Campos intenta convencer a Mouriño para rescindir a Denis

El culebrón sobre el caso Denis Suárez vive sus últimos capítulos con gran incertidumbre. El desenlace es, en estos momentos, un auténtico misterio que navega por la cabeza de Carlos Mouriño. El presidente es quien tiene la última palabra y continúa divagando sobre las dos opciones que están sobre la mesa: mantener a Denis hasta junio sin jugar y ahogar el refuerzo deseado para este mercado invernal o conceder la rescisión al salcedense para que fiche por un rival directo como el Espanyol y así activar la palanca del fichaje que pide Carvalhal. La decisión está en sus manos. Y no es fácil.

En esta trama está jugando un papel muy importante Luís Campos, que este martes se ha desplazado a Vigo para desbloquear esta situación en personal. La postura del secretario técnico es clara, pretende rescindir a Denis Suárez, que renunciaría los 2,5 millones de euros que le restan de contrato, para liberar masa salarial y así reforzar al equipo con un jugador de ataque del agrado de Carlos Carvalhal.

Con todas las cartas sobre la mesa, únicamente resta elegir jugada. Aunque bien es cierto que existe una remota tercera opción, que sería vender a un futbolista de la plantilla que no supusiera un contratiempo en estos meses y así liberar esa masa salarial necesaria para acometer el refuerzo deseado en este mercado invernal. No obstante, esta hipótesis se antoja realmente complicada porque existen pocos jugadores que cumplan ese perfil (Renato Tapia sería el principal favorito) y el mercado ofrece pocas alternativas.

Además de los protagonistas mencionados, en escena aparece un actor que va ganando peso con el paso del tiempo: el reloj. Y es que la situación de Denis debe resolverse en los próximos días porque el Espanyol no va a esperar por el salcedense hasta el último día del mercado. Sobre la mesa existe un plazo y una vez cumplido el cuadro barcelonés buscará alternativas para reforzarse en el centro del campo. Esto también afecta al Celta, pues si Denis se queda sin destino, la rescisión ya no sería una posibilidad y esto bloquearía cualquier refuerzo. El culebrón Denis mantiene en vilo a dos equipos, que curiosamente se jugarán la permanencia en los próximos meses. El desenlace está cada vez más cerca.