Campos de desguace, hasta aquí llegó la riada
El fútbol valenciano cuantifica los daños ocasiones por las inundaciones; Quince campos necesitan reformas integrales tras ser arrasados; Varias instalaciones se están usando como escombreras para limpiar las calles
Donde hace dos semanas había jóvenes jugando al fútbol, ahora hay coches apilados y fango, mucho fango. Varios de los campos de fútbol que fueron devastados por la dana en la provincia de Valencia se han convertido en improvisados desguaces. En ellos se acumulan los amasijos de vehículos que se retiran de las calles. Es el caso de la casa del Discóbolo de la pedanía de La Torre, un recinto privado hecho suyo por la UME en su servicio de limpieza. O el de Alfafar, donde se acumulan toneladas de escombros. Otros, como El Palleter de Paiporta, propiedad de la RFEF, es una zona cero por sí misma. Muros derruidos, brozas apiñadas, vestuarios arrasados, césped triturado...La Federación Valenciana de Fútbol (FVF) tiene ya un primer recuento de los daños ocasionados. Por ahí empieza la reconstrucción, por saber las necesidades de cada club. “Queremos que los niños y niñas vuelvan cuanto antes a entrenar y a jugar; si fuera posible, la semana que viene”, enfatiza su presidente Salvador Gomar, consciente que eso todavía no podrá ser realidad en varios municipios afectados. El número de instalaciones que requieren de una reforma integral asciende a 15, mientras que otras 90 se han visto también afectadas, aunque en menor medida o sin apenas influencia para la vuelta a la nueva normalidad, como por ejemplo sucede en Alginet, donde un tornado se llevó por los aires la cubierta, aunque sin dañar el césped artificial; o en Chiva, donde el césped solo tiene desperfectos en los córners.
“Lo prioritario ahora es que haya un campo con dos porterías, el resto de desperfectos en vallas, vestuarios e incluso agua caliente ya se irán puliendo”, apuntan desde la federación. “Los tepes que solo tienen fango aún es posible recuperarlos, siempre que no se haya petrificado; aquellos en los que se haya arrancado va a ser casi imposible, habrá que ver cómo está la base”, explica Rubén Martín, de la empresa alicantina Realturf System, especializada en césped artificial y partner de la FVF. Sus técnicos iniciaran el lunes una visita campo por campo para dar soluciones. “Pensamos que en un mes pueden estar disponibles los menos afectados”, apostilla Rubén, siempre que los Ayuntamientos den luz verde a ello.
De los 15 campos de fútbol que han quedado en peor estado por las inundaciones, 13 son de propiedad municipal. Solo los mencionados del Discóbolo, que había instalado hace pocos meses el césped artificial (200.000 euros), y el de El Palleter, de la RFEF, son de propiedad privada y “éste vamos a tener que construirlo desde cero”, apuntan. Así, los campos municipales de Sedaví, Paiporta (El Teller), Carlet, Aldaia (Jaume Ortí y Las Encruzijadas), Massanassa (Vicente Moreno), Alfafar, Catarroja (Polideportivo y Mundial 82), Algemesí, Benetúser y Bugarra (El Molino) dependerán de inversión pública para su reconstrucción.
“Cada Ayuntamiento, obviamente, va a tener que definir sus prioridades a la hora de destinar el dinero, porque la devastación aquí en Paiporta es absoluta: colegios, centros de salud, de mayores...”, señala Yolanda Folguera, presidenta del E1 Paiporta, escuela con 560 niñas y niños apuntados, cuyo campo, situado al lado del Barranco del Poyo, acumuló más de un metro de agua durante días, derrumbando muros y torres de luz. La Dirección General de Deportes aportará fondos para la reconstrucción de instalaciones, aunque en última instancia corresponderá también a cada municipio decidir a qué lo destina. “No todo son campos de fútbol, también hay pabellones arrasados, instalaciones de gimnasia rítmica, piscinas, pistas de tenis, de paddel...”, enumeran desde el organismo de la Generalitat Valenciana. De ahí que la Federación Valenciana de Fútbol y los clubes afectados estén buscando soluciones alternativas.
La FVF tiene intención de implicarse en la reforma del campo Mundial 82, que hasta 2016 pertenecía a la RFEF, año en el que cedió su gestión al Ayuntamiento de Catarroja, y a su vez va a destinar fondos para adecuar un campo de fútbol que tiene en Silla, sustituyendo su actual césped natural por artificial. Mientras tanto, están en comunicación con los clubes afectados para saber sus problemáticas. “Nuestros chavales van a empezar a entrenar la semana que viene, lo harán algunos en las instalaciones del Benimodo y otros en las de La Devesa, que se han ofrecido para ayudarnos”, comenta con agradecimiento Enrique Llamas, presidente del Atlético Club Carlet, otro de los municipios que sufrieron la furia del agua. “En la escuela tenemos 22 equipos, unos 300 niños y niñas, además del equipo amateur”, apostilla antes de transmitir otra de sus necesidades: material. “La dana destrozó la sala donde teníamos los petos, los conos... y lo poco que quedó, nos lo robaron a la segunda noche”.
Hasta el Municipal de Algemesí, a 38 kilómetros de Valencia, también llegó la riada. “Aquí pasaron muchos días desde la noche de la dana hasta que llegaron los primeros servicios de emergencia; así que los vecinos, junto a voluntarios a los que les estaremos eternamente agradecidos, bastante tuvimos con limpiar nuestras casas, calles y negocios... Ahora estamos empezando con el campo de fútbol y decidiendo cómo organizamos a los 100 chavales de la escuela, aunque veo muy lejana y complicada la vuelta a la normalidad”, señala Miriam, secretaría del club, que atiende a AS a la vez que prepara la documentación para solicitar ayudas para el club, pero también las necesita ella para su casa, su vehículo, su restaurante... para poder rehacer su vida.
“¿Cómo vamos a desplazarnos si ya no tenemos coches?”
La Federación Valenciana de Fútbol anunció ayer la vuelta de las competiciones. “La semana que viene dará comienzo la mayoría (...) Los clubes afectados que no se preocupen, habrá calendario a medida de sus necesidades y preocupaciones”, señalaba en un comunicado. Su Junta Directiva se reúne mañana para abodar un reto mayúsculo, la celebración de los 21.000 que tienen pendientes hasta final de temporada los clubes y escuelas de los municipios afectados por la dana.
“¿Cómo vamos a desplazarnos a otros pueblos a entrenar o jugar partidos si la mayoría de padres ya no tienen coches?”. La preocupación de Pepe Pla, ex futbolista del Valencia y PSV y entrenador del Discóbolo La Torre, es extensible a los más de 60 clubes cuyas rutinas arrolló el agua. Las cifras hablan por si solas: entre 100.000 y 150.000 coches han quedado para el desguace.
Entre las propuestas de la Federación Valenciana de Fútbol para que todos los equipos reanuden en la mayor brevedad posible los entrenamientos y las competiciones está la de compartir instalaciones, aunque ello implicará problemas logísticos de horarios y de transporte. La Federación Valenciana está dispuesta a sufragar y fletar autobuses, aunque el número necesario implica un estudio a fondo. Hablamos de que en los municipios afectados, además que existen cuantiosos problemas en la red de carreteras y ferroviaria pendientes de resolver, se contabilizan alrededor de 20.000 fechas federativas (incluyendo las de fútbol y fútbol sala).
El Comité de Crisis que se creó la semana pasada en Madrid y del que forman parte la RFEF y LaLiga, además de los presidentes territoriales de la Valenciana y la de Castilla-La Mancha, se reunirá esta semana. En la cita se abordarán las necesidades logísticas y de infraestructuras, con miras a cuantificar las ayudas económicas que se deben destinar para que el fútbol base y amateur de ambas comunidades autónomas puedan superar cuanto antes los efectos de la dana.
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