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VILLARREAL I ESPECIAL CENTENARIO (I)

Calduch: el fundador del Villarreal que se enamoró del fútbol en Barcelona

AS inicia una serie de reportajes sobre la historia del Villarreal, un club que el próximo viernes 10 de marzo cumple 100 años.

José Calduch, fundador del Villarreal.

Lo que hoy es la ilusión de todo un pueblo comenzó en la mente de José Calduch (Vila-real, 1900-1996). Hijo de farmacéutico, viajó a Barcelona para estudiar y mantener el negocio familiar. Calduch pertenecía a una de las familias pudientes del Vila-real allá por 1920. Y en su viaje a la ciudad condal, el joven e inquieto Calduch tuvo la oportunidad de descubrir un mundo muy diferente del que tenía en su localidad natal a principios del Siglo XX.

A Calduch le apasionaba el deporte. En aquellos años, el ciclismo era el rey en la localidad, que contaba con un velódromo y grandes ciclistas. Pero Calduch conoció de la mano de sus compañeros el fútbol, yendo como aficionado a los partidos del Real Club Deportivo Español de Barcelona como primer gran contacto. El joven Calduch alternó sus visitas a los campos de Barcelona y Español, lo que le llevó a obsesionarse con llevar el fútbol a su casa.

José Calduch.
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José Calduch.

El CD Villarreal se funda en una rebotica

Tras acabar sus estudios, comenzó a trabajar en la farmacia que la familia tenía en la calle Mayor de Vila-real, en la que habitualmente se reunían con sus amigos en la rebotica de la misma, para hablar de sus cosas. Fue un día de esos, un 10 de marzo de 1923, cuando Calduch le propuso a sus allegados fundar un club deportivo. Ese mismo día, se realizó el acta fundacional del CD Villarreal en esa rebotica, dejando claro que club debería abarcar muchas disciplinas, pero que el fútbol era el referente.

Farmacia dónde se fundó el CD Villarreal.
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Farmacia dónde se fundó el CD Villarreal.

La compra de los terrenos del Madrigal

Calduch, ambicioso como ninguno, tenía claro que además de fundar un club, necesitaba un campo en el que jugar. Por ello, costeo de su bolsillo pagando 14.000 pesetas, la compra de diez hanegadas en la partida del Madrigal, en las que se niveló el terreno y se construyó una valla que cerraba el perímetro del campo de juego. Dicho campo pasó denominarse Campo del Villarreal, siendo inaugurado el 17 de junio de 1923, en un partido en el que no jugó el CD Villarreal, ya que se inauguró con un partido entre el CD Cervantes y el CD Castellón.

Ya en agosto de ese mismo año, el CD Villarreal jugó su primer partido amistoso enfrentándose al Red Star, equipo provincial, arrancando ya lo que serían sus primeros partidos amistosos y oficiales vistiendo camisa blanca y pantalón negro.

El Club Deportivo Villarreal compitió en categoría regionales, alcanzando el gran logro de proclamarse campeón de la Primera Regional en la temporada 35-36. Un hito que le permitió poder pelear por el ascenso a Segunda División (no existía la Tercera), pero no lograron dicho ascenso al caer eliminados con el FC Cartagena a doble partido.

José Calduch, en 1990.
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José Calduch, en 1990.

La Guerra Civil paralizó el fútbol en Vila-real

Eran los mejores años para el equipo fundado por Calduch. Pero, justo cuando el CD Villarreal crecía, llegó la Guerra Civil. El presidente y varios directivos de aquel equipo estaban significados con la República, lo que tras la guerra, les hizo exiliarse o caer en desgracia. Entre ellos Calduch, que pasó por la cárcel, aunque su condición de personaje notable en la ciudad le ayudo a ser liberado.

Su pena, eso sí, fue la de no poder entrar y formar parte o significarse en asociaciones culturales o deportivas. Esa medida le apartó de la primera línea, pero no de todo lo que sucedía en su ciudad. El fútbol desapareció en Vila-real en 1942, hasta que los jóvenes que se asociaban en peñas y equipos de amigos, decidieron refundar su club. Una decisión que les llevaría a la aparición del CD Foghetecaz, que poco más tarde paso denominarse ya Villarreal CF.

Calduch, inquieto como él solo, acabó fundando los clubes de tenis, baloncesto y senderista de la ciudad, haciendo caso omiso a las prohibiciones del régimen. Y cien años después, su primitiva idea compite en Primera División y también en Europa.