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RAYO VALLECANO

Camello, el tercer oro olímpico en la historia del Rayo

El delantero rayista marcó un doblete en la prórroga ante Francia para brindar el oro a España. Es el tercer jugador franjirrojo que consigue la medalla dorada tras Miguel Hernández y Toni Jiménez en Barcelona 92.

Sergio Camello celebra su primer gol en la final de los Juegos.
FRANCK FIFEAFP

El Rayo Vallecano presume de tener un oro olímpico en plantilla. Sergio Camello fue el héroe de la final con dos goles en la prórroga que permitieron a España romper la igualada y poner el 3-5 definitivo ante Francia, en el Parque de los Príncipes de París. El delantero rayista se convirtió así en el tercer oro olímpico de la historia del equipo vallecano tras Miguel Hernández en Barcelona 92 y Toni Jiménez. Jordi Ferrón e Iván Amaya son los otros medallistas olímpicos, aunque estas fueron de plata en Sidney 2000.

Sergio Camello no ha tenido una temporada fácil. Regresó a Vallecas tras un año cedido por el Atlético y se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Rayo (5 millones de euros). Su primera temporada portando la franja se zanjó con siete goles y cinco asistencias, siendo el delantero titular en gran parte de la campaña y mostrando una espectacular adaptación a Primera División. En cambio, esta temporada los goles no llegaban, alternando titularidades con De Tomás y Falcao, y con la dificultad añadida de la sequía general de cara a puerta que tenían los delanteros rayistas. 4 goles en 33 partidos fue su balance, perdiendo créditos para ir a los Juegos Olímpicos. Pese a ello, Santi Denia decidió confiar en él, pero con un difícil papel: siendo uno de los descartados para las convocatorias de cada encuentro.

Pese a ello, Sergio no dejó de trabajar y siempre ha intentado sumar. Todo esfuerzo tiene su recompensa ―al menos así reza el dicho― y a Camello le llegó la suya. Tras disputar los 90 minutos en la única derrota de España en estos Juegos, 1-2 ante Egipto, llegó su momento. Santi le ingresó en el campo en el minuto 83 y se produjo la magia. Doblete en la prórroga para que todos sus compañeros facturasen un bulto más en el aeropuerto: la medalla de oro. Además, el delantero se convertía en el tercer jugador del Rayo en ganar el oro olímpico tras Miguel Hernández y Toni Jiménez en Barcelona 92. En caso del segundo, todavía no había debutado con el Rayo porque había fichado ese mismo verano por el club vallecano. Jordi Ferrón e Iván Amaya no lograron pintar de dorado su medalla en Sidney 2000 tras perder la final ante Camerún.

“En el fútbol hay mucha mentira”

Tras esta temporada difícil, el vestuario que tiene el Rayo Vallecano ha sido clave. Camello desvelaba a AS en una entrevista, que ha trabajado mucho el aspecto mental y que se ha sentido arropado en todo momento por sus compañeros, que muchos son amigos: “Mis compañeros son muy importantes. Esta profesión es complicada, porque de cara al resto se ve todo muy bonito y fácil, que nos lo dan todo regalado, pero hay mucha mentira en todo eso. Existe mucho sacrificio, mucha crueldad por tema de redes sociales y presión del resto... y yo lo he pasado muy mal este año. Realmente mal. He tenido muchas conversaciones con mis colegas donde te planteas cosas. Si merece la pena o no... pero con la noche de la final obtienes la respuesta de que sí merece la pena todo esto”.

Camello, el tercer oro olímpico en la historia del Rayo

Eso sí, Camello reconoce que los dos goles en la final han sido una inyección de confianza, energía y motivación para una temporada especial para el Rayo Vallecano como es la del centenario: “Obviamente, no te voy a mentir. Un escenario tan bonito como una final de los Juegos Olímpicos, algo tan histórico, meter un gol, porque el segundo, de verdad, incluso me sobraba porque con el primero ya nos valía para ganar. Sentí una explosión de confianza. Confianza que me han dado, porque me han hecho que me lo creyese tanto el grupo en general en estos 40 días como el míster, Santi Denia, que me convocó porque decía que iba a marcar en la final e incluso me narró la jugada tal y como fue. Todo esto me hace afrontar la temporada que viene con otra visión y seguramente esto sea un plus, un cambio. Sé que este año va a ser importante para mí, va a ser un año bonito, y seguramente con este gol más”.

Para el ariete, este triunfo también es de Vallecas: “Es un orgullo que este barrio de Madrid, tan humilde, pueda tener medallistas olímpicos y después de tantos años pueda tener un oro. Espero que en el primer partido de Liga pueda brindárselo a toda la afición porque esto también es suyo. Tenemos una afición que me han ayudado, me han arropado, y en ningún momento me han reprochado nada. Ninguna palabra mala después del año complicado que hemos tenido. Se lo merecen y ojalá pudieran colgarse todos esta medalla para hacernos una foto juntos.”

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