El primero, porque tenía pósters suyos en la habitación, es Iker (Casillas). Poder entrenarme y compartir vestuario con él fue para mí una locura. No he tenido más relación con él por vergüenza, por tenerle en un pedestal. Por la admiración que le tengo, que me tiraba hacia atrás”, desvela. Y apostilla: “Para mí, él y Buffon han sido los mejores de la historia”.
Pero el inventario sigue: “De Diego López, por ejemplo, siempre me fijé en su mentalidad y hábitos incluso cuando no jugaba en el Castilla. Con Courtois solo coincidí seis meses, pero me impresionó su facilidad para hacer paradas, parecía que sin saltar llegaba a la escuadra con la mano. Y Keylor (Navas), que era de los mejores de Europa en ese momento, y eso que su papeleta no era fácil por lo que pasó con De Gea. Es que han sido muchos”, cierra, entre abrumado y feliz por una carrera fabulosa. Que seguirá, no tengan duda, ya sea a través de la pequeña pantalla, algún banquillo o en los despachos.
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