Calma tensa de Ceballos
Su voluntad sigue siendo quedarse, pero con un estatus deportivo ilusionante. Las llegadas de Gabri Veiga y/o Bellingham complicarían todo. El club, favorable a que renueve.
Ceballos, de momento, espera. Ni siquiera deshoja la margarita en búsqueda de una decisión, porque ya está tomada: quiere renovar con el Real Madrid. Pero no a cualquier precio. Tal y como ha ido informando AS, el futbolista ha llegado a un punto de su carrera donde prioriza lo deportivo, a lo económico. No exige titularidades, ni mucho menos; pero sí considera que tener un buen estatus es clave para quedarse. Como mínimo, uno similar al que está reluciendo ahora: jugador con bastantes minutos, afianzado en lo que sería un primer recambio para la sala de máquinas. Eso le ilusiona. El problema es que este verano, todo puede torcerse.
Para bien para el club; regular para él. El Madrid cuenta las horas para acometer el fichaje de Bellingham: una operación de 100 millones, 120 como mucho. En caso de que se disparasen esas cifras, punto y final. Pero las sensaciones son positivas, porque hace escasos días el propio futbolista dio el “sí” al Bernabéu, allanando el sendero. Con la voluntad del jugador en el bolsillo, sólo queda convencer al Dortmund, con quien existe una relación notable. Muy cordial. Pero es que en caso de que todo saltase por los aires, el Plan B sería Veiga. Es decir, el Madrid tiene decidido que este verano llegará un volante.
Overbooking
Y eso es lo que pone a Ceballos en un brete. Porque las renovaciones de Modric y Kroos también están avanzadas, así que en la sala de máquinas puede producirse un overbooking. A ellos dos, se suman Valverde, Bellingham/Veiga, Camavinga y él, por dos puestos. Casi nada. Mucho talento, mucha competencia. Y todo en año de Eurocopa: Ceballos, tras más de dos años ausente, ha vuelto a la dinámica de La Roja con De La Fuente. Es muy del agrado del seleccionador y sueña con estar en la gran cita de Alemania. Para ello, necesita jugar; minutos. Vuelta al quid de la cuestión.
Así pues, esta es la situación de Ceballos a dos meses de acabar su contrato con el Real Madrid. Este 30 de junio, si no se toma una decisión que lo revierta, quedará libre. Por lo que las próximas semanas se antojan claves: hablar con Ancelotti, con el club y con su entorno. Saber qué estatus va a tener la temporada que viene y con él, tomar una decisión. Como referencia, el utrerano ha jugado en 14 de los últimos 15 partidos (y el que se perdió fue por sanción). Cinco titularidades y nueve entradas desde el banquillo, pero muy presente. Un rol que agrada, pero no está garantizado. Y ante ello, calma tensa.