Bordalás, otro ex en la casa de Baraja
Mestalla ha recibido con gratitud esta temporada a Rafa Benítez, Quique Sánchez Flores y Marcelino García Toral,
José Bordalás regresará este sábado por primera vez a Mestalla. La Bordaleta vuelve a Valencia. La etapa del entrenador alicantino fue corta, solo un año cuando tenía dos de contrato, aunque intensa, futbolística y socialmente. Bordalás se quedó a un penalti de hacer al Valencia campeón de Copa del Rey en Sevilla y se convirtió en bandera de los opositores a la gestión de Lim. Precisamente sus discrepancias públicas con la forma de trabajar del club respecto a la planificación de la plantilla provocaron su despido.
Bordalás vuelve con el Getafe a Mestalla, donde protagonizó duelos para el recuerdo en su anterior etapa en el club azulón. Pero ahora, dando por hecho que en el césped habrá la intensidad de siempre, Bordalás también regresará a la que fue su casa durante 12 meses y donde se le recibirá con el respeto y cariño que esta temporada ya se la ha procesado a viejos inquilinos del banquillo blanquinegro: Rafa Benítez, Quique Sánchez Flores y Marcelino García Toral. También pasó hace poco por el estadio otro ex como Ernesto Valverde, aunque no fue lo mismo que con los mencionados porque ya lo había hecho varias veces desde su etapa efímera como entrenador del Valencia.
La grada de Mestalla sacó el lado humano de Benítez, Quique y Marcelino, recibiéndoles con honores y provocándoles emociones a flor de piel. “Estaba muy emocionado; el Valencia siempre va a estar en mi corazón como un gran recuerdo de la gente, de la ciudad, del equipo, del club y de los éxitos logrados”, dijo Benítez. “Cuando veo pases de los jugadores me imagino yo ahí, fueron diez años maravillosos, pero se me pone la piel de gallina”, apostilló Quique. “Para mi volver a Mestalla es un partido especial, muy especial. Eres entrenador de un sitio, pero lo que me queda de Valencia a nivel personal es lo que te hace poso”, confesó Marcelino.
Bordalás se ganó a la afición
Bordalás sabe también que el partido de este sábado tendrá para él unos prolegómenos diferentes, especiales, emotivos. “Volver a Mestalla es una alegría enorme, el Valencia tiene una de las mejores aficiones del mundo”, remarcó el pasado miércoles el alicantino en Radio Valencia Cadena SER. Bordalás conectó por la vía rápida con la grada de Mestalla en su etapa en el banquillo blanquinegro, erigiéndose como Baraja en el referente aquel año de la afición, que se puso de su lado en el ‘conflicto’ que mantuvo con la propiedad.
El técnico alicantino supo desde su primer día como entrenador del Valencia darle la vuelta a la imagen que Mestalla pudiera tener de él, condicionada por esa tensión vivida en los últimos enfrentamientos contra el Getafe. “En esos momentos yo defendía los intereses del Getafe y coincide en que han sido partidos de mucha pasión, bonitos... Eso es lo bonito del fútbol. No pienso en esos partidos ni mucho menos. Ahora yo defiendo los intereses del Valencia”, comentó en su presentación. Bordalás, ese día, ya tuvo un guiño a la afición: “Debemos crear un binomio afición-equipo. Queremos crear de Mestalla un campo inexpugnable como lo ha sido durante tantos años. No puedo pedirle nada, pero quiero que salgan de Mestalla felices y contentos porque el equipo lo ha dado todo”.
El Valencia acabó aquella temporada 9º. Bordalás, que sí inculcó al Valencia el “adn” del que habló en su presentación, no logró convertir Mestalla en ese fortín “inexpugnable”. El equipo sumó 26 de sus 48 puntos de local, mientras que a domicilio rascó 22. En casa, su Valencia logró 6 victorias, 8 empates y 5 derrotas, con un bagaje de goles a favor y en contra muy parejo (26 por 24). Pero eso fue en Liga, porque en Copa del Rey sí que hizo valor el efecto Mestalla. El equipo de Bordalás se metió en la final de Sevilla contra el Betis tras eliminar a Cádiz y Athletic en casa, siendo la noche de la semifinal contra el conjunto vasco una de las más felices de la vida profesional de Bordalás.