Azpilicueta: “Tengo muchas ganas de jugar un derbi ante nuestra afición”
El zaguero charla distendidamente con Pantomima Full y Tanqueray 0.0%. “Me gusta hacer sesiones de video por individual, tener controlado a los rivales”.
César Azpilicueta está perfectamente integrado en el Atlético de Madrid. Un fichaje veraniego que ha caído de pie. Y fue el primer protagonista de un nuevo formato denominado ‘Un 0-0 con...’, patrocinado por Tanqueray 0.0% y dirigido por Pantomima Full. El zaguero charla distendidamente y reconoce entre risas que “me han recibido muy bien, estoy muy contento”, pero esta charla “me la he comido por nuevo y buen chaval”.
A sus 34 años, Azpilicueta llega para sumar experiencia en el vestuario y cuenta que “el Cholo me llamó”, antes de sumarse a las filas rojiblancas. Algo que no le ocurrió en el Chelsea. “Me gusta hacer sesiones de video por individual. A veces te ves el vídeo de tres rivales y juega otro, pero ahora ya conoces a los jugadores. Al llegar a Inglaterra era empollón. Me gusta tener controlados a los rivales, es información que no viene mal, saber donde suele controlar o sus movimientos inconscientemente te vienen a la cabeza durante el partido”.
Azpilicueta también afirma que, pese a militar desde 2010 en el extranjero, “siempre he seguido el fútbol español”. Y ya se centra en el derbi del domingo contra el Real Madrid. “Ojalá que tengamos suerte. Me trae a la mente mucha pasión, tengo muchas ganas de descubrirlo y jugar ante nuestra afición, tengo ganas de vivirlo”, explica el navarro. Por último, también confirma que es un jugador que se focaliza mucho en sus errores. “Con los años intentas relativizar, pero me suelo quedar con lo malo. Cada vez leo menos, cuando empiezas sigues más los periódicos y lo que dice la gente”.
Entre risas, Azpilicueta se valora en un ambiente más festivo. “Un 40 sobre 100 me pongo en baile. Aguante poco, abuelete. Me pongo un 50 en eso. Y no más de un 10 a la hora de dirigir la fiesta, de pedir canciones al dj... Pero si hay que celebrar aguanto lo que haga falta, un 85 en resiliencia. Un 100 en oreja, en aguantar a la gente que está de fiesta porque lo hacen con buena fe”.