Getafe - Espanyol | Alberto Lopo
“Bordalás es como Manolo”
El mejor veterano perico de 2024 charla con AS del Getafe-Espanyol, dos de sus exequipos en sus 409 partidos en Primera, un año después de dejar la cantera blanquiazul.
Elegido por las peñas como mejor veterano de 2024, creció Alberto Lopo (L’Hospitalet de Llobregat, 05-05-1980) en la cantera del Espanyol, donde ya como entrenador dirigió a Joan García, Omar El Hilali o Jofre, hoy titulares indiscutibles. Y jugó también en el Getafe, al que define como “un club familiar”, como lo fue el perico, del que se tuvo que marchar hace justo un año para desconectar “de una guerra constante”.
En una distendida charla con AS en el centro de Barcelona, habla clarísimo Lopo del encuentro de este lunes en el Coliseum, de Manolo González, Bordalás, de los canteranos que se marchan al acabar contrato, del renacer del Deportivo y de la idiosincrasia de una entidad perica en que “la base de todo es que el presidente no es del Espanyol”. 409 partidos en Primera le avalan.
Hablamos con el mejor veterano del año, según los premios de las peñas del Espanyol.
Sí, es de agradecer, aunque también indica que uno va teniendo una edad. La Agrupación de Veteranos lleva muchos años funcionando, con gente como Iñaki (Pérez de Arrilucea), Rafa (Marañón) o Raúl Longhi que se preocupa. Es bonito juntarse gente de distintas generaciones, entrenar, jugar, comer y contarnos nuestras historietas.
Además de jugar en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, ¿suele ir a ver los partidos a Cornellà?
Tengo tres localidades en la zona Corporate. Siempre que puedo voy con mis hijos, para que vivan el Espanyol. Este año estamos viviendo luces y sombras. A ver si tiene continuidad lo del partido contra el Celta.
¿No había otra salida que ese pragmatismo con el que Manolo González ha reconducido al equipo?
Es normal tener algún partido malo en una Liga tan complicada como la española, pasa siempre; la mala suerte es que el Espanyol lo tuvo en Girona, y eso lo quieras o no, enfada más. Pero no hay mejor manera de demostrar el compromiso que enmendarlo a la jornada siguiente, de la forma en que lo hizo el equipo.
Si fue al estadio, tres días antes de la debacle en la Copa, escucharía cómo la grada coreaba el nombre del entrenador.
Ha demostrado que con trabajo, humildad y ganas se consiguen las cosas. Manolo es el hombre del pueblo, la persona humilde que había estado en el bus, a quien le gustaba entrenar y se fue ganando oportunidades hasta aprovechar la más grande que ha tenido. La gente, aunque lógicamente exige resultados, valora mucho todos esos elementos.
“Manolo es el hombre del pueblo”
De todos modos, en caso de que hubiera perdido contra el Celta, aguardaba como posible reemplazo Sergio González, compañero suyo en el Espanyol y el Deportivo. ¿Han hablado últimamente?
Hace tiempo que no hablo con él, pero sería un buen recambio llegados a ese punto, como hombre de la casa, con experiencia y que ha estado muchos años en el club. Una persona indicada para el Espanyol. Esperemos que no se dé ese caso a corto plazo, querrá decir que las cosas van bien.
Por cierto, el Deportivo ha vuelto al fútbol profesional. ¿Lo ve en Primera?
El Depor es otro club que no se merece estar donde está. Pasarse cuatro años en Primera RFEF con la historia que tiene y los jugadores que han pasado por allí… Esta temporada debe tomársela como un año para aguantar la categoría en Segunda y, a partir de ahí, sin prisas acabar volviendo al lugar donde debe estar.
Espanyol, Depor… Y Getafe. En el rival perico de este lunes estuvo dos años y medio pero no acabó de asentarse. ¿Por qué?
El recuerdo es bueno, pero en el Getafe se juntó todo lo que un futbolista no quiere: no tuve continuidad, me lesioné un brazo de gravedad… Todo lo que no me había pasado ni en el Espanyol ni en el Depor, me pasó ahí. Aun así, como club es bueno, está bien llevado, con un presidente que está siempre pendiente del jugador. Un club familiar.
“El recuerdo es bueno, pero en el Getafe se juntó todo lo que un futbolista no quiere"
Familiar, igual que lo era el Espanyol…
Sí, el Getafe es familiar y en el Espanyol eso se ha perdido un poco. En el fútbol, como en la vida, cuanto más fáciles pongas las cosas, mejor para todos: para los trabajadores, los aficionados… Habría que volver a esa esencia de que, por ejemplo, la gente pueda ver los entrenamientos. El futbolista también lo agradece y a veces necesita sentir ese cariño, no que le encierren en una burbuja. Ojalá dentro de poco se pueda volver a vivir aquello.
“A veces el futbolista necesita sentir ese cariño, no que le encierren en una burbuja"
¿Bordalás es el Getafe?
Bordalás es como Manolo, porque se hace querer, da resultados, la gente le aclama y ofrece esa estabilidad que es imposible cuando un club tiene un entrenador nuevo cada seis meses. Se lo ha ganado a pulso.
Entre el estilo de Bordalás el pragmatismo con el que Manolo ha reconducido al Espanyol y que se jugará en lunes, ¿espera divertirse con este Getafe-Espanyol?
Todo equipo trata de explotar sus fortalezas y jugar en función de los futbolistas que tiene. Es verdad que mucha gente no está de acuerdo en cómo juega el Getafe, pero si un estilo te funciona, tienes que ir a muerte con él. Lo hace Bordalás e imagino que también Manolo, que dará continuidad a lo de la última jornada contra el Celta. De lo que sí me da la impresión es de que, si es que hay goles, el primero que marque muy probablemente se lleve el gato al agua.
"Si un estilo te funciona, tienes que ir a muerte con él"
En el Espanyol, el ‘pichichi’ es Puado, que acaba contrato y puede irse, como ya hicieron Melamed, Pedrosa, Melendo… Uno al año. ¿Le recuerda a su propia marcha?
Sí, y no es agradable, ni para el jugador ni para una afición que lo ha visto crecer hasta triunfar en el primer equipo. Yo pondría la mano en el fuego por todos los canteranos que han salido, porque estoy convencido de que les hubiera encantado seguir. El canterano que se va siempre es el malo, pero en una negociación la otra parte es la que más incide para que el futbolista se vaya. En el caso de Puado, esperemos que se quede porque es un jugador muy importante para el club.
En lo que no hay tantos paralelismos es en los desenlaces. Usted marcó un tanto ante el Murcia que confirmó una permanencia, luego vivió la locura del gol de Coro. Y ahora sale siempre cruz. ¿Por qué?
La base de todo es que el presidente no es del Espanyol, no conoce la historia. Se la habrán explicado, pero no la ha vivido como quienes hemos estado muchos años. Ese sentimiento de pertenencia se va perdiendo. Es duro ver que un equipo como el Espanyol está siempre en el alambre. Nosotros también sufrimos muchos años, pero era otra mentalidad: sabíamos que nos iba a costar, pero que lo íbamos a sacar. Últimamente, no sé por qué, cuesta un poco más.
“La base de todo es que el presidente no es del Espanyol”
¿Y cuál es la solución?
Pues ojalá el club se llene de gente que realmente quiere al Espanyol, que lo valora y que dé importancia a los jugadores que tiene.
Se acaba de cumplir un año de su salida del Espanyol, donde entrenaba al Juvenil B, por “motivos personales”, según el club. ¿Realmente fue así?
Sí. No fue una destitución. Simplemente, sucedió que cuando uno no se siente cómodo en un sitio porque no le hacen sentirse cómodo lo mejor es echarse a un lado y no liarla. A ellos no les importó mucho, la verdad, y para mí lo mejor fue desconectar de esa situación de ir cada día a entrenar y estar en una guerra constante.
“Lo mejor fue desconectar de esa situación de ir cada día a entrenar y estar en una guerra constante"
¿Quiénes son “ellos”?
La gente que está mandando ahora ahí. Si leen la entrevista ya sabrán quiénes son. Nos hicimos un favor mutuo, aunque en el fútbol a veces hay que tener más respeto, igual que yo siempre lo he tenido con todas las personas. Les deseo lo mejor, no hay más.
Uno de “ellos”, imagino, es el director deportivo, Fran Garagarza, quien presentó hace unas semanas una gran apuesta por la cantera. ¿Cree que es realmente una convicción o que no queda más remedio ante la falta de inversión de la propiedad?
La cantera ha sido siempre la base del Espanyol, porque es una de las mejores de España y a eso hay que darle continuidad. No sé si apostar ahora por la cantera es ponerse una medalla, porque siempre han salido canteranos, pero en cualquier caso lo importante es darles esa oportunidad, como se ha hecho siempre.
Le hará ilusión ver como triunfan Joan García, Omar El Hilali o Jofre Carreras, a los que usted entrenó en categorías inferiores…
Sí, desde luego. Los tuve a ellos, también a Nico (Melamed). Condiciones tenían todos para llegar. Jofre dio un paso importante, Joan ya se ha ido viendo que era un gran portero y Omar destacaba a nivel físico y de cabeza sobre el resto. Y asoman otros a los que dirigí, como Miguel Londoño, Jan Peries o Hugo Torondel, que de momento como es lógico no suenan tanto pero que van a llegar en un futuro no muy próximo.
“No sé si apostar ahora por la cantera es ponerse una medalla, porque canteranos siempre han salido"
¿Se reconoce en Leandro Cabrera, Marash Kumbulla, Sergi Gómez o Fernando Calero, los actuales centrales?
La verdad es que no. Pero que no suene a crítica, ni mucho menos. En el fútbol de mi época el defensa tenía que saber defender, hoy en día si no tiene una buena salida de balón parece que no sirve. Conceptos como la contundencia igual no son tan necesarios, pero sin los que es complicado sobrevivir en el fútbol profesional.
Si no me equivoco, tiene el título de entrenador UEFA Pro y el de director deportivo.
Sí, tengo los dos. Me los saqué porque después de haber sido futbolista profesional tenía claro que quería seguir vinculado a este mundo. Y cuando empecé a entrenar me gustó: la experiencia, gestionar un grupo, ver como los chicos van creciendo en la cantera… Todo eso me hacía feliz. Ojalá tenga la oportunidad de volver a entrenar y, sobre todo, estar a gusto.
¿No se ve de director deportivo?
No. De momento, si puedo elegir, prefiero seguir en el césped.