Bellingham, entre dos y tres partidos de sanción tras el acta: “It’s a fucking goal”
El acta confirma lo que adelantó Ancelotti: no hubo insultos, dijo “it’s a fucking goal”. Pero Gil Manzano señala una “actitud agresiva”. Su sanción oscila entre los dos y tres partidos.
Roja directa a Bellingham en Mestalla. El inglés hizo el cabezazo que ponía el 2-3 en el descuento... pero Gil Manzano no lo dio por válido, al pitar segundos antes. Nada más terminar sus soplidos, el colegiado fue rodeado por jugadores del Madrid. Protestas, dedos acusadores y manos a la cabeza. Delirio. Entre tanto, apareció Bellingham, el gran damnificado: la roja directa fue para él. ¿Por qué? Según el acta: “Tras la finalización del partido y aún en el terreno de juego, se dirigió hacia mí con actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones “it’s a fucking goal”. La “actitud agresiva” es la clave.
A través de las redes sociales, Bellingham ya había reconocido públicamente que dijo esas palabras, algo que Ancelotti también confirmó en rueda de prensa: “Nos molesta su roja. Él ha sido transparente al confesar lo que ha dicho, acercándose de manera vehemente, algo normal tras lo sucedido y diciendo “it’s a fucking goal (es un jodido gol)”. Pero no dijo ningún insulto, sólo estaba frustrado”. Mientras hablaba el técnico, el jugador retuiteaba lo que había dicho con mayor detalle: “It’s a fucking goal, the ball is in the air. What the fuck is that? (es un jodido gol, la pelota está en el aire, ¿Qué demonios ha sido eso?)”. Incrédulo, ante la decisión de Gil Manzano.
Lo más probable: dos partidos
Esta roja le impedirá disputar, con total seguridad, los partidos contra Celta y Osasuna. Y es que como recoge el artículo 127 del Código Disciplinario de la RFEF, “protestar al árbitro principal, asistentes o cuarto árbitro, siempre que no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”. El tercero que está en peligro es el de Athletic, aunque los precedentes apuntan a que sólo serán dos.
El Madrid, en boca de Ancelotti, justifica que Bellingham no profirió ningún insulto contra Gil Manzano, pero el reglamento de la IFAB (International Football Association Board, órgano encargado de dictar las reglas del fútbol) recoge que, entre las infracciones sancionables con expulsión, se encuentra la de “emplear lenguaje o actuar de modo ofensivo, insultante o humillante”. Este precepto encaja con su conducta en Mestalla. Al menos, así lo percibió Gil Manzano, juez de la contienda.