Así debería ser la mascota oficial del Real Madrid según la IA: “Simboliza la renovación, invencibilidad y gloria”
Un fénix blanco, con detalles dorados y azules. De nombre, Realix. AS pone el diseño de la supuesta mascota en manos de ChatGPT y este es el resultado.
Vaya por delante una disculpa. Si el jueves pasado fue víctima de la caída mundial de ChatGPT, fue por nosotros. Sin medias tintas. Pero tiene una explicación. Tal vez por la ausencia de fútbol o porque, simplemente, lo llevamos en el ADN, pero en AS nos aventuramos a sondear cómo sería una mascota del Real Madrid para la inteligencia artificial. Y los servidores no aguantaron. Chispazos, humo, boom. Pero antes del gran apagón, entró una foto. Y la tenemos: un fénix blanco, con detalles dorados y azules. Compartimos con ustedes el boceto, con un diseño imponente y sofisticado; y procedemos a desear suerte a la empresa de marketing que, si lo considera, se encargue de convertirlo en un disfraz. El ejercicio de conseguir que ese ave no pierda majestuosidad en el vuelo al mundo real es tan complejo, que la sombra del Ecce Homo de Borja sobrevuela la operación. Sin acritud. Pero para compensar la caída de los servidores, con todos ustedes, la mascota del Real Madrid... según la IA.
Respire e imagine. Noche de Champions en el Santiago Bernabéu. Llega el Manchester City. Busiana en la Plaza de los Sagrados Corazones y gradas a reventar. Los jugadores terminan de calentar y se marchan a vestuarios. Suena el Nessun Dorma. Suben los nervios. Sube la temperatura. Y sube, por las escaleras del túnel de vestuarios, una figura. “¿Es un pájaro? ¿Es un avión?”, se escucha desde la grada. Pues bingo, es un pájaro. Si la empresa de marketing ha hecho su trabajo correctamente, se trata de un ave despampanante, con aura de gloria y destellos de lujo. Aunque para empezar, se antoja complicado una salida al campo imponente con ese tamaño de alas, una vez que no hay manera de que entren por el pasillo del túnel. El ave debería girarse y subir de lado. O acceder por un córner. Bueno, será un detalle que se trabajará más adelante. Pero de un modo u otro, llegará al césped.
Nombre: Realix
Se llama Realix. “Una mezcla de ‘Real’ y ‘Fénix”, explica ChatGPT. Por momentos pensamos que si el nivel de la inteligencia artificial va a ser este, también podemos nosotros. Deja cuatro propuestas más. “Fénix Blanco”, fue la primera. Prueba inequívoca de que la tecnología también necesita un tiempo para desperezarse. Es su ‘yo hasta que no me tomo un café, no soy persona’. Y no dijo “Fénix Madrid” porque hasta la IA tiene vergüenza. Pero poco a poco va... mejorando. Sugiere “Áureo”, argumentando que es “inspirado en el oro (símbolo de éxito); un nombre corto y potente que resalta la excelencia del club”. Después, “Victorix”, para detallar que es “derivado de ‘victoria’, refuerza la mentalidad ganadora que define al Real Madrid”. Esta es la clásica propuesta que se hace con la mente en qué ha podido fallar en la anterior. Cómo no ha cuajado, si era buenísima. Y por último, “Lúminis”, en un concepto “asociado con la luz y el brillo, que simboliza el papel del Real Madrid como un referente mundial en el deporte”. Nosotros nos quedamos como usted.
Concepto: un fénix
La propia IA nos recomienda elegir “Realix”, según ella, “porque es innovador, fácil de recordar y tiene un fuerte vínculo con el club”. Y porque es la menos mala, también. Pero esta es la versión oficiosa. Y hay que reconocer que tampoco es desastrosa. Pero queda que conozca el cuerpo. “Un ave fénix majestuoso que simboliza renovación, invencibilidad y gloria. Elegí el fénix porque representa el resurgir continuo y la capacidad de superar adversidades, valores esenciales en la historia del Real Madrid”, explica, orgullosa. En el fondo, ha dado en un buen punto. Representar al Real Madrid con un ave fénix tiene su enfoque de acierto, inspirándose en la imagen de las remontadas, de ese equipo que nunca muere. Que siempre vuelve. Y sobre todo, cuando más por muerto lo dan.
Explicación de los colores
Según la inteligencia artificial, el color blanco representa la pureza y la elegancia del club. Y lo acompaña del dorado (éxito y trofeos) y el azul (lealtad y confianza). Bueno, no está del todo mal. Pero llega un punto que se anima, como quien se parte la camisa y arranca con todo: empieza a hablar de por qué el ave tiene esa postura. Craso error. “Una actitud orgullosa pero amigable, para conectar tanto con los seguidores jóvenes como con los adultos”, dice. Se hizo el silencio alrededor de la mesa. Porque es mundialmente conocido que los adultos rechazan lo orgulloso y los jóvenes, lo amigable. O viceversa. Suponemos. No sabemos. Nos estamos agobiando. Pero si falta una de las dos, se pierde uno de los grupos. Suponemos (bis). “El balón bajo sus garras refuerza su vínculo con el fútbol y los valores deportivos”, culmina. Por si se les había olvidado, con el shock, que estamos hablando de fútbol. Al ave le gusta este deporte. No está aquí porque de algo hay que vivir; sino por vocación.
Fase de enmiendas
Si están pensando que ChatGPT ha plagiado el escudo del Tottenham, sepan que son unos malpensados. Con el trabajo que le ha llevado. Se trata de Realix y punto. Un asunto que, a la práctica, habría que verlo. Porque la IA no habla del material del disfraz y eso es determinante: urge un traje que resista la somanta de palos de Rüdiger cuando se gane un partido. O se marque un gol. Porque Rambo es incontrolable. El pobre animal puede acabar con un ala en la espalda y la cresta como Espinete. En el mejor de los casos. Y del mismo modo habrá que aclarar que... ¿No tiene tres patas en la fotografía? ¿Cómo se va a hacer un disfraz con tres patas y que sea práctico? No iremos más allá. Tampoco parece que el Real Madrid vaya a hacerlo.
Pero por si algún día se lo plantea, aquí tiene el boceto. Una mascota dispuesta a competir contra el gafe de Cat (desde que el Barcelona la dio a luz, pleno de derrotas en casa), el desparpajo de Txurdin, el duende de Palmerín o el legado de Superpepino, rey del mundo mascotil. ¿Amenaza un heredero? Complicado. Pero queda la candidatura de Realix, claramente mejor nombre que “Fénix Blanco”. Un diseño imponente, lujoso y con aura de gloria. Todo un desafío no perder estas cualidades en un salto a la vida real. Ahí, la inteligencia artificial se lava las manos. Pasa a ser cosa del hombre. Ella ha hecho su trabajo. Su parte, su mascota. Su obra de arte. En fin, que vuelva el fútbol ya. Por el bien de la IA. Por el bien de todos.