Casemiro, de MVP a suplente
En el United, sólo una titularidad en un mes. Leyendas de los diablos rojos dudan de su fichaje y Antony, que llegó después, sí lo está jugando todo...
Mientras los centrocampistas del Real Madrid están de dulce (especialmente Tchouameni), a Casemiro le ha tocado aprender a vivir una situación inesperada en el United. Un mundo nuevo, el de la suplencia prolongada. Justo ayer cumplió un mes en Mánchester y aunque su fichaje fue recibido con alborozo entre la afición mancuniana y el club se gastó 72 millones (más 13M€ en variables) por él, Ten Hag está pasando del brasileño.
Desde Old Trafford se han venido filtrando comentarios positivos y hasta emocionantes sobre Case, como sus cicatrices aún visibles de un Clásico que hablan del espíritu guerrero del mediocentro, pero la realidad va por otro lado. En un mes, sólo una titularidad, el pasado día 8 en la Europa League y el United cayó en casa contra la Real Sociedad... Casemiro no sabe lo que es jugar de inicio aún en la Premier League.
Hace veinte días, Ten Hag ofreció una primera explicación a la que sigue encadenado. “Casemiro es nuevo en el equipo y tiene que adaptarse. Tiene que acostumbrarse a mi forma de jugar al fútbol. Además, McTominay está jugando muy bien...”. El holandés, cuyo palmarés internacional es inexistente, no viene considerando aún preparado a un titular con Brasil, cinco veces campeón de la Champions y que fichó por el United una semana después de ganar el MVP en la Supercopa de Europa en Helsinki. Los pájaros disparando a las escopetas.
El caso es más sangrante porque Antony, al que sí fichó personalmente porque lo conocía del Ajax y también fue una inversión potente (100M€), ha sido titularísimo casi nada más bajarse del avión. No literalmente, porque fichó el 30 de agosto y el 1 de septiembre contra el Leicester no fue convocado por ser demasiado prematuro, pero desde entonces es indiscutible. Titular en los tres partidos en los que ha estado disponible, incluido un partido de los grandes para los diablos rojos, el 3-1 al Arsenal antes del parón por el fallecimiento de Isabel II.
El papel de Casemiro, a diferencia del de su compatriota, está siendo en algunos momentos más anecdótico que otra cosa. En Tiraspol saltó al terreno de juego tras el descanso cuando su equipo ya ganaba 0-2 al Sheriff y tenía el partido controlado. Contra los gunners, más de lo mismo. Entró en el minuto 80 con el 3-1 luciendo en el marcador y debido a una lesión de Rashford.
Casemiro está poniendo de su parte para la adaptación (ha empezado a tomar clases de inglés y encontró casa en los días siguientes a su fichaje) y su apuesta y la del United es a largo plazo (hasta 2026), pero aquella presentación icónica a pie de césped contra el Liverpool, casi en modo salvador, ha perdido fuelle. Algunas leyendas del United se cuestionaron si su fichaje era adecuado (“¿Es el fichaje necesario? No lo creo”, llegó a escribir Wayne Rooney) y otras prevén brotes verdes, como Paul Scholes (“Se terminará abriendo camino, pero le va a costar un poco”). Problemas para Casemiro que, en el Madrid, no existían.