Cabeza y corazón

El Girona jugará la próxima temporada tres competiciones (Liga, Champions League y Copa del Rey) y Míchel y la dirección deportiva tienen claro que se va a necesitar una plantilla amplia. Actualmente en Montilivi se está acelerando en la planificación del próximo curso y se quieren dejar muy pocas cosas al azar. Mantener el núcleo duro del grupo es una prioridad y también lo es ver qué sucede con Juan Carlos, Juanpe y Borja García. Son los tres jugadores, sin contar los cedidos, que el 30 de junio dejarán de tener un vínculo con el Girona. Y es aquí donde está el dilema: adiós o renovación.

No se trata de una decisión sencilla porque los tres son historia del Girona. Juanpe acumula 246 partidos con la camiseta rojiblanca, Borja García 233 y Juan Carlos 124. Aportan esa experiencia necesaria y su papel en el vestuario es vital. Míchel lo sabe y por ello no quiere desprenderse de ellos. Los que tienen más números, sin duda, de ‘ganarse’ la renovación son Juan Carlos y Juanpe. En la planificación del próximo curso, el portero de 36 años aparece en la lista porque se quiere contar con su experiencia y saber hacer bajo palos. Además no le importará volver a ser el tercer portero. Este curso solo disputó tres encuentros, de Copa del Rey, y estuvo ayudando a Paulo Gazzaniga a construir su muro durante la Liga. La idea del club rojiblanco es, este verano, atar a un meta que pueda competir por la titularidad con Gazzaniga y ceder a Toni Fuidias. De esta manera, Juan Carlos permanecería en la plantilla.

Después está Juanpe. El central de 33 años es historia del Girona. Estuve presente en los dos ascensos de la historia del club a Primera y este curso fue una buena alternativa a la plaga de lesiones que hubo en defensa. Esta temporada participó en 17 encuentros y se confirmó que puede ser una opción que aporte experiencia y calidad en momentos puntuales durante el próximo curso. Además, tras lograr la clasificación europea se le quiere ‘premiar’ con un hueco en el grupo. El jugador está por la labor de seguir un año más y la dirección deportiva lo está estudiando, estando las posturas cada vez más cerca.

En cambio, con Borja García hay muchas dudas. Míchel siempre le ha defendido y el técnico sabe que a poco que le respeten las lesiones es un futbolista que vale la pena tener el equipo. Es uno de los pesos pesados del vestuario y tiene sentimiento de pertenencia. El principal problema es que, a sus 33 años, las lesiones le están lastrando en exceso. Tanto que este curso le fue imposible llegar a debutar. Es cierto que vivió semanas en las que pareció que iba a ver la luz al final del túnel, pero fue encadenando recaídas y diferentes molestias que no le permitieron pisar los terrenos de juego. A Borja García le gustaría intentarlo y tratar de despedirse del Girona desde el campo. Las negociaciones entre ambas partes serían muy fáciles, el madrileño pondría todas las facilidades.

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