Azpilicueta, jefe desde el primer día
El navarro refrenda las grandes sensaciones que viene dejando desde el primer día. Líder, seguro y aportando también en campo rival como carrilero.
Era el primer partido de César Azpilicueta con el Atlético. Pero parecía el 300. El navarro ha llegado al club rojiblanco sin hacer ruido. Veterano (en agosto cumple los 34 años), sin pago de por medio para su traspaso y sin los focos que conllevan cualquier fichaje mediático. Sin embargo, desde el primer día está destinado a aportar muchísimo al Atlético. En el vestuario y sobre el césped.
Cercano con sus compañeros, atento a los canteranos y en un gran estado de forma, Azpilicueta confirmó desde el primer día en Los Ángeles de San Rafael que su experiencia y carácter es un valor añadido para Simeone. Integrado nada más llegar entre los pesos pesados, es habitual verle en los cónclaves de los capitanes. No en vano, es el único futbolista español de la historia que ha levantado una Champions portando el brazalete de capitán de un equipo extranjero, en este caso el Chelsea. Precisamente su trayectoria en la Premier le hace ser uno de los futbolistas más aclamados y respetados en Seúl. Los medios locales le reclaman para hacer entrevistas y los aficionados le chillan y le piden firmas en camisetas, la mayoría aún del Chelsea con el 28. Este jueves, tras el amistoso ante el Team K, incluso una fan le hizo llegar una carta de amor.
Y su polivalencia gana enteros en el esquema de Simeone. Si el lateral derecho ha sido siempre su posición natural, se ha adaptado a la perfección a ejercer como tercer central y también de carrilero, tres en uno para el Cholo. Y en una defensa con tantos problemas físicos, tener un comodín es fundamental. Aquello que se consiguió con Reinildo en la izquierda. Ya en su debut cubrió la baja de un titular, con Nahuel Molina teniendo que quedarse en Madrid por una lesión en el sóleo. El argentino fue uno de los pocos siempre sanos la temporada pasada, pero en esta pretemporada le toca pasar por la enfermería. Y sin Nahuel, fue Azpilicueta el encargado de situarse en el carril derecho.
Sus condiciones son muy diferentes. Un jugador con un perfil más defensivo y sin la pegada del argentino. Pero ante el combinado coreano se desenvolvió sin problemas, ganando la banda, incluso pisando el área rival y mostrándose contundente al corte y en el cuerpo a cuerpo. Un chico para todo. Porque Giménez también está lesionado. Y de cara al inicio de campeonato no se cuenta con el uruguayo. Simeone busca acompañante a Savic y Hermoso y perfectamente podría ser Azpilicueta... si Nahuel Molina o Llorente llegan a tiempo a situarse por delante en banda. Sobre el papel, el navarro no aparece en el boceto del once ideal que fue planificando el Cholo en San Rafael (una zaga con Nahuel Molina, Savic, Giménez, Hermoso y Carrasco). Pero todo hace presagiar que acabará teniendo un papel enormemente protagonista. En sus 11 años en el Chelsea promedió 46 apariciones por temporada. Y, un guerrero y capitán casa de maravilla con el cholismo. Azpilicueta demostró de nuevo en Seúl que llega para dar mucho al Atlético.