Carrasco vuelve... buscando a Carrasco
El belga ha regresado del Mundial aún más devaluado de cómo se fue, a años luz del futbolista que era la temporada pasada, el mejor del Cholo.
En apenas unos meses, Yannick Carrasco parece muy lejos del Yannick Carrasco que era al final de la temporada pasada. El belga, el mejor futbolista del Cholo en la 21-22, se ha diluido como azucarillo en el agua. No queda ni rastro. Tampoco en el Mundial de Qatar. La fecha se presentaba como una bisagra, un antes y un después de uno de los jugadores a los que los grandes clubes de Europa miraban el verano pasado. Era la pieza más codiciada de una plantilla, la rojiblanca, con más oscuros que claros en la temporada, con el objetivo cumplido, clasificarse entre los cuatro primeros de LaLiga, pero a trompicones, con mucha irregularidad. Y solo un nombre deslumbrante: Yannick Carrasco.
El pasado mercado estival, el Tottenham valoró pagar su cláusula de rescisión, 60 millones, para llevárselo a la Premier (el Atlético no valoraba su salida por otra cantidad, su cláusula, a ella remitía a todo aquel que se acercaba al Metropolitano a preguntar). Hoy hasta eso parece lejano. La primera parte de la temporada le devaluó profundamente, un futbolista acelerado y sin peso, algo que el Mundial ha ahondado. Bélgica de vuelta en la fase de grupos, con un rendimiento tan pobre que hasta lo destaca la inteligencia artificial (IA) de Olocip: Carrasco fue el futbolista que más penalizó a la selección de Bélgica con sus acciones, con un -0.75 en 77 (el que más aportó por Courtois con 1.37 en 131). La cuenta @atletico_stats con datos y estadísticas pormenorizadas alrededor del Atlético en Twitter resumía con los siguientes su paso en Qatar: “Se va de Mundial tras una decepción y con unos datos terribles: sin rematar a puerta, sin generar una ocasión, sin jugar un partido completo, sin completar más que un regate, sin completar un centro”.
Regreso con deberes de Carrasco
El belga se incorporó al Atlético el miércoles junto a su compañero Witsel aunque ese día su trabajo fue solamente en el gimnasio. Hoy ya se ejercitaron con el resto con un objetivo en la cabeza, dejar atrás la decepción del Mundial y reencontrarse con su mejor versión, esa del Carrasco con la velocidad del relámpago pegado a la cal, con calidad y buena conducción de balón, con regate y desborde, tremendamente peligroso en tres cuartos de campos. Contagiado por el tono grisáceo que no ha abandonado al equipo del Cholo desde que la temporada comenzó el reseteo general en su caso es también particular: el Atlético necesita del mejor Carrasco para regresar de este parón como desea, como lo hizo tras el parón por la pandemia en 2020, de mentón alto y escapando de las sombras, abrazado a su mejor versión. La sombra de Samuel Lino, por cierto, está ahí...