Bryan Zaragoza vuelve a sonreír
Tras pasar una situación complicada en el Bayern es feliz en Osasuna y ayer, ante el Barcelona, dio un auténtico espectáculo de fútbol.
El 9 de agosto la afición de Osasuna se llevó una enorme alegría. El club pamplonés anunciaba, tras unas horas previas de insistentes rumores, la llegada de Bryan Zaragoza como cedido por una temporada. El club pagaría al club al que pertenece el Malagueño, el Bayern, 200.000 euros. El jugador parecía tenerlo hecho con el Valencia pero finalmente, los acontecimientos dieron un giro inesperado y el extremo recaló en Pamplona, donde ha recuperado la sonrisa.
Y es que las cosas no fueron fáciles para el futbolista desde su llegada al Bayern. El idioma fue un hándicap para él, pero la actitud poco comunicativa, nada acogedora y sin esfuerzos por integrarle del entrenador del conjunto alemán, Tuchel, tampoco ayudó a la adaptación de Bryan. Cuentan que Tuchel es un entrenador frío con sus jugadores, pero en el caso del malagueño, la frialdad fue aún más evidente. Y es que parece que el fichaje de Bryan por el Bayern fue una apuesta, principalmente, del director deportivo del equipo alemán, Freund, algo que el técnico del equipo germano nunca acabó de aceptar. Eso sí, la entidad de Múnich ha contactado hoy con Osasuna para mostrar su satisfacción por el rendimiento del extremo tras su mejor día en Pamplona.
Pero eso ya es historia para un Bryan que se ha adaptado a la perfección a la disciplina rojilla. Tiene buena relación tanto con el míster como sus compañeros y tres minutos sobre el césped en el día de su debut con Osasuna, le bastaron para ganarse el cariño de la afición. Titular habitual, el malagueño estaba rindiendo a buen nivel, pero lo que mostró ayer ante el Barcelona, fue un escándalo. Bryan desplegó todo su arte, de sus botas salía magia sin cesar; regates, centros, caños internadas, pases... En definitiva, calidad a raudales. De hecho, de un magnífico centro suyo llegó el gol de Budimir, el primero de la noche y pocos minutos después, el mismo marcaba el dos a cero. Un tanto que celebraba de una original manera que resulta ser un guiño a su buen amigo, Brahim, delantero del Real Madrid.
Al finalizar el partido, el malagueño no ocultaba su felicidad: “Estoy muy contento por los tres puntos, el gol y la asistencia, además de por el ambiente que hemos vivido, que ha sido espectacular”. Y es que Bryan vivió la noche soñada: “Todo niño sueña con una noche como esta, ante un gran equipo como es el Barcelona, marcando un gol y dando una asistencia. El ambiente que se ha vivido hoy en El Sadar ha sido una locura”. Bryan aseguraba que las obras de arte que firmó ayer en El Sadar; “Es algo que sale de mí. Lo tengo, no se aprende y yo lo tengo. he visto que estaba sólo y lo he intentado. ha sido instintivo”.
Además, avisaba de que todavía puede ofrecer más, así que habrá que estar muy atento para ver de qué más es capaz un Bryan que vuelve a sonreír, es feliz en Osasuna y se ha convertido en el nuevo ídolo de su hinchada.