“Beccacece ha visto cosas en mí que ni yo mismo sabía que podía dar”

John Chetauya Donald (Murcia, 2002) ha sido la sorpresa más positiva del triste final de temporada. Suma como titular diez de los once partidos con BKCC y ha dado pasos agigantados hasta su confirmación como jugador de la primera plantilla del Elche. El mayor de seis hermanos es humilde, pero sueña a lo grande para defender algún día la bandera de Nigeria, el país de sus padres, y ondear la del Elche de nuevo en Primera.

Resta valor al dorsal, al nombre o a que no le conocieran cuando le pedían una foto en la puerta del entrenamiento, para valorar el trabajo diario, la humildad y el agradecimiento a todos aquellos que le han ayudado, sobre todo a Beccacece, compañeros y aficionados. El domingo cerrará un ciclo malo en lo colectivo, pero imborrable en personal, antes de abrir otro que espera que dé continuidad a los buenos momentos de este final de temporada.

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¿Con qué sensación termina la temporada?

En lo personal, estoy viviendo un momento muy bonito, de sentir la confianza del míster y de los compañeros. Además, estamos jugando mejor y los resultados están llegando.

¿Qué rompió aquella lesión en el Festa d’Elx, en diciembre, frente al Leeds United?

Nada, sólo mi peroné. Por aquel entonces yo no había jugado aún esta temporada. Era el primer partido con Pablo Machín y parecía que iba a empezar a contar. Me lesioné y nada más. No sé qué hubiese sucedido si no se hubiese producido esa jugada. Mi mentalidad fue la misma de siempre: superar otra piedra en el camino.

John nació en Murcia, hace 22 años, en una familia de seis hermanos. ¿Cómo ha sido su camino hasta llegar a Primera División?

Yo jugaba en la escuela de José Barnés, en Murcia, y mi madre llevó un día a mi hermano a unas pruebas del Real Murcia. Allí estaban los técnicos del equipo y mi mamá me dijo que me animara. Soy una persona tímida y no llevaba ni deportivos. Me metí con los zapatos y la ropa de calle, gusté y me ficharon. Allí estuve hasta cadetes, cuando me firmó el Villarreal. Después de mi temporada con el Villarreal C, apareció el Elche y aquí estoy, muy feliz.

¿Central o pivote?

De pequeño destacaba y era el delantero goleador. En el Villarreal me pasaron a centrocampista defensivo y ya en el Elche empecé a jugar como defensa central. He jugado casi de todo.

¿Y ahora qué es?

Lo que toque. Yo juego donde me digan, siempre intentando hacerlo bien para ayudar al equipo y a mis compañeros, dependiendo del rival y del partido. Con un juego más vertical, como soy rápido, me viene bien de central; si es ante un equipo replegado o con muchas disputas, de mediocentro puedo ir bien.

¿Quién descubre a John para el Elche?

Sergio Mantecón. Él fue el que vio esa confianza en mí y me ofreció la oportunidad de jugar. Venía de un año sin jugar en el Villarreal C, tras haber tenido una lesión en los ligamentos del tobillo. De hecho, estuve tratándome de eso y recuperándome de esa lesión con el doctor Ripoll en Elche. Mantecón me dijo que me quería para el Ilicitano, con la intención de jugarlo todo y poder tener la opción de debutar con el primer equipo, que entonces estaba en Primera.

¿Qué ha supuesto en su carrera cruzarse en el camino con el técnico Beccacece?

Todo, se lo debo todo. Beccacece ha visto cosas en mí que ni yo mismo sabía que podía dar. Esa confianza me ayuda y me anima a crecer para ser mejor jugador. Antes de su llegada estaba jugando como central y me invitó a probar como pivote. Con el balón, el tema de giros, perfiles y de jugar hacia adelante. Y sin balón, correr y ganar las disputas.

¿Y el Beccacece persona?

Es muy cercano. Me transmite tranquilidad y seguridad para no tener miedo a fallar y de querer intentarlo, una y otra vez, hasta que salga.

¿Le dolió lo mucho que se le criticó en sus primeras semanas?

No estoy mucho tiempo en las redes, pero sí es cierto que a los jugadores que estábamos en descenso no nos pitaban y al entrenador, que acababa de llegar, sí. Veníamos de una mala dinámica y con el sexto entrenador se habían quedado sin paciencia. Él tuvo la seguridad de confiar en su método y de planificar e interpretar los partidos. Al final, el tiempo le ha dado la razón.

A John se le ve suelto en el campo como delante de un micrófono. ¿Dónde han quedado aquellos problemas para hablar ante los medios?

Todo en la vida es cuestión de práctica. Yo nunca he tartamudeado, pero de pequeño era un chaval muy tímido, al que costaba hablar en público. Ahora me siento más tranquilo.

¿Qué papel espera cumplir en Segunda División con el Elche?

El de ser uno más de la plantilla. Mi papel será el de aportar el granito de arena cuando el equipo lo necesite. No pienso aún en eso, sino en terminar de la mejor manera posible esta temporada y empezar bien la siguiente.

El Elche quiere dar protagonismo al bloque de 16 profesionales que tienen contrato para la próxima temporada. ¿Es ese el mejor ‘refuerzo’ hacia el ascenso?

Sí, claro. Mantener, sobre todo, el grupo humano que hemos formado es un gran punto de partida para la siguiente campaña y es algo que suma a nuestro favor. Será algo importante de cara a transmitir a los nuevos lo que es el Elche como en el juego.

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¿De qué hablan en el vestuario con sus compañeros de posición como Palacios y Gumbau que terminan contrato y no han aceptado todavía la propuesta de renovación?

A mí no me gusta meterme en las cosas de los demás. Son temas suyos y son ellos los que deben elegir cuál es la mejor opción. Por mí, ojalá que se queden muchos años más porque son dos jugadores excelentes.

Volvamos entonces a sus temas. Si tuviese que elegir selección, ¿con Nigeria o con España?

Por mis padres y por mi familia, me gustaría tener la oportunidad de jugar con la selección nigeriana. Me haría mucha ilusión.

¿Ha adelantado algún paso en ese sentido?

De momento, no. He preguntado por cómo estaría esa situación, pero no ha llegado nada más allá de eso. Por ahora sigo centrado en este tramo final de LaLiga.

¿Quiénes son sus referentes futbolísticos?

Siempre intento fijarme en lo mejor de cada jugador, sobre todo de mi posición. Como mediocentro me gusta Casemiro, por la presencia que tiene sin balón y por cómo ve el juego antes de que le llegue la pelota. De centrales me gusta mucho Koulibaly y Upamecano. Intento parecerme a ellos en la velocidad y en la salida de balón. Me fijo en cualquier central de alto nivel. De mis compañeros: de Omar Mascarell, los perfiles; de Raúl Guti o Gerard Gumbau, el tema de los controles; la contundencia de Gonzalo Verdú o Pedro Bigas…

¿Y qué opina del racismo del que se habla en el fútbol español?

Gracias a Dios, no lo he sufrido. Como mucho, una vez contada y gracias. He tenido suerte en ese aspecto y me siento feliz por ello.

¿Qué opina sobre el caso Vinicius Jr. o el plante de protesta de Diakhaby?

Viendo las imágenes me da rabia e impotencia ver cómo la gente insultaba de esa manera a Vinicius y no pasaba nada. Como mucho, parar un poco el partido. No había represalias contra ellos y ahora sí es verdad que están empezando a tomar medidas. Esto ha servido para que la gente se dé cuenta de que sí existe racismo en el fútbol

¿Cuál es el sueño de su vida?

Ser jugador profesional y consolidarme durante muchos años más.

¿Y en lo personal?

Formar una gran familia.

¿Con seis hijos como en su casa?

¡No! Con la mitad me conformo. Me gustaría tener tres hijos.

Ya que será profesional la temporada siguiente, ¿algún dorsal que le ilusione?

No, el que no quiera nadie para mí, el que me toque.

¿Y qué mensaje le mandaría a la afición?

Lo primero, darles las gracias por lo bien que me han tratado desde el primer momento. Gracias con mayúsculas, por el apoyo en mi debut y en los pocos ratos que jugué hasta ahora. He sentido siempre su afecto.

Ahora ya le conocen…

Sí. Durante mucho tiempo me paraban para hacerse fotos conmigo y luego me preguntaban quién era… Me confundían con cualquiera que fuera un poco ‘negro’ como yo: Heli (Palacios), con Domi (Quina), con Randy (Nteka). Ahora ya saben quién es John, por suerte.