Buen suplente, malos finales
Brahim, que ya ha hecho ocho goles este curso, sustituye a Bellingham ante un Celta que se ha dejado 16 puntos en esta Liga a partir del minuto 80. Vuelve Aspas.
No hay equipo con finales más infelices que el Celta de Rafa Benítez. Ha encajado trece goles a partir del minuto 80, que le han costado dieciséis puntos. En ese mismo tramo, solo ha sumado cinco. Con una mayor aplicación en esos instantes de la verdad figuraría en mitad de la tabla, pero al Bernabéu, estadio que precisamente entra en trance cuando los partidos se extinguen, llega, tras el triunfo del Cádiz, muy amenazado por el descenso, circunstancia habitual en los últimos años (sigue el partido en directo en AS.com).
El Celta ha jugado nueve veces competiciones europeas, pero su presente está muy alejado de aquellos tiempos. Solo en una de las últimas siete temporadas ha acabado en la primera mitad de la tabla española. De hecho, en dos de ellas quedó al borde del abismo. Rafa Benítez vino para acabar con esa inestabilidad. Fue el primer técnico al que Carlos Mouriño firmó un contrato de tres años y, para reforzarle, el club trajo siete futbolistas nuevos en verano y tres más en invierno, operaciones financiadas fundamentalmente con las ventas de Gabri Veiga al Al Ahli y de Javi Galán al Atlético. Benítez, que lleva más de treinta años entrenando a equipos profesionales, que ha ganado grandes títulos en España, Italia e Inglaterra, era una garantía para recobrar una cierta normalidad. Sin embargo, en toda la Liga su equipo no ha superado la decimotercera posición, solo suma cinco victorias, pasó entre septiembre y diciembre una racha de tres meses sin ganar un partido y se ha visto durante catorce semanas en zona de descenso. En su descargo cabe decir que el juego del equipo ha estado por encima de su suerte y que tampoco el acierto arbitral ha estado de su parte.
Un Madrid a la baja
En el Bernabéu se encontrará al Madrid menos solvente de la temporada. Ha empatado en tres de sus últimos cuatro partidos, en los cinco más recientes solo ha sido capaz de anotar más de un gol en Valencia y es la primera vez que pasa dos partidos consecutivos sin victoria. La última imagen del equipo de Ancelotti es el agobio al que le sometió el Leipzig, que disparó veinte veces y lanzó ocho córners en el Bernabéu, aunque no le dieran ni para alcanzar la prórroga. La habitual cuesta de enero se ha mudado a marzo y el público se lo hizo saber al equipo el miércoles.
La astenia preprimaveral coincide con una cierta caída en el excelente rendimiento de Bellingham. Solo tres de sus veinte goles llegaron en 2024, donde tuvo que cumplir un partido de sanción y se perdió tres más por un esguince tobillo. Hoy tampoco estará por la suspensión por dos encuentros que le impuso Competición a cuenta del ‘fucking goal’ de Mestalla. Doble ‘fucking goal’ vistas las consecuencias clasificatorias y disciplinarias.
Como en las ocho ocasiones anteriores en que faltó el inglés, Brahim será su reemplazo desde la condición de suplente perfecto. Con solo catorce titularidades ha marcado ocho goles y ha dado cuatro asistencias. Con él están los números (en anotación esta ya es su mejor temporada en el fútbol profesional) y el Bernabéu. Extrañó que no tuviera un solo minuto ante el Leipzig cuando su irrupción en los últimos minutos en Mestalla fue brutal: le dio a Vinicius la asistencia del 2-2 y a Bellingham, la del ‘fucking goal’.
Con él, con Rodrygo y Vinicius, Ancelotti recuperará el dibujo y la idea que desacertadamente cambió ante el Leipzig. Se caerá, por tanto, uno de los centrocampistas del miércoles, o quizá dos si decide darle la titularidad a Modric, hecho cada vez más infrecuente. Solo ha estado en el once inicial en dos de los últimos diez partidos del equipo. En ese tramo, solo los días en que formó parte de la alineación de salida, ante Getafe y Rayo, y en Valencia, ha jugado más de media hora. Tampoco se descarta que Lucas Vázquez, Fran García o los dos refresquen los laterales.
El Celta se ahoga en el Bernabéu
En el Celta, con Tapia lesionado, hay posibilidades de que Jailson sea el mediocentro troncal del equipo. Él y Fran Beltrán se juegan la plaza. El brasileño llegó este invierno por recomendación de Benítez, que le dirigió en el Dalian chino. Ya se enfrentó al Madrid en la final del Mundial de Clubes de 2017, cuando jugaba en el Gremio. Luca de la Torre será el otro mediocentro, con Bamba en la banda izquierda y Iago Aspas en la mediapunta.
El del Moaña regresa después de cumplir sanción. Con 36 años, Benítez ha limitado mucho sus minutos. Hasta cinco veces se vio en el banquillo esta temporada, la menos prolífica desde su regreso al Celta, hace ya nueve años. Solo suma cinco goles un jugador que ha sido en cuatro ocasiones el máximo anotador español en la Liga. Únicamente ha disputado diez partidos completos y dos futbolistas de la plantilla le superan en goles: Douvikas (10) y Strand-Larsen (9). Curioso el caso del griego, máximo anotador de la Eredivisie holandesa la temporada pasada (22 goles), que ofrece una enorme eficacia saliendo desde el banquillo.
El Celta de Benítez es más vertical que territorial (un 44% de posesión), más esforzado que eficaz (es el segundo equipo que más balones recupera en la Liga, pero solo un 4,9% de sus disparos acaban en gol), y no le ha ido bien contra el Madrid recientemente. Lleva siete años sin ganarle, encadena siete derrotas consecutivas y ha sumado solo dos de los 42 últimos puntos en disputa frente a los blancos. Su líder, Iago Aspas, no ha sido capaz de vencer en ninguno de los veinte partidos en que se ha visto con el Madrid en la Liga. Así que el equipo celeste hará bien en no mirar hacia atrás cuando empiece el partido de esta tarde en el Bernabéu.