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Betis: la incertidumbre de otra era sin ‘talismán’ Joaquín

Dos Copas, Champions, buenas clasificaciones y no bajar a Segunda: con el portuense en el equipo, al club verdiblanco casi siempre le ocurrieron cosas buenas.

Actualizado a
Joaquín Sánchez, el día de su despedida profesional.
CRISTINA QUICLERAFP

Se acabó la era del Joaquín Sánchez futbolista, para siempre, y además de añorar su diestra de quilates y su carisma dentro del campo aquellos veteranos que echen cuentas en Heliópolis seguro que notan algo fundamental: con el portuense en el equipo, al Betis casi siempre le pasan cosas buenas. Como desde el principio de su carrera en el Villamarín. Aquella temporada 2000-01 en la que Fernando Vázquez le subió al primer equipo, Joaquín contribuyó decisivamente al ascenso mientras iba convirtiéndose en uno de los extremos con más futuro del fútbol español. Ya en Primera, el portuense fue creciendo en un Betis maduro que durante esos primeros años del siglo fue cosechando buenas clasificaciones, alguna europea, siempre en la mitad más alta de la tabla... hasta que en la 2004-05 llegó a Champions por primera (y única hasta el momento) vez en su historia y además ganó ese año la Copa del Rey.

La 2005-06, última de la primera etapa de Joaquín en el Betis, puede considerarse casi de transición. Jugar Champions desgastó física (con lesionados graves como la del goleador Ricardo Oliveira) y mentalmente a un equipo en el que Serra Ferrer, el entrenador, andaba a la gresca con el presidente Ruiz de Lopera. El Betis coquetó algunas jornadas con los puestos de abajo pero aunque quedó 14º, en las últimas jornadas se salvó con cierta holgura.

Y Joaquín se marchó al Valencia por 25 millones de euros. Ya sin él, aquel Betis fue pegando tumbos (16º en la 2006-07, con permanencia en la última jornada); 13º en la 2007-08) hasta que en la 2008-09 consumó el descenso a Segunda, 8 años después de ascender. Dos campañas en el infierno después, Pepe Mel le ascendió en la 2010-11 y en la 2012-13 consiguió meterle en Europa League, pero un año más tarde volvería la categoría de Plata como colista, con 25 puntos. Fue el propio Mel el que volvería a subir al equipo en la 2014-15 para que al final ese verano del regreso, regresara también Joaquín a su casa, tras jugar en Mestalla, en Málaga y en la Fiorentina.

Con el capitán de vuelta, el Betis ha tenido altibajos pero con la permanencia más o menos bajo control. 10º en 2016, 15º en 2017, 6º (Europa League) en 2018, 10º en 2019, 15º en 2020 y las tres clasificaciones europeas de las últimas tres campañas bajo la mano de Manuel Pellegrini, que también trajo una nueva Copa del Rey, la segunda de Joaquín, en 2022. Un trofeo que levantó como el capitán que ha dejado de ser hace unas semanas para legarle al brazalete a Guardado. El mexicano lidera la transición entre la leyenda y el futuro, aunque el portuense lo vigilará todo de cerca. Quizá ése sea el consuelo: aunque ya no sea vestido de futbolista, Talismán Joaquín permanece en Heliópolis.