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VALENCIA

Benítez: “Diakhaby tiene que ser fuerte psicológicamente, a mí muchos me retiraron”

El central del Valencia tiene a todo el mundo en vilo por su grave lesión. Muchos la comparan con la que sufrió el delantero paraguayo del Espanyol en el 2000. El guaraní estuvo casi año y medio sin jugar.

Aurelien Tchouameni cae, de manera accidental, encima de la pierna derecha del jugador del Valencia, doblando de manera antinatural la articulacion del defensa guineano.
DAVID GONZALEZ ARENASDIARIO AS

“Se me erizó la piel cuando vi la lesión de Diakhaby. Es lo más parecido que he visto en mi vida a lo que yo sufrí en la rodilla”. Estas son las primeras palabras que pronuncia el paraguayo Miguel Ángel Benítez (Santísima Trinidad, 1970) cuando atiende la llamada de AS desde su país. Lo siguiente es interesarse por el jugador del Valencia. Benítez quiere saber cuándo se opera Mouctar, quién le interviene y pregunta por todo tipo de detalles. La información que le ha llegado a Paraguay no es clara del todo. La lesión de Diakhaby impactó al mundo, pero sobre todo a esos jugadores que pasaron por situaciones similares en los que un día el fútbol les dio un golpe duro, como al Peque Benítez.

Benítez habla con propiedad. El paraguayo, ex del Atlético y el Espanyol, se destrozó la rodilla en el año 2000. El calvario del guaraní empezó en el Calderón. Una dura entrada de Celso Ayala le dejó 18 meses sin jugar. En peligro, su carrera. Y hasta su pierna. “Casi me tuvieron que amputar porque se me hinchó como un balón de baloncesto y la sangre apenas circulaba por esa parte. A mí muchos me retiraron”, señala Benítez, quien todavía se estremece cuando recuerda una de las lesiones más graves de rodilla que se han dado en la historia de Primera División.

“Casi me tienen que amputar la pierna. La sangre apenas pasaba por esa zona”

Benítez

Benítez “reza” para que Diakhaby no reviva su calvario. De momento, el jugador del Valencia sufre una luxación en la rodilla, según el primer parte médico emitido por el club che. Pero los presagios no son positivos y el tiempo que puede estar el zaguero en el dique seco puede ser eterno. “Yo tardé casi un año y medio en jugar. Tuve ocho cosas afectadas en la rodilla. Me tuvieron que operar dos veces. Además, estuve ¡45 días! ingresado antes de poder pasar por el quirófano”, recuerda Benítez. Al internacional paraguayo le operó el doctor Cugat en Barcelona. “A mí me tuvieron que reestructurar el ligamento con un injerto de banco, de un fallecido, me dijeron los médicos”, añade Benítez a su drama.

“Tuve ocho cosas afectadas en la rodilla. Me reestructuraron el ligamento con un injerto de un fallecido”

Benítez

El aspecto “psicológico” es clave para superar una lesión de esta gravedad. Muchos, como recuerda el propio exjugador, tiran la toalla en el proceso de rehabilitación. Ver la luz cuesta un mundo. Hay días en los que volver a sentirse futbolista resulta imposible. “Yo le metí muchas horas de rehabilitación, me sacrifiqué mucho. Me torturaron durante un año y cuatro meses. Hay que pasar por mucho dolor para superarlo. He conocido muchos compañeros que han dejado la profesión porque no aguantaron el dolor. Si psicológicamente no estás bien, te pueden retirar. Por suerte, yo estaba preparado para recuperarme porque ya había sufrido una lesión grave que me dejó ocho meses fuera. Pero esta lesión era el doble. Al final, la familia es clave. A mí me torturaban durante ocho horas, pero llegaba a casa y cargaba las pilas con mi hijo”, recuerda Benítez.

Benítez, justo después de lesionarse en el Vicente Calderón, con Kiko de testigo.
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Benítez, justo después de lesionarse en el Vicente Calderón, con Kiko de testigo.Felipe Sevillano

Curiosamente, el paraguayo sufrió la grave lesión con 27 años, justo la edad que tiene Diakhaby. Al Peque le frenaron en su mejor momento, como al central del Valencia. Por eso, el dolor fue el doble: “Yo me lesioné cuando estaba muy bien. Había metido seis goles en ocho partidos con el Espanyol y venía de jugar la Copa América en mi país, donde fui una de las figuras. El presidente del Espanyol me dijo que apretase, que en diciembre me dejaría salir. El Liverpool me quería. Mi mente ya estaba en Inglaterra, pero se fue todo al traste”. Benítez se levantó de la lona. Le costó mucho recuperar las sensaciones. Incluso, tuvo que regresar a su país para tener minutos y no perderse el Mundial de 2002. “Fiché por el Olimpia, donde la exigencia física no era la misma. Pero poco a poco, fui recuperando mi nivel. Incluso ganamos la Libertadores. Para eso, hay que estar muy fuerte psicológicamente”, afirma el paraguayo.

“He conocido a muchos jugadores que lo dejaron porque no superaron el dolor durante la rehabilitación”

Benítez

Benítez también avisa a Diakhaby. Cuando el jugador del Valencia vuelva a calzarse las botas, “quitarse el miedo” será otra de las asignaturas pendientes. “Al principio, es lógico tener miedo de chocar e ir al cruce. Si no chocas, no vas a jugar más. El fútbol es así. Luego, vas perdiendo el miedo y se te olvida todo”, argumenta Benítez, quien hizo carrera en el Espanyol, donde disputó 166 partidos y anotó 32 goles.

Benítez celebra con Tamudo uno de los goles que marcó durante su etapa en el Espanyol.
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Benítez celebra con Tamudo uno de los goles que marcó durante su etapa en el Espanyol.Jordi Alemany

El guaraní, antes de colgar la llamada, quiere mandarle un mensaje de ánimo a Diakhaby. “Siento mucho la lesión que ha tenido. Ahora tiene que ser muy fuerte. Debe mentalizarse y espero que vuelva a brillar. Dependerá de él y de su fuerza de voluntad. Mouctar es fuerte y seguro que se levanta. Vamos a rezar para que vuelva pronto a jugar al fútbol”, sentencia el Peque Benítez.

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