Bellingham necesita ayuda
Generó y creó peligro en Heliópolis, pero le faltó un socio. Sólo Rodrygo, desplazado al costado izquierdo, le echó un cable. Deberes para ‘Carletto’.
La capacidad de Jude Bellingham para convertir en oro, en goles, casi todo lo que toca no esconde una realidad: salvo Rodrygo, no tiene más socios. Brahim encuentra maneras de hacerse útil como en su asistencia al inglés en el Villamarín, aunque poco más pudo sumar, y Joselu tampoco creó espacios para Jude con su entrada. Aunque el 5 madridista fue el que más ocasiones de gol creó (tres) contra el Betis y el que más pases dio en el último tercio de la cancha (27). En otras palabras, fue a veces mecha y otras explosivo, pero no encontró compañeros que le secundasen en la zona de peligro.
Para Bellingham no es nuevo en este Madrid. Las dos lesiones de Vinicius y el periodo seco de Rodrygo le forzaron a ser el faro ofensivo del equipo. Contra el Betis, fue su gol número 12 en Liga en 16 jornadas (tres más que los siguientes, Griezmann y Mayoral), con el aderezo de sus cuatro asistencias. El liderato provisional del Madrid ha surgido de él. Cinco triunfos son achacables directamente a sus tantos (Almería, Celta, Getafe, Osasuna y el Clásico) y otro más, el de Montilivi, se inició con un pase de gol suyo a Joselu.
Pero por detrás, al resto le cuesta seguir los movimientos de batuta de Jude. Rodrygo ha abandonado su semblante mustio cara al gol (nueve) pero el resto va muy lejos. Los seis de Joselu sólo han funcionado con él de titular. En Liga han sido cinco y ninguno con el gallego marcando entrando desde el banquillo. Las tres dianas de Brahim, notables por su poca participación inicial en los planes de Ancelotti, pierden peso si, como le pasó contra el Betis, únicamente remató una vez y ni siquiera fue entre los tres palos de Rui Silva. Bellingham está protagonizando un soliloquio goleador, a su pesar.
Problemas para generar
El Madrid se ha convertido en el mejor equipo coral en la fase defensiva, el acorazado de Ancelotti, pero es justo lo opuesto en el ataque. Este 1-1 en el Villamarín fue elocuente en ese sentido. Apenas diez remates madridistas, la cifra más baja de la temporada junto con el pírrico 0-1 en Balaídos. Como aquel día, Bellingham fue el mecanismo para descerrajar al rival, aunque esta vez el Betis sí halló el método para perforar la portería madridista.
Las estadísticas en ataque muestran la omnipresencia del británico (es el que más desmarques tira -293- con mucha diferencia sobre el siguiente, Rodrygo -256) y lo poco acompañado que está. Jude es el que más oportunidades de gol ha tenido (15)... y el que le sigue es Carvajal (10). Todo, con una peculiaridad: la inteligencia de sus acciones. En toda la temporada apenas le han pitado tres fueras de juego, por los diez a Vinicius, los ocho a Rodrygo y los 12 a Joselu.
Esa falta de ayudas también la ha detectado los rivales, que cierran sus mandíbulas sobre Bellingham. Es el tercero que más faltas recibe de toda la Liga (36, 42 si sumamos las de Champions) y eso que ni siquiera es el que más chuta del equipo blanco. Rodrygo ha disparado 17 veces más y Joselu, pese a sus suplencias, está a uno del inglés. Eficacia máxima. Justo lo contrario de jugadores como Valverde, inmenso en labores de destrucción pero romo en ataque. Un gol tras 36 chuts, cuando la campaña pasada a estas alturas sumaba siete. Uno de esos ‘secundarios’ en ataque que Bellingham echa en falta.
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