Atlético de Madrid

Burgos: “El Cholo dice al vestuario que el Atleti va a salir campeón”

El entrenador argentino, exasistente de Simeone, participó en El Cafelito de Josep Pedrerol, donde habla de su paso por el club rojiblanco y su situación actual en el Nuevo Pinto.

Germán Burgos durante el sorteo de cuartos de la Copa del Rey.
JUAN AGUADO | DiarioAS
Actualizado a

Germán Burgos es el último protagonista del Cafelito de Josep Pedrerol. El entrenador, segundo de Simeone durante muchos años en el Atlético, ha iniciado una aventura en el Nuevo Pinto como asesor para ayudar a un amigo. En la charla habla de su paso por el equipo rojiblanco, por su etapa actual y por muchas anécdotas de su carrera. “Mi padre tenía cabeza dura, pero un tipo sensacional. Me enseñó el sentido de la responsabilidad, de compañerismo, de equipo…"

¿Hay compañerismo en el fútbol?

Por supuesto. Si no, no ganas. Hablan de familia y tiene que serlo. Si no compenetras a los jugadores, no ganas un punto. Hay gente que llega nueva, otros que llevan tiempo y les marcan el camino… Yo he estado en plantillas que dos y más jugadores no se hablaban. Hicimos reuniones para arreglarlo y nos decían: nosotros no vamos a solucionar esto afuera, pero dentro somos uno. Era un compromiso. Esos jugadores querían superarlo y demostrar que dentro de la cancha podían ser uno.

¿Quién influyó más en eso: usted o el Cholo?

Nosotros vamos siempre en dupla. Pero sin papeles actorales. Es olfato. Ves las ansiedades, los miedos y tienes que unirlo para formar un equipo. Hay cosas que son sencillas, pero las formaciones son tan buenas, hay tanta información que tienes que convencer bien a los jugadores. Son conducciones.

¿El entrenador tiene que ser cómplice del jugador?

No, tiene que ser todo menos amigo. Es como con los hijos. Cómplice sí. Le convences ganando, saliendo campeón.

Si no gana, el entrenador pierde fuerza…

Por supuesto. Y si empata también. Según donde estés también, la situación de los clubes, la genética… El entrenador del Madrid o el Barça dice que quiere salir campeón y eso ya está implícito.

¿Y el del Atleti?

Igual. ¿Cómo no? Cuando estuve yo ganamos siete.

Usted dijo: “En el Atleti nadie te dice que el objetivo es ser campeón”

Sí, pero ganamos esos títulos. El Atlético, históricamente, quiere ser campeón y por eso lo ha sido. Yo lo escuché miles de veces que vamos a salir campeones.

¿A quién?

Al Cholo.

¿En privado?

A los jugadores, es a quien se lo tiene que decir. ¿Cómo ganas al Bayern, a la Juve, al Barça, al Madrid…? Tienes que alimentar al vestuario cada día y el jugador lo sabe, lo palpa… No puedes decirlo a un club donde sea imposible conseguirlo. Mentir al jugador tampoco. Él sabe, tienes que intentar que no se noten sus carencias y trabajar en ello.

¿Usted es capaz de convencer a cualquiera?

Al que no quiere no. Me gusta la profesionalidad, aunque te rías. Estoy en el fútbol amateur y el error sería intentar que el equipo juegue y entrene como un profesional. Yo estoy para asesorar en todas las categorías. Me llamaron para ayudar. Es diferente al profesionalismo. Tienes que ir hacia ellos, no ellos a ti. Y queremos salir campeones, queremos ascender con el Pinto.

¿Qué hace el Mono en el Nuevo Pinto?

Primero, ayudar a un amigo. Es el hermano del presidente y hace de entrenador y director deportivo. Me dan libertad para hacer la ayuda que pueda. Yo pertenezco al Nuevo Pinto, tiene 25 categorías. Vas al club y parece un enjambre de abejas. Me da felicidad, soy feliz. No es por dinero, es amor al fútbol y devolverle en parte lo que me ha dado antes.

La felicidad no solo está en la elite…

Puede ser y no, es como la vida misma. En la elite te da felicidad salir campeón, pero aquí también. Están el Alcorcón, el Carabanchel, muchos clubes que luchan en pos de algo…

Recuerdo que estaba en el Mallorca en Primera y se fue al Atleti en Segunda…

Fue por Luis también. Me había dicho, terminamos acá y me lo llevo al Atleti y subimos. Luis era olfato puro. Han conocido a tantas personas que te ven y ya saben qué vas a decir. Luis lo tenía. No todos lo tienen, algunos lo tienen de forma natural. Él me lleva a mí y yo creo en él.

Hábleme de Jesús Gil…

Es un crack. Me contó mi mujer que, cuando yo tuve cáncer, él le ofreció a ella llevarme a Houston para hacer todo allá. Nos dio seguridad, y eso te queda para toda la vida.

¿Cómo recuerda aquella etapa cuando le detectan cáncer (2003)?

Yo estaba jugando y quería jugar. No sentía nada. Me hicieron un TAC y la enfermera vio algo y se fue. Me operaban el lunes y dije ‘juego el domingo’. Luis me gritó ‘¡Opérese ya!’. Tenía algo más que solo entrenador, como Gallego, Bielsa, Griguol... Son visionarios, frontales, leales.

¿Qué aprendió durante la enfermedad?

Vinieron de todo, sí. Recuerdo que me estaban lavando el pelo, lo tenía largo, vino Luis y la mujer se puso nerviosa porque era su ídolo. Después de operado, una persona me dijo que era del Atleti y que a su papá no le daban ya hasta mañana, puede que se muera esta noche. Me pidió que hablara con él. Me acerqué con el suero y le dije ‘soy del Atleti, vamos a salir campeón’, le quise dar ánimos. Al día siguiente la cama ya estaba hecha.

¿Llora?

Muy poco. La emoción me la guardo. No sé… Uno no tiene que mostrar todo.

¿Sus padres le acompañaron en su carrera?

Sí, y los eché de un partido. Mi viejo se encargaba de los penaltis, él sabía dónde iba a ir, “a la derecha”, “a la izquierda”… y yo me tiraba al revés. Mi madre tenía terror con algún golpe, gritaba ‘ay Germansito’ y me hacía pasar vergüenza (risas). Aquel año salimos campeones invictos con Ferrocarril Oeste, con 15 años. En el último partido, contra Chacarita, paro y le digo al árbitro ‘¿ve esos dos? Son mis padres. Me están molestando. Si usted no los echa, yo me voy’.

¿Echa de menos a su padre?

Sí, aunque yo me fui muy temprano de casa, he vivido mucho solo, lo he buscado. No tengo hermanos, siempre he sido un nexo para los demás.

¿Qué le aporta la música? ¿Sigue en los escenarios?

No, ahora soy entrenador. Lo dejé. Ya me divertí. A los conciertos no van dos hinchadas, no hay contra, va solo una. Me he divertido. Con el fútbol y la música.

¿Le perjudica la música para ser entrenador?

No soy serio, soy divertido. No me perjudicó esa imagen de rockero. Ya venía en el envase.

¿Cómo le comunicas a Simeone que no sigues?

Fue en general, ya se sabia, cuando tu no arreglas el contrato, ya se sabe. Por eso digo que fue en general.

¿Intentó convencerte de que te quedases?

No, él me conoce, ya sabía de mi situación.

¿Cuando decides irte?

No me acuerdo, pero yo no hago las cosas porque sí, necesitaba mi libertad y no lo cambiaría por nada. Es una decisión perfecta la que tomé. Necesito vivir mi vida como entrenador. Tengo la posibilidad de elegir, hay gente que no puede. No lo hice por dinero.

¿Entiendes que el Cholo lleve tantos años en el Atlético?

Claro, porque vive y necesita esa vorágine, igual que la necesito yo. Llevo desde los 7 años jugando al fútbol y siempre salí campeón.

¿Siempre has sido portero? ¿Cuando decides serlo?

No, he jugado de portero y jugador. Siempre empecé de portero y cuando se empezaron a definir, que me vino a buscar Ferro Carril, Independiente, Boca, etc. Entre mis padres y yo elegimos Ferro porque me daba la oportunidad de estudiar inglés y me daba una pensión y comida. Empecé a estudiar inglés a los 10 años, mi padre intentaba proyectar para internacional de inglés, en Argentina es muy común estudiar inglés. Fue un buen consejo, otro más.

Dijiste un frase en un partido Atlético-Real Madrid cuando eras comentarista: “Un equipo quiere ir dos pasos adelante y otro dos atrás”. ¿Era una crítica al Atlético?

No, es algo técnico, yo soy entrenador. No era nada, no dije nada. Es una cuestión técnica-táctica. Si me contratan para hablar de fútbol, no voy a decir “que lindo el árbol”. Es parte del juego.

A ti te ha salido caro el comentario sobre Lamine, “Si no le va bien en el fútbol puede ganarse la vida en un semáforo”. No se entendió eso.

No, quizás no hay tantos malabaristas y gente divina, en la Castellana por ejemplo hay uno. ¿Dónde se ve el talento?

En la calle.

Noticias relacionadas

Gracias, lo entendiste todo. Es un elogio en forma de chiste. Lo bueno de todo esto es que a mí me dicen “Mono”, entonces, no encaja por ningún lado. Mandé un mensaje a la familia, a todo el mundo. Hasta que me encontré con Laporta el año pasado en un Rayo Vallecano-Barcelona, me presento “Hola soy Germán Burgos” y me dice “¡Mono querido!”. Le contesto: “No presidente, no me digas Mono”. Y me dice: “Yo soy hombre de fútbol, se ha ido todo de madre”. Muy cariñoso me invitó al entrenamiento, a ver a Flick. Mira como son las cosas, al final termino invitado por el presidente a ver a un entrenador que es buenísimo. Flick tiene que manejar todos estos aspectos de gente joven, de gente que está proyectada a derrumbar a los otros reyes del fútbol. Hablo de Lamine, el tipo me encanta, va para adelante. A Ronaldo, a Messi, el quiere.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en LaLiga EA Sports

Productos recomendados