Carreras, inversión asegurada
El lateral justifica los 50 millones que costó y sale del bache que le provocó el derbi. Es el madridista que más interviene y que más pases da.
La historia del lateral izquierdo del Real Madrid no es cualquier historia. El club blanco, el más importante de todos en el fútbol a nivel de títulos, ha tenido leyendas en prácticamente cada puesto, pero precisamente en el carril zurdo ha creado una escuela propia, la que cultivaron durante 30 años entre dos brasileños: Roberto Carlos y Marcelo. La conclusión es clara: en el Madrid el lateral izquierdo no es sólo un defensa, sino también un engranaje vital para el mecanismo ofensivo del equipo.
Esa cultura se vio interrumpida durante algunos años con la presencia de Mendy, un estupendo defensor pero con grandes dificultades para el juego asociativo. Fran García es una figura intermedia y Xabi confía mucho en él, pero le cuesta tener continuidad. Y por todo eso el Madrid se decidió el pasado verano a ir a por un lateral que recupere esa tendencia, aunque no le salió barato: 50 millones le tuvo que pagar al Benfica para recuperar a Álvaro Carreras, que se marchó años antes de la cantera blanca para buscar mejores oportunidades.
El fútbol terminó enseñándole el camino de vuelta al gallego, al que hasta ahora tampoco se le había visto demasiado en ataque. La superpoblación blanca en el perfil izquierdo (Vinicius, Mbappé cuando cae por allí, Rodrygo...) dificulta que el lateral profundice, pero ante el Valencia lo hizo y así logró su primer gol con el Madrid. Qué digo gol, golazo: un latigazo desde la esquina del área, directo a la escuadra.
No se lo esperaba nadie, ni los defensores del Valencia ni su portero. Tampoco el propio Carreras: “Siempre digo que esas cosas no se piensan, tienen que salir de dentro. Gracias a Dios”. Y la comparación con Roberto Carlos, claro, sale sola, pero él la rehúye: “No, no, eso son palabras mayores (ríe). Es un orgullo. No tenía prisa por marcar, mi trabajo es otro. Pero siempre que se pueda ayudar, lo intentaré. Siempre soñé con poder jugar aquí”.
AS responde
Es un buen lateral pero debe de mejorar mucho mas los pases cortos y largos bajo presión, porque pierde muchos balones así
Hola, José Manuel. Quizás tengas razón en esa percepción, pero Carreras tiene registros altos de precisión en el pase (90% de acierto, que alcanza el 92% en campo propio).
Como bien dijo, su trabajo es otro y muy bien que lo hizo ante el Valencia. La suya fue una exhibición en dos sentidos. Fue el mejor madridista en recuperaciones (12), entradas ganadas (tres), pases completados en total (83) y en el último tercio (38)... Su dato de goles esperados fue de sólo 0,02; ese chutazo que nadie vio venir recorrió el 0,98 restante.
Si algo tiene Carreras es que su presencia en los partidos es constante. Si no tiene hueco para profundizar por la banda, suele lanzarse por el centro para ayudar en la creación y así logra datos como este: ante el Valencia intervino en 122 ocasiones, 16 más que el segundo (Bellingham). Y no es un evento aislado: es el jugador con más toques de balón en el Madrid este curso (1.184), también el que ha dado más pases (883) y el que ha entregado bien más desplazamientos de balón (791). En la Liga, sólo Pedri le supera en estas tres estadísticas.
Carreras tras el derbi
Lo que el duelo ante el Valencia demuestra es que Carreras se ha instalado del todo en el Madrid y, además, ha mostrado resistencia para levantarse tras llevarse su primer palo: el derbi del Metropolitano. Aquel día nadie anduvo a su mejor nivel, pero el caso del lateral fue notable, estuvo muy perdido durante todo el encuentro y el Madrid lo notó.
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Carreras se olvida del derbi
Hasta entonces, llevaba un línea ascendente suave, pero constante. Aquello supuso un palo y lo arrastró durante algunos días, pero los últimos choques han encauzado su camino: ante la Juventus estuvo bien y frente al Barcelona secó a Lamine Yamal, como ya había hecho con el Benfica. Contra el Valencia no tuvo demasiado trabajo en defensa, dado el enorme dominio blanco durante todo el duelo. Ahí se permitió soltarse la melena en ataque y el resultado fue ese golazo, el primero de quién sabe cuántos para un Álvaro Carreras que sigue confirmando día tras día que fue una inversión de las buenas.
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