Cancelo se reencuentra con una afición que le hizo ‘llorar’
Mestalla le cantó el ‘Cancelo, canalla fuera de Mestalla’ aunque en su despedida, el portugués se marchó ovacionado y entre lágrimas.
Joao Cancelo llegó como un niño a Valencia y se hizo mayor a base de palos y zanahorias por parte de Mestalla. El hoy lateral del Barça regresa al estadio del que se despidió entre lágrimas y ovacionado el 18 de agosto de 2017 pero que, durante las tres temporadas que vistió de blanquinegro, vivió una especial relación de amor-odio con la grada.
Al portugués no le benefició nada llegar de la mano de Jorge Mendes justo cuando Lim ya tenía el club comprado aunque faltaba oficializar el traspaso de las acciones. Por eso, fue el propio Lim quien lo compró a través de sus empesas al Benfica y, una vez que fue máximo accionista, revenderlo al Valencia. La cifra (15 millones) se consideró desorbitada para un jugador sub-21 con muchas carencias en defensa. Incluso Rufete y Ayala, que componían la dirección deportiva ché lo tasaban en 5 millones de euros aproximadamente.
Su llegada ya fue traumática. Un Cancelo de apenas 20 años llegó a Valencia un jueves de agosto de 2014 y hasta el miércoles siguiente estuvo escondido en un conocido hotel de Valencia a la espera que Mendes, Lim y el Benfica se pusieran de acuerdo en la cifra de su traspaso. Una vez oficializado su fichaje, su primera temporada en Valencia fue decepcionante, apenas jugó 10 partidos, con Nuno. Las siguientes dos temporadas fueron mejores a nivel individual aunque la inestabilidad en el banquillo (tuvo hasta seis entrenadores: Nuno, Voro, Neville, Ayestarán, Prandelli y Marcelino) no ayudó en lo colectivo.
Cancelo fue silbado en algunos partidos pero fue en la temporada 2016-17 su gran encontronazo con la grada de Mestalla. El luso marcó un gol contra el Deportivo y mandó callar a la grada. Aunque a los pocos segundos se retractó y pidió perdón. No le sirvió de nada. Mestalla le cantó: “Cancelo, canalla fuera de Mestalla”. La relación con Mestalla se recondujo. Hasta el punto de que en el primer partido de la siguiente temporada, ante Las Palmas, Cancelo fue ovacionado y se despidió llorando de Mestalla. Su cesión con opción de compra obligatoria por 40 millones al Inter de Milán estaba cerrada. En 2018 ya volvió a Mestalla con la Juve, en Champions, hoy lo hará con la camiseta del Barcelona.
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