Brahim vuelve a empezar
El internacional marroquí cerró la pasada campaña con mal sabor de boca y ahora ve cómo la competencia en su puesto crece con la llegada de Mastantuono.
El Real Madrid ha identificado sus males en la defensa y ha actuado en consecuencia en el mercado de fichajes: llegaron un central (Huijsen), un lateral derecho (Trent) y un lateral izquierdo (Carreras). Pero no se quedó ahí la cosa: también llega Mastantuono, un mediapunta que parte desde la derecha para apretar aún más la competencia en el ataque del equipo que dirige Xabi Alonso. Mbappé y Vinicius, parece, tienen la plaza asegurada. No está claro que vaya a haber otra en el once tipo, dependerá del esquema, pero si es así hay unos cuantos candidatos: Rodrygo (si finalmente no sale), Güler (aunque parece que será más medio que delantero), Endrick, Gonzalo... y Brahim.
Todo indica que al internacional marroquí le toca volver a empezar. Empezar a ganarse de nuevo la confianza de un entrenador, algo que hizo poco a poco con Ancelotti, sin llegar a ser nunca un titular indiscutible, pero sí un revulsivo habitual y un candidato bastante frecuente para la rotación en el once. Desde ese rol tuvo un papel importante en el doblete Liga-Champions de la 2023-24 (ese gol al Leipzig en Alemania). Pero la pasada campaña no ha sido la mejor para él.
Ha sido, de hecho, un retroceso en varios factores. Jugó un poco más (casi 2.300 minutos por 2.000 en la campaña anterior), pero metió la mitad de goles (6 a 12), repartió menos asistencias (8 a 9) y quedó además marcado por un fallo importante, el de la final de Copa ante el Barcelona en Sevilla, en colaboración con Modric. Entre ambos no se entendieron y eso lo aprovechó Koundé para hacer el 3-2 definitivo. Fue un palo, otro más, en una temporada llena de sinsabores. Y faltaba el Mundial de Clubes.
Un mal Mundial para Brahim
A esa cita llegó Xabi Alonso para hacerse cargo del banquillo. Siempre que hay nuevo entrenador, todos los jugadores andan con las orejas tiesas. De lo que pasó en Estados Unidos pueden sacarse conclusiones en varios casos. Rodrygo es uno de ellos. Y Brahim, tres cuartas partes de lo mismo: 103 minutos y una asistencia fue su bagaje en el Mundial. Mostró estar por delante del brasileño en la rotación ahora mismo, pero también quedó claro que no entra en los planes del once, tal y como están las cosas ahora.
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Y a todo esto hay que añadir a Mastantuono, que además es competencia directa: ambos juegan en la derecha y su jugada natural es tirar una diagonal hacia adentro, con posibilidad para integrarse en el juego como un medio más en momentos. Aunque si algo distingue a Brahim es su actitud, siempre positiva; rara vez aparece por las zonas mixtas sin una sonrisa en el rostro y suele destacar su felicidad por jugar en el Madrid, independientemente del protagonismo. Le llegan intereses que él de momento no atiende (desde Turquía, los últimos), pero esta inminente pretemporada y este inicio de Liga es importante para saber qué quiere Xabi de Brahim y qué puede darle Brahim a Xabi. Para el malagueño, es un retorno a la casilla de salida.
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