Calero amplía el abanico
El técnico del Levante apostó por una revolución en el once por las circunstancias y rozó el triunfo en Mallorca.
Obligado por las circunstancias, Julián Calero revolucionó el once en Mallorca y ganó jugadores para la causa, rozando la victoria en Son Moix con algunos de los menos habituales sobre el verde.
Con Carlos Álvarez e Iván Romero tocados, y las bajas de última hora de Oriol Rey y Diego Pampín, Calero introdujo cambios en la alineación. No solo por las ausencias, también por decisión técnica.
El entrenador del Levante, que ya ha echado mano de prácticamente la totalidad de la plantilla, a excepción de Alan Matturro, incluso dando minutos a sus dos porteros, dio entrada en el once a Víctor García y Koyalipou como las principales novedades. También regresaron a la titularidad jugadores como Elgezabal y Pablo Martínez.
Calero, que hasta ahora había mantenido una línea muy clara en sus onces, apostó por una revolución que casi se salda con un meritorio triunfo en Mallorca, que solo lo evitó una genialidad de Maffeo. “Ha marcado un golazo con la zurda y por la escuadra, que es diestro como yo. Qué le vamos a hacer”, bromeó en rueda de prensa.
El de Parla argumentó la apuesta por algunos de los menos habituales porque “habían muchos problemas físicos”. Carlos estaba para pocos minutos por su esguince en el tobillo derecho, Iván Romero sufrió un fuerte golpe en el gemelo que le imposibilitaba correr, “estaba cojo”, dijo Calero, mientras que Oriol Rey se vio afectado por una gastroenteritis que le dejó en Valencia junto a Diego Pampín, con molestias.
“El tema de Dela es puramente táctico, porque Muriqi es muy poderoso por arriba y Unai nos daba capacidad en el juego aéreo con Matías. Dadas las circunstancias de que entraba Koya arriba, queríamos centradores y por eso entró Víctor. Queríamos correr y tener puntos de remate”, explicó.
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Lo cierto es que en una semana cargada de partidos, con el estreno copero en Orihuela y el partido del domingo contra el Celta en el Ciutat, Calero ha enchufado a algunos jugadores de la mal llamada unidad B y el equipo ha funcionado con la ausencia de jugadores importantes. El técnico amplió el abanico y comprobó que su Levante puede competir con distintos nombres sin perder el pulso. En Mallorca no solo sumó un punto: sumó opciones.
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