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RAYO - ATLÉTICO DE MADRID

Borja, el Resurrección que sí jugó en el Rayo

El hermano de Koke era centrocampista. “Le fichamos por su pegada, sacaba las faltas y los córners”, recuerdan en el club franjirrojo. Ambos nacieron en Vallecas.

Actualizado a
Koke y Borja, los hermanos Resurrección.

Vallecas vio nacer a los hermanos Resurrección. Su casa se levantaba en el número 34 de la Calle Sierra Madrona, ubicada en la Colonia Santa Ana. Y el parque que había enfrente fue el escenario de sus primeras patadas al balón. Por entonces, todos los niños del barrio querían jugar en el Rayo y Borja (Madrid, 13 de agosto de 1988), el mayor, terminó cumpliendo con esta tradición. Vistió la Franja durante una temporada. “Jugaba de centrocampista y le fichamos por su buen golpeo de balón. Por su pegada. Él sacaba las faltas y los córners”, recuerdan en el seno del club vallecano. Aquello fue un paso fugaz.

Borja apuntaba maneras desde pequeñito. Es más, llegó a ser internacional por España en las categorías inferiores (Sub-15 y Sub-16). Empezó con ocho años y permaneció en activo durante 24 temporadas, en diferentes equipos y categorías. Su carrera la construyó en Amorós, Rayo Vallecano, Unión Adarve, Escuela de Fútbol de Mejorada, Nuevas Palomeras, Parque Sureste y Rivas FC, aunque las lesiones le impidieron dar el salto definitivo. Su experiencia hizo que Koke (Madrid, 8 de enero de 1992) pronto comprobara las luces y las sombras del fútbol. Él era el espejo y la inspiración de su hermano pequeño. Actualmente, Borja es el entrenador del Cadete A del Atleti.

Ambos lo llevaban en los genes. Primero, su abuelo. Y después, su padre Eugenio, que no faltaba ni un solo domingo a su cita en el Calderón. Cerca, en las pistas de la Ermita del Santo, jugaba al fútbol sala. Era cuestión de tiempo que sus hijos se enfundaran la rojiblanca. Borja lo hizo con ocho años en el Colegio Amorós —Escuela del club— y Koke siguió sus pasos. Ahí empezó todo y el resto es historia. Historia del Atlético.

Este domingo vuelve a su barrio para enfrentarse a un Rayo en el que nunca jugó. Allí se reencontrará con Fran García. Son primos lejanos. “Mi abuela Wence es prima hermana de su abuela, Matilde, que fue la madrina de boda de mis abuelos y la de mi padre José en la comunión. Una vez que vine al Torneo de Canillas con el Real Madrid, como era muy temprano, me quedé en su casa a dormir y Ana, la madre de Koke, me llevó a jugar. Se portaron muy bien”, explica el lateral franjirrojo con ternura. Se juega un derbi especial para los Resurrección. El de sus orígenes.