Bellingham cambia la foto
El inglés, el medio del Madrid más inspirado para asistir y el más entregado en los duelos, regresa tras su sanción liguera para dar equilibrio al centro del campo blanco.
El Euroderbi entre el Madrid y el Atleti tuvo dos partes bien diferenciadas en el equipo blanco en lo relativo a la creación en el medio. La primera hora, con Camavinga y Tchouameni en el doble pivote, fue de sequía, de escasa producción; la segunda, del minuto 60 en adelante, cuando saltó Modric al campo en lugar de Camavinga, tuvo otro color en cuanto al control y en cuanto a la llegada, por mucho que los delanteros blancos (Mbappé y Vinicius, principalmente) no anduvieron finos.
Pero una sensación impregnó la totalidad del duelo, como ya pasó en choques precedentes: sin Bellingham y con Brahim, que ha hecho las labores del inglés durante su ausencia, el Madrid es mucho más un 4-2-4 que un 4-2-3-1 (o un 4-3-3, las diferencias son mínimas en la práctica). Y jugar con cuatro delanteros y sólo dos medios es billete directo a perder el control de los duelos, la iniciativa y en muchos momentos a defender peor. Pero toda esa fotografía sombría, que terminó iluminada por la genial acción de Brahim para hacer el 2-1, cambia ahora que regresa Bellingham.
Porque el británico es al mismo tiempo un medio y un delantero. Desde la mediapunta, es el quinto jugador del Madrid que más pases ha dado en el curso (1.731) y al mismo tiempo el tercero que ha participado en más dianas del equipo (22), empatado con Rodrygo y sólo superado por Vinicius y Mbappé. Viene de perderse tres partidos por sanción, dos en Liga tras su “fuck off” que Munuera Montero entendió como “fuck you” y otro por acumulación de amarillas en Champions, y el Madrid ha toreado la situación a nivel de resultados (dos victorias y una derrota), pero le echó de menos especialmente en Sevilla ante el Betis. También ante el Atleti, que dominó a los blancos en el Bernabéu durante buena parte del choque. Este domingo, al fin, vuelve Jude contra el Rayo Vallecano para equilibrar al equipo de Ancelotti, para ser el nexo entre medular y ataque que tanta falta hace.
El mejor asistente, el que más duelos gana
No en vano, con el regreso de Bellingham vuelve el mejor asistente del equipo (11 goles entregados), el medio que más grandes ocasiones crea cuando el rival defiende organizado (64) y el centrocampista, de largo, que más regates completa (54). Activos en ataque que no significan pasividad en defensa, todo lo contrario: es el medio que entra en más duelos (409) y el que más los gana (231), el que hace más entradas (66, como Camavinga) y también el que más sale victorioso (43) y un buen recuperador de balones (119).
Un centrocampista total, con toques de Zidane y que a Ancelotti le recuerda al gran Kaká de su Milan campeón de Europa (“Tiene algo de Kaká, sí. No hay mucha diferencia entre ellos. Y el juego ha cambiado, ahora los que juegan de mediapunta son muchos más potentes”), una pieza clave para hacer que el 4-2-3-1 vuelva a encajar en ataque, para evitar que los delanteros vuelvan a sentirse islotes aislados como sucedió ante el Atleti hasta que llegó Modric, y también para equilibrar al equipo en ese 4-4-2 en fase defensiva en el que no es sólo importante para la recuperación, sino también para el contragolpe: ha entregado 668 pases que han terminado en el tercio final del campo, entre ellos sus 11 asistencias de gol.
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