Camavinga se busca a sí mismo

Xabi tiene a su centro del campo, a su trivote: Tchouameni, Güler y Valverde. La TGV. Quitando el partido ante el Tirol por la lesión del uruguayo, los tres han sido de la partida ante Osasuna y Oviedo. Son la compenetración, la química y el rendimiento en el verde los que hablan a su favor. Eso sí, con Bellingham, otro de los titularísimos, recuperándose de una cirugía de hombro, Camavinga se enfrenta a sí mismo: dejar atrás las lesiones y pelear por hacerse un espacio. Sus planes pasan por volver al regreso del parón de septiembre.

En el primer año sin ninguno de los integrantes de la CMK, Xabi ya ha encontrado la armonía en la sala de máquinas. Y eso es mucho, muchísimo. Como otra dificultad para el francés, sumado a sus problemas de lesión. Tan solo la temporada pasada se perdió 35 de los 68 partidos (51,5%). En total, 159 días en la enfermería.

En la 2023-24 se perdió 10 partidos de 55 posibles (18,2%). Fueron 56 días lesionado. Mientras que en el curso 2021-22, sufrió una contusión con la selección francesa en el parón de noviembre, estando de baja cuatro partidos -14 días- y padeció Covid en el parón de invierno, perdiéndose cuatro jornadas. Fueron 18 días en total.

Entre revulsivo y volante

El francés llegó el último día del mercado de fichajes del verano de 2021 para ser parte del proceso de transición en la medular. Si bien Casemiro-Kroos-Modric tuvieron cuerda para rato, esto no impidió brillar al de Cabinda, quien se hizo un nombre en la Champions de las remontadas en 2022, la Decimocuarta, siendo clave como revulsivo, aportando energía en la conducción, la salida de balón y agresividad en los duelos.

En cuatro años del internacional francés vestido de blanco -cinco con el actual- su energía ha sido mesurada, dando paso a un jugador más consciente en la toma de decisiones con y sin balón así como a la hora de batirse en duelo. Por el contrario, su espacio y rol están pendientes de ser definidos. Haciendo incluso de lateral izquierdo. El cuerpo técnico lo ve más como volante, que como pivote.

Recta final

Hoy se cumplen 126 días de su lesión. Cuatro meses y cuatro días desde el día en que un crac lo mandó a la enfermería. Fue el 23 de abril, en Getafe, a tres días de la final de Copa. Sufrió una rotura completa del tendón del aductor izquierdo; se le diagnosticaron entre tres y cuatro meses de baja. Un destrozo. Al final, han terminado siendo cuatro y un pellizco. Porque Cama sorprendió realizando algunos ejercicios en los entrenamientos de Estados Unidos... y entrando en la convocatoria contra el PSG. Pero fue un espejismo.

Aún no estaba para competir y, de hecho, le quedaban unas pocas semanas para unirse al grupo. Lo que ya asoma. El plan es que regrese después del parón de selecciones que dará comienzo la próxima semana. Es decir, que pueda estar en la convocatoria de la visita a San Sebastián (fin de semana del 14 de septiembre). Poco a poco irá teniendo minutos, entrando en las dinámicas. Pero no será titular hasta que el riesgo de recaída sea cero. Sale de una lesión de notable gravedad y en casos así se debe tener más precaución que nunca.

Oportunidad y reto para Xabi

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